Yacemos en la cama de Roman.La cena había terminado sin mayores traspiés y luego de despedirnos de Dorian, dejamos el hotel.Roman nos trajo a su casa y luego de arrepentirme un par de veces de llamarle ratón de biblioteca, ahora estamos acostados, enredados entre las sabanas mientras este descansa su cabeza en mi pecho en silencio y pasa su dedo por mi brazo en silencio.—¿Vas a contarme lo que hablaste con los abuelos de Paloma? —espeto en voz baja.—Quieren que reconsidere mi veto hacia Irina. Pero les he dejado claro que no daré marcha atrás.—Sabes que apoyo cualquier decisión que tomes.—Lo sé —dice tomando mi mano y dejando un sonoro beso.—Y, puedes decirme lo que quieras—. Hay algo más, puedo verlo, pero no quiero presionarlo.Se remueve y me mira desde su lugar. Acaricio su cabello mientras sus ojos grises me estudian en silencio unos segundos antes de suspirar.—Me contaron que Julia les llamo. Y que está planteándose muy seriamente, pedir la patria potestad de Paloma. —Co
Estoy en la oficina de Roman mientras superviso la tarea de informática de Paloma.Está haciendo un simple texto de redacción y le está llevando tiempo debido a que no es muy diestra con el teclado.Mientras ella se ocupa de su actividad, reviso otras de sus actividades. Había sido un fin de semana muy bueno. Paloma estaba feliz y muy animada. Al parecer la ausencia de Irina no la afectaba en realidad.Por otro lado, Roman y yo no somos un secreto. Gail se sorprendió ante el acontecimiento, pero me apoyo. Lola solo asiento y me dio una ligera sonrisa,Los únicos que no he visto han sido a los padres de Roman. Creo que me muero de miedo verlos y que ellos no me acepten.—Davina— la voz de Paloma me saca de mis pensamientos y la encuentro mirándome.—¿Si? ¿Tienes problema con el texto?Niega.—Sabes. En unos días es mi cumpleaños.—¿En serio? — La miro con sorpresa.Asiente.—Papá prometió una fiesta con inflables.—Entonces la tendrás —le guiño —Tu padre no miente y de seguro está en e
—¿Estas seguras de que no me va a odiar?Pongo los ojos en blanco ante la pregunta que Roman me hace por enésima vez.—Por supuesto que no te va a odiar —replico —Mi madre es una mujer dulce. Algo parlanchina pero dulce—. Asiente mientras se muerde el dedo.Mi madre había decidido hacer una cena.Invito a Dorian y me llamo para saber si Roman y Paloma querían unirse a la cena.En principio pensé que Roman declinaría. Pero acepto y sé que lo hizo por mí. Sin embargo, es claro que está nervioso.Miro hacia atrás y paloma, va mirando a través de la ventana entretenida e ignora los nervios de su padre.Al llegar al urbanismo dónde mi madre reside, le indico cuál es la casa y me percató que el coche de Dorian está.—Tu hermano llegó temprano.—Sí. Quería puestos en primera fila para así disfrutar de tu nerviosismo—. Digo con una sonrisa de disculpa.Cuando estaciona mira a Paloma. Pero, está baja como si nada y me sigue mientras este, se queda un poco atrás y avanza a paso lento, cuando la
Los días pasan sin complicaciones evidentes en la casa de Roman. Hemos establecido una rutina.Durante el día nos ocupamos de nuestras obligaciones y por la noche, luego de que Paloma va a dormir, Roman y yo nos dedicamos tiempo para disfrutar de la compañía del otro.Sin embargo, sé que el tema de Julia lo tiene pensativo y algo estresado.Cuando este me contó lo que esa mujer tenía en mente, sentí ganas de estrangularla por desgraciada.Una madre no piensa en sí misma. Primero vela por el bienestar de sus hijos. Roman es lo mejor que le puede pasar a Paloma. Él se ha dedicado a cuidarla y quererla como ella no lo ha hecho.Por eso, espero que Roman obtenga la custodia total de su hija. Si Julia estuviera haciendo eso porque, de verdad, la ama, sería algo muy diferente. Pero solo lo hace para hacerle daño a Roman.Resoplo y cierro el dosier que he armado para planificar la fiesta de Paloma, me froto el rostro y miro la hora.La fiesta es en dos días, ha sido divertido y estresante al
—¡Feliz cumpleaños! —canta Morgana atravesando el jardín donde se está llevando a cabo la fiesta de Paloma dos días después.Paloma corre hasta ella con un conejo en sus manos.Roman hizo instalar una granja. Un par de ponis, una vaca, patos, conejos y algunas gallinas.Me ha dejado sin palabras y a Paloma la ha hecho muy feliz.—Una maldita granja— susurra Morgana llegando hasta mí luego de que Paloma se alejará de nuevo al corral.Me rio de su rostro de incredulidad.—Ella se lo pidió a su papá y lo que ella quiere…—Roman le consigue completa —ella negando —Es un maldito blando— sonríe con cariño.Ella está feliz de ver a su hermano ser así con Paloma.—¿Mis padres?—¿Adivina? — me rio.Los padres de Roman habían llegado y en principio me cohibí porque non querían que me vieran en plan de romance con su hijo, pero la madre de Roman, Ellie y Ryan, su esposo, me habían acogido de una manera que me dejo tranquila.Ellos dijeron que lo veían venir.No sabía si avergonzarme o sentirme a
En silencio veo como Roman se acerca con determinación hasta donde Paloma está con su madre y habla, son cesar mientras la mujer intenta seguirle el ritmo y es evidente que se siente el desinterés que tiene a escucharla.¿Acaso no ve que su hija solo quiere su atención?—Amo a mi sobrina y me duele por ella —susurra Morgana de pie a mi lado. —Pero estoy convencida de que está mejor sin Julia.Asiento en silencio mientras toma todo de mí no acercarme.De reojo, veo como algunos padres en la carpa miran el encuentro con curiosidad.Conozco a Roman y no hará un espectáculo frente a Paloma. Menos arruinar su felicidad.Los veo intercambiar un par de palabras antes de que Roman de la vuelta y camine de nuevo hasta donde estamos.Julia y Paloma lo siguen.Esta, toma a su madre casi arrastrándola al corral y veo como su expresión se horroriza al ver a los animales.Roman me da una mirada rápida antes de acercarse a sus padres que evidentemente están enojados por la presencia de la mujer.—Ma
La llegada de Julia ha traído consigo un ambiente en tensión. Puedo verlo en el rostro de Roman.La única que parece feliz por el regreso de esta es Paloma. Y no me sorprende, luego de mucho tiempo al fin tiene a su madre de regreso.Y ahora comienza la verdadera odisea de Roman.Paloma lo mira con esperanza mientras este pertenece en silencio.Ella le ha pedido a Roman un día con ella y su madre.Como una familia.Roman intercambia una mirada conmigo y mantengo mi gesto impasible mientras como un poco de lo que hay mi plato.Una parte de mí quiere negar y hacerla saber mi descontento. Pero, también entiendo lo que Paloma quiere.Ella anhela recuperar a su familia.—Cariño— Roman suspira —No creo que sé prudente que estemos juntos. Si quieres ir con ella y pasar la tarde, puedo llevarte —su gesto es serio.Es obvio que la idea no le agrada.—Quedarme, me es imposible.—Pero, ¿Por qué? —Paloma cruza sus brazos y lo mira ceñuda —Mamá y yo queremos que vengas.¿Será posible?Pero, ella e
Luego de que Roman se fuera al laboratorio, estuve en la cocina la mayor parte del día haciendo un pastel de chocolate para la cena.Quería consentir a Paloma y a Roman.Lola y Gail solo me miraban con sonrisas sabedoras que yo ignoraba.Ambas mujeres se habían vuelto mis amigas y me encantaba pasar tiempo con ellas en la cocina.Escuchar los consejos y vivencias de Lola.Reírme de los desastres de Gail.La misma Lola reprendía la forma tan ligera en que llevaba la vida y por eso sus incidentes que la han llevado a pasar noches en la estación de policía.Ella no aprende.Estoy en mi habitación cuando llaman a mi puerta.Segundos después, la cabeza de Gail aparece.—Abajo está la exesposa del Román y quiere verte.Por un momento me sorprende sus palabras.Ella se ve algo incómoda por la situación, pero no dice nada.—Bajo enseguida —replico.Esta asiente y con eso se va.No sé qué pretende la mujer, pero no me da buena espina.Me paso las manos por el uniforme antes de bajar y encontra