Sophia
Estaba de vuelta en mi habitación porque Vitor quería hablar conmigo y no entendía por qué no podía hacerlo en el salón, me dijo que sería molesto y que alguien podría interponerse en nuestro camino en ese momento, yo no entendía nada pero hice lo que me pidió y me dirigí a mi habitación nada más entrar y cerré la puerta. como ya estaba en mi habitación con la puerta cerrada, me pidió que pulsara el botoncito que hay aquí en el teléfono para hacer una videollamada, algo así hice lo que me pidió y de repente me puso el móvil delante y me estaba mirando y pude ver que estaba sentado sin camiseta en su cama creo que también era su habitación. Empecé a sentirme un poco incómoda porque nunca un hombre me había mirado así. Lo miro y le pregunto de que quiere hablar conmigo
SophiaVolteo a ver mi celular y noto que he oprimido el botón y desconectado la llamada, pero lo dejo ahí sobre la cama y luego intento levantarme y entonces pongo mi mano ahí y siento que estoy completamente mojada y poco a poco me doy cuenta de lo que acabo de hacer. Dios mío, todavía no me puedo creer que haya hecho eso en una videollamada, he tenido sexo, no literalmente sexo con él sino tocándome mientras él miraba, tío, todavía no me he quedado sin palabras pero fue realmente placentero, nunca lo había hecho en mi vida. Y me dijo esas cosas llamándome morena mirándome con tal erección que aún no me lo creo y coge el móvil para mirar la hora y se sobresalta que es sobre esa hora que mi abuela se despierta para ir al mercado me levanto deprisa quiero mis bragas que había puesto en la cama y me visto y me disfrazo para ir al baño n
TomásEstaba en el restaurante y hablaba con Júlio sobre el encuentro que había tenido con Sofia en el mercado. Le dije que me parecía muy extraña su forma de hablarme. Me preguntó qué quería decir con extraña y cómo podía haberla conocido en el mercado, pero entonces empezó a recordarme que es el lugar preferido de los gordos. Me quité el paño de cocina del hombro y le di un golpe justo en la cabeza cuando estaba fregando los platos y faltaba media hora para que abriera el restaurante, sintió el golpe, se quejó y me preguntó por qué había hecho eso. Me doy la vuelta y le miro a la cara y le digo que si vuelve a hacer una broma sobre el peso de Sofía se llevará otro y le advierto que si vuelve a hacer una broma como esa se llevará otro golpe y le advierto que voy a la cocina a prepararlo todo para cuando lle
VítorDespués de subir las escaleras y entrar en mi habitación, cierro la puerta. Me dirijo a mi cama y allí está el sobre que me dio mi hermano para que lo mirara, es el contrato para Sophia. Me siento en la cama y empiezo a leerlo, lo que había dicho en el desayuno estaba todo aquí. Que tiene que vivir aquí durante el embarazo hasta que nazca el bebé, que tiene todos los derechos para cuidar del niño y para ella como clínica, médico, nutricionista y también como ropa. Hasta aquí todo bien. Estoy de acuerdo con lo que dice el contrato. Menos mal que Bernardo hizo eso. Lo vuelvo a meter en el sobre y lo pongo sobre la cama. Inmediatamente me viene a la mente Sofía y me pongo a pensar en ella y en la mañana que pasamos juntos, fue lo más perfecto e inverosímil que pude haber hecho y lo loco que fue, como dice mi hermano, haberlo hecho c
SophiaNos despedimos y entonces apago el móvil y me acerco a la mesa que hay junto a mi cama. Luego dejo el móvil encima y me siento en la cama, esperando a que llegue. De repente miro hacia la mesa donde había dejado el móvil y veo un papel doblado. Me siento en la cama y me acerco a la mesa, luego estiro el brazo para coger el papel doblado. Cuando lo abro, veo que es el número anotado para Tomás y enseguida me viene a la cabeza que es el número que Tomás me había dado para cuando comprara un móvil y le llamara. Dios mío, ¿qué hago? Le llamo. Le echo de menos. Empiezo a marcar el número y Vitor ya no llega. Después de marcar un número, me pone el móvil en la oreja y espero mientras llama. No tarda mucho y oigo su dulce voz.- ¿Hola? ¿Quién es? - me pregunta. Permanezco en silencio. - ¿Puedes decirme qui&e
SophiaNo entendía por qué Tomas se ponía así de agresivo, estaba muy enfadado, pero sabía que no le gustaría la idea de que yo hiciera eso. Se va a poner agresivo como estaba siendo conmigo por teléfono hace un momento, no creo que haya sido buena idea habérselo dicho.- ¿SOPHIA? ¿¡SOPHIA!? - me llama. Sigue alterado en la línea. No quiero pelearme ni discutir con él por teléfono. Alejo el móvil de la oreja y oigo que me llama mi abuela. Termino la llamada y dejo el móvil en la mesa junto a la cama. Sigue llamándome y llamando a la puerta. Me alejo y voy hacia la puerta. Pero antes de abrirla, miro al techo y suelto un suspiro para calmarme. Quiero olvidar el comportamiento de Tomas. Y no quiero que mi abuela se preocupe, ya estoy de camino a casa de Vitor, que es un desconocido... Pero un desconocido guapo, atento y muy travieso... Y empiezo a recordar la escena de la videollamada de él enseñando su polla grande y gruesa. Tocándola delante de mí... Bueno... en la pantalla del móvil.
TomásNo puedo creer lo que ha hecho Sophia. ¡Es increíble! ¡Sólo de pensarlo mis sueños hierven de rabia! ¡Sophia es demasiado ingenua para creer toda esta basura que este tipo le ha hecho! ¡Seguro que se lo inventó para intentar llevársela a la cama inventándose esta enfermedad que necesita un hijo! Me da tanta rabia que este cabrón se aproveche de ella. Tengo que pensar en una manera de despertar a Sophia y que no acepte este puto trabajo, no sé qué puede ser, ¡en realidad no es un trabajo!- ¿Thomas? - Oigo una voz que me llama, pero no contesto. ¡Tengo que pensar en algo para que no siga adelante con esta tontería! - ¿Tomás? ¿Tomas? - Sigo oyendo que me llaman. ¡Qué mierda! No puedo pensar así. Me giro para ver quién me llama.- ¿QU&Eacu
SophiaNo sé cómo explicarlo, pero cuando lo vi frente a mí en cuanto abrí la puerta, pude sentir que mi corazón latía más rápido y me alegré de verlo frente a mí.- Hola Sophia, ¿cómo estás? - Preguntó con esa sonrisa encantadora. No dije nada, sólo negué con la cabeza y le devolví la sonrisa. - Qué bien... - Volvió a mirarme. Estuvimos un rato en silencio, nuestras miradas se encontraron. Se acercó un paso más a mí y ladeó la cabeza en mi dirección, pensando que iba a besarme. En ese momento, yo debía echarme atrás, pero en el fondo quería sentir sus labios en los míos. Así que cerré los ojos. Sentía su aliento acercándose. Pero me sobresalté.- Sophia, ¿por qué estás en la puerta?
SophiaDespués de salir de casa de mis abuelos, nos dirigimos a la suya. Mientras conducía, lo hacía muy suavemente, así que apoyé la cabeza en el asiento y miré por la ventanilla del coche. Miraba los coches que pasaban a nuestro lado. Para ser un jueves ajetreado, cerré los ojos un momento y me puse a pensar en la locura que estaba haciendo. Acababa de salir de casa de mis abuelos para ir a casa de un desconocido a ser una especie de vientre de alquiler para que un tipo se salvara a causa de una enfermedad. ¡Estoy realmente loca! Creo que Tomas puede tener razón... Pronto abro los ojos y me doy cuenta de que estamos en una especie de aparcamiento... ¿Parece el centro comercial? Me acerqué a la ventanilla para ver mejor, pero olvidé que llevaba el cinturón de seguridad y la fuerza que ejercí me tiró hacia atrás. Vitor oyó el ruido y par