—¿Eres feliz?Sonrió y ajusto mi agarre en Román mientras descanso mi cabeza en su pecho.—Por supuesto que lo soy— murmuro con los ojos cerrados.Es la mañana siguiente y ambos permanecemos en la cama, desnudos luego de una fantástica noche juntos.Miro mi mano que descansa en el abdomen de Román y la luz que se filtra por la ventana hace resplandecer el anillo.—¿Quieres que nos casemos pronto o deseas preparar una ceremonia grande?—Quiero solo a nuestra familia y quizás quieras invitar a algún amigo cercano.—¿Un mes?Levanto la cabeza y lo miro con los ojos abiertos.—Es demasiado rápido —me rio cuando hace una especie de mohín.—Dos meses.—Mes y medio.Me siento en la cama y paso mi pierna por sus caderas y quedo a horcajadas sobre él.Me da una sonrisa perezosa al tiempo que sus manos vas a mis caderas y luego a mi trasero.—Creo que un mes es muy poco tiempo.—Podríamos hacerlo en el jardín, puedes hacer lo que quieras con él.—Así que tengo carta blanca en todo —arqueo la cej
Los días juntos en Nueva Orleans han sido los mejores. Si bien no conseguí mi recorrido por un cementerio de Nueva Orleans, La pase muy bien en compañía de Román. Él se ha comportado de una manera que, si antes estaba enamorada, ahora estoy el doble. Miro mi mano y una sonrisa tira de mis labios mientras él nos conduce hasta la casa sé sus padres para recoger a Paloma. También para darles la buena nueva a sus padres de que oficialmente estamos comprometidos. Román estaciona fuera de la casa y bajamos. —¿Lista para hacer esto? —Hagámoslo —murmuro tomando la mano que me tiende. Tocamos la puerta y Ellie, la madre de Román, abre la puerta. —Qué buen aspecto tienen —dice en modo de saludo. Me da un ligero abrazo antes de hacer lo mismo con Román. La mujer es dulce y al mismo tiempo tiene un temple admirable. No se queda callada ante la injusticia y a pesar de los años, Morgana y Román respetan profundamente las opiniones de esta. Paloma ya está ansiosa de verte mira a su hijo m
Los días posteriores al desencuentro con la familia de Román pasan sin inconvenientes. Julia ha desaparecido… otra vez. La audiencia por la custodia es en un par de días. Así que, eso tensa el ambiente un poco. Sé que él piensa mucho en ese día y realmente no sabe que puede estar pensando el juez. Sin embargo, yo estoy segura de que el fallo será a favor de Román. Por su parte, la noticia de la boda no tomo por sorpresa a Gail y a Lola que más que sorprendidas estaban emocionadas por mí. Solo faltaba darle la noticia a mi madre y Dorian. Por eso, Román los había invitado a almorzar. Ahora estoy nerviosa y no sé cómo saldrá todo esto. Me doy un repaso al vestido suelto en color azul oscuro, maga corta que me he puesto para la comida y me siento satisfecha con el resultado. Lo he acompañado con zapatos de tacón y el cabello lo he dejado suelto. Por hoy he dejado mi uniforme de tutora. Aunque Román me ha dejado claro que no quiere que siga usando el uniforme, yo quiero continuar
Es temprano por la mañana cuando abro los ojos y me mantengo mirando el techo de la habitación. Miro a un lado y el espacio de Román está vacío. Alargo la mano para sentirlo frío. Sé que debo ir a levantar a Paloma. Hoy, tiene una actividad por el día de la madre y ella invitó a Julia a la escuela. De manera sorprendente, esta acepto. Sé que Román no estaba feliz, peor no puede hacer mucho si Paloma quiere a su madre consigo en este día. Sé que él esperaba que ella declinara la invitación, pero es evidente que quiere incordiar a Román. Me siento en la cama cuando la puerta se abre y Román aparece llevando sus pantalones de chándal y una camiseta. En la mano trae una bandeja de desayuno. —Buenos días —murmuro. —Buenos días. No sabía que celebramos algo hoy —murmuro cuando deja la bandeja en frente de mí, saca una rosa me la entrega. —Por supuesto que celebramos —susurra con voz suave —porque una vez eres madre, lo serás toda la vida. Una suave sonrisa tira de mis labios que
Estoy en sentada en el taburete de la cocina mientras paso la tarde con Gail y Lola, al tiempo que trabajo con algunos preparativos de la boda.—Necesito encontrar una repostería para el pastel.—La comida la haré yo.—Lola…—No está en discusión, quiero hacerlo.Sonrío.—Bien. Entonces déjame sacar de mi lista el catering.— ¿Para cuántas personas lo quieres?Pienso un momento.Realmente aún no sabemos si la familia de Román asistirá a la ceremonia. Es un tema del que no hemos hablado. De hecho, Morgana no ha vuelto a visitarles.Eso es algo que me tiene con pendiente.—Creo que seremos alrededor de veinte personas. —Respondo —de hecho, será una boda muy íntima con allegados.Lola me da una mirada comprensiva.—Bien, haré un catering surtido para tus invitados —se inclina en la barra —sé que nuestro inicio no fue el mejor, pero he visto el cambio positivo en mi niña y lo agradezco.Sonrío con gratitud.—Muchas gracias por tus palabras, Lola.—A ti, querida. —Espeta en tono afable.Mi
Cuando al fin tenemos noticias de Román es tarde. Al parecer estuvo involucrado en una colisión de varios autos gracias a la imprudencia de un conductor. Saber eso me genera más miedo y estrés al mismo tiempo. Sin embargo, el doctor nos ha dicho que Román tiene una fractura en su brazo y una contusión por la cual está en observación. Una de las enfermeras nos avisa que podemos verle. Así que, sin importar a quien pueda incomodar, atravieso el pasillo y entro a la habitación indicada por ella. Cuando abro la puerta lo encuentro acostado en la cama de hospital. Está golpeado, su frete tiene sutura, su brazo tiene la escayola. Pero verlo desierto, es un alivio. Entro a la habitación. —Davina. Suspira cuando sin mediar palabra lo envuelvo con mis brazos con cuidado de no hacerle daño. —Estoy bien —susurra al tiempo que siento como lágrimas descienden pro mi mejilla. El alivio que siento en este momento no tiene precio. Me alejo un poco y me encuentro con su mirada. Este me da
Dos días después de estar recluido en el hospital, al fin dan de alta a Román.El hombre ya estaba por subirse en las paredes.Al llegar a casa, fue recibido por Paloma, que estaba feliz de ver a su padre.Aunque se asustó un poco cuando vio el estado de su rostro más que todo.Los padres y hermana de Román y se han ido y la tensión entre todos ha disminuido.—Me ayudarás a cuidar de papá, ¿cierto?Ella asiente.Román la mira con una sonrisa antes de inclinarse y dejar un beso en su cabeza.Está acostado en la habitación principal y Paloma decidió acostarse a su lado.—Te haré un pastel con Lola —anuncia.—Eso está mejor —cuchichea Román.Paloma salta de la cama animada y sale de la habitación como un rayo.Una vez a solas, me acerco a Román y tomo asiento a su lado en la cama y ajusto las almohadas.—Necesitas comer algo, tomar tus medicamentos para el dolor y descansar.Tuerce el gesto.—Ya he descansado lo suficiente. —Pues, vas a seguir descansando hasta que el médico te recomie
Houston, Texas.El sonido de la ciudad despertando se filtra por la cornisa de mi habitación mientras aún estoy en la cama. No es como si estuviera durmiendo y fuera un amanecer donde levitamos con la sensación de que será un espléndido día.No.Me quedo mirando el techo de mi habitación y cierro los ojos cuando la decepción de otra mañana sola, me hace recordar mi realidad.Ofuscada conmigo y con la vida salgo de la cama, apago el despertador que debería haberme despertado dentro de un par de horas más. Después de una parada en el baño, bajo hasta la cocina donde enciendo la cafetera y me quedo mirando la nada un momento.Hoy. Hace tres años que mi vida cambió radicalmente.Cierro los ojos y reprimo las lágrimas que quieren brotar en el silencio de mi solitaria casa.Flashback.—Hoy. Quiero agradecer a todos los presentes por reunirse con nosotros en este lugar para homenajear un logro más de mi esposo—Digo mirando a Mike que está a mi lado. Me ve con una sonrisa—Sé que tuvimos tiemp