Esa mañana Jacob terminó de hacer una llamada que le resulto bastante interesante, el viejo se quedó sentado en su sillón recapitulando todo lo que le habían dicho en esa llamada. Se preguntó cómo reaccionarían sus nietos al enterarse, o quizás ya estaban al tanto de la situación. Luego se le ocurrió una idea, era un poco atrevida, pero necesitaba saber a qué estaban jugando sus nietos.Héctor no era un hombre que le gustase perder un trato, y haría hasta lo imposible por conseguir todas sus metas. Así que Jacob decidió mover sus cartas antes de que sus nietos jugaran las suyas.Descolgó el teléfono una vez más…[…]Tomaba el desayuno en la terraza mientras que leía el periódico, nadie en esa casa al parecer le apetecía desayunar. Las sabanas se les habían pegado a todos, por su parte era un hombre que se levantaba muy temprano, y el dormir hasta tarde no era lo suyo.De lo que si estaba extrañado era de su abuelo y su secretaria, el que no estuvieran en la mesa, sí que le resultaba r
La nota era de parte de su jefe, le decía que esperaba que le gustase el vestido y que contaba con no haberse equivocado con su talla. También le dejo una pequeña acotación bastante interesante.“Con ese vestido no puede usar ropa interior, arruinaría la belleza de la prenda. Espero que esto no sea un problema para ti, ya que no he encargado más vestidos para esta noche”—Joder —Ella exclama levantando el vestido en lo alto —. ¿Cómo que no puedo utilizar ropa interior? ¿Qué clase de vestido es este?La joven lo vuelve a colocar sobre la cama, tendido de largo a largo, luego muerde la carne interna de sus labios. Gala abre la bata blanca que llevaba puesta, fijándose que usaba ropa interior, tenía que confirmarlo por ella misma, necesitaba estar segura de que no podría usar ropa interior.Así que, contra toda advertencia de su jefe, la pelirroja se probó el vestido, pero entonces surgió un terrible problema, uno muy grave…—¡Ay, no!, no, no, no… ¿Y ahora qué demonios voy a hacer?Viénd
El beso se hizo un poco más intenso, y Héctor no desaprovecho la oportunidad que ella le estaba brindando. Y menos cuando esa mujer besaba tan maravillosamente, hasta podría hacerle el amor en ese mismo instante y aun sabiendo que no llevaba absolutamente nada debajo de ese encantador vestido.Era demasiada tentación para la mente de un hombre… Gala pensó que estaba perdiendo la cordura, que el viaje le estaba afectando más de la cuenta y que el aceptar aquel trato era la peor decisión de su vida. Seguramente, su prometido estaba abajo esperando por su presencia, mientras que ella se estaba besando con el que era su cuñado. No, es que no estaba bien lo que estaba haciendo, pero, por otro lado, ¿Por qué le gustaba tanto estar así con su jefe? Esos labios, esas caricias, esos apretones en su cadera, ¡Santo cielo! Era demasiado divino, pensó ella.Estaba muy as
—Disculpa por tardar tanto, mi abuelo se empeñó a presentarme a unas personas y bueno ya sabes cómo es eso —Se justifica el castaño mientras le entregaba una copa a la pelirroja.—Gracias —Gala contesta bajando la mirada.—Pienso que el abuelo está muy convencido con este matrimonio, creo que al final no perderás la compañía hermanoEn ese momento Riley lo observo y Gala levanto levemente la mirada. Héctor sabía que ella lo estaba mirando, como esperando su contestación.—Intenta no cometer errores Riley —Le reprocha sin justificación.—No he hecho nada malo.—El abuelo dará a conocer su respuesta mañana, así que será mejor que te comportes esta noche.Héctor se da la vuelta para marcharse, ya que allí no tenía nada más que hacer, pero entonces la voz de su secretaria lo detiene.—Señor Couper. musita muy irritado en su interior. Ni siquiera se da la vuelta para verla.—Su saco —Héctor lo toma y luego sigue su camino.—Está de m
Por todos los cielos, su jefe besaba de una manera tan maravillosa que sus piernas no paraban de temblar. Por esa razón, se vio obligada a aferrarse de su cabello para no derrumbarse, pero esa acción solo avivo las intenciones de Héctor, porque en seguida Gala sintió como la cremallera de su vestido fue bajando con una lentitud que más bien era como una tortura.Sabía que estaba mal que estuviera dejándose tocar, besar y demás por el hermano de su prometido, pero como combatía las ganas que la estaban enloqueciendo. Si tan solo con un beso suyo ya estaba completamente derretida, y ahora que intentaba despojarla del vestido, la razón se había esfumado por completo de su sistema.Aunque quisiera alejarlo, realmente no podía hacerlo… no quería hacerlo, y esa era toda la verdad.—Gala —Héctor susurro su nombre sobre sus labios, luego de bajarle completamente el cierre del vestido —. Yo…Él la mira a los ojos, podía notar que sus pupilas estaban dilatadas y su respiración se había acelerad
El detalle era que ahora no tenía idea de cómo abordar ese tema, hacerle el amor no estaba en sus planes. Esa noche pensaba interrogarla, pero las cosas se salieron de control y ahora todo se había complicado.—Yo lo voy a resolver —La miró fijamente a los ojos —. No te preocupes.—Quiero estar sola, por favor.—Gala —El CEO acuna sus mejillas.—Necesito estar sola, además no puedes amanecer en mi habitación. Te recuerdo que no has hecho este viaje solo, Estefany debe estar esperándote en tu alcoba.—Ella me importa un bledo —No comprendía porque quería que ella le creyera, pero era la verdad —. Ni siquiera la he volteado a ver.—Como si no han compartido habitación todas estas noches. se preguntó a sí mismo mirándola a los ojos. Presentía que aunque le dijera la verdad, ella no le creería una sola palabra, no obstante, no perdía nada con decirle que se había cambiado de cuarto y que Estefany estaba durmiendo sola desde el segundo día que llega
Ese mismo día, Héctor tomaba una taza de café completamente solo en la terraza, pensó que después de lo que había hecho la noche anterior con Gala, estaba poniendo en dudas el trato que ambos hicieron.Es que no era tan fácil ahora, de solo imaginar que ella tuviera que convertirse en la esposa de su hermano y llegar al punto de que ellos dos… negó, es que no conseguía ni pensarlo. Necesitaba encontrar una solución viable para ese problema, simplemente no podía dejar que ella se casara con Riley ¿o sí?Pondría en juego su empresa por el simple hecho de haberse encaprichado de la mujer de su hermano. Si le pedía a Gala que no se casara con Riley, lo perdería absolutamente todo. Eso no era una opción factible, no cuando había luchado tanto por la compañía.—Buenos días, Héctor. No esperaba verte tan temprano aquí sentado.—Abuelo, no esperes que siga tumbado en la cama, sabes que no es mi estilo.—Creí que quizás pudieras estar con esa hermosa mujer que has traído.—Pues te has equivoca
—Basta, mierda Riley. No sabes otra cosa que quejarte, me tienes hasta la coronilla.—¿Y qué demonios quieres que haga?—No eres ningún santo, así que no te hagas la víctima en esta situación. Yo buscaré el tiempo para conversar con Gala de ese asunto.—Entonces hazlo, has sido tú quien la ha elegido para esto, por ende deberás solucionar el problema.El castaño se da la vuelta y se marcha. Héctor lo ve alejarse y suelta el aliento. masculla para su interior, ¿ella tenía un amante? Eso no lo dejaba pensar con claridad, Riley había sembrado la semilla de la duda en su cabeza, y ahora se sentía frustrado, irritado y muy cabreado.Si de verdad Gala tenía un amante, no tenía idea de que rayos iba a hacer. Porque si miraba bien la situación, Riley no sería el esposo, sino más bien el amante. ¿Y cómo quedaba de él?, demonios, no estaba para esas pendejadas. Como se vino a implicar en ese problema, y lo peor de todo es que involucro la compañía en todo eso.[…]—Así que te vas