Sophia
¡Oh Dios mío! Lo sacó... Eso... ¡Ni siquiera tengo palabras para definirlo! Una cosa tengo que decir, ¡es enorme! Y se le veían las venas. Lo miré y dije ¡está loco! Le devolví la mirada, pero me puso la mano en la cara para que le mirara, a eso... que mostraba...
Me dijo suavemente al oído que siguiera, que ella no vendría aquí. Entonces me besó y me dejé llevar, sintiendo sus labios. Con los ojos aún cerrados, cogió mi mano y la llevó hasta su miembro. Abrí los ojos, sobresaltada al sentirlo. Noté que sonreía con la comisura de los labios. Luego me preguntó si lo había hecho antes. Le miré, confusa. Luego tiró de mí para acercarme más, usando mi cuerpo como escudo por si aparecía mi abuela. Se inclinó hacia mi oído y voTomásEl servicio ya había terminado y yo estaba ordenando algunas cosas en la cocina para dejarlo todo listo para el día siguiente. Ya no me apetece trabajar aquí, echo de menos a Sofía. Ella me animaba cuando venía a trabajar. La veía tan humillada por ese viejo de Joaquim.Estaba terminando de lavar los platos que se sirvieron hoy a la hora del almuerzo. He tenido que hacerlo porque mi ayudante ha desaparecido no sé dónde, quiero decir, ha ido al almacén a por más material para hacer el trabajo de mañana, pero hace dos horas que se fue y no ha vuelto. Y no hay tanto para que tarde tanto. Por no hablar de la nueva camarera que ha contratado el viejo, que se dedica más a recogerse las uñas y revolverse el pelo que a servir mesas.Completamente diferente de Sophia, que, además de servir, prestaba atención a los clientes.
SophiaAcabo de decirle a Tomás que conseguí el trabajo, claro que no le conté cómo sería el trabajo porque él insistía y quería saber, y no sabía cuál sería su reacción si le decía que había aceptado un trabajo en el que tendría que ser mamá y criar a un niño, y que después de todo eso me pagarían más de 200 mil por el trabajo, creo que me diría que estaba loca, pero es la única manera de poder comprar las medicinas de mi abuelo y las cosas de la casa y ayudar también a mi abuela. Volvió a insistir y no supe qué decirle, así que intenté disuadirle, diciéndole que llegaba tarde, que tenía que irme a casa con esa carne que ya se estaba descongelando, y le pregunté si se iba a unir a la cola para aprovechar que había bajado el ritmo. Pensé q
SophiaAcabo de levantarme de la cama y al mirar por la ventana veo que aún es de noche, así que cojo el móvil de Vitor de la mesa para ver la hora y son las 5 de la mañana. No he dormido nada en toda la noche, no paraba de darme vueltas en la cama pensando en cómo va a ser para mí estar en el mismo techo que él. Claro que voy a estar con mis abuelos, no voy a estar completamente sola, pero aun así va a ser muy extraño porque no hace ni dos días que conocí a Vitor y me afecta de tal manera que no puedo explicarlo. Por no hablar del hecho de que cuando él estaba en la habitación conmigo ayer, por supuesto que estábamos discutiendo el futuro del niño, que ni siquiera ha aparecido todavía, pero aún así yo estaba preocupada, no sé si me gustaría tener a este niño sabiendo que iba a ser entregado a un orfanato con una f
SophiaEstaba de vuelta en mi habitación porque Vitor quería hablar conmigo y no entendía por qué no podía hacerlo en el salón, me dijo que sería molesto y que alguien podría interponerse en nuestro camino en ese momento, yo no entendía nada pero hice lo que me pidió y me dirigí a mi habitación nada más entrar y cerré la puerta. como ya estaba en mi habitación con la puerta cerrada, me pidió que pulsara el botoncito que hay aquí en el teléfono para hacer una videollamada, algo así hice lo que me pidió y de repente me puso el móvil delante y me estaba mirando y pude ver que estaba sentado sin camiseta en su cama creo que también era su habitación. Empecé a sentirme un poco incómoda porque nunca un hombre me había mirado así. Lo miro y le pregunto de que quiere hablar conmigo
SophiaVolteo a ver mi celular y noto que he oprimido el botón y desconectado la llamada, pero lo dejo ahí sobre la cama y luego intento levantarme y entonces pongo mi mano ahí y siento que estoy completamente mojada y poco a poco me doy cuenta de lo que acabo de hacer. Dios mío, todavía no me puedo creer que haya hecho eso en una videollamada, he tenido sexo, no literalmente sexo con él sino tocándome mientras él miraba, tío, todavía no me he quedado sin palabras pero fue realmente placentero, nunca lo había hecho en mi vida. Y me dijo esas cosas llamándome morena mirándome con tal erección que aún no me lo creo y coge el móvil para mirar la hora y se sobresalta que es sobre esa hora que mi abuela se despierta para ir al mercado me levanto deprisa quiero mis bragas que había puesto en la cama y me visto y me disfrazo para ir al baño n
TomásEstaba en el restaurante y hablaba con Júlio sobre el encuentro que había tenido con Sofia en el mercado. Le dije que me parecía muy extraña su forma de hablarme. Me preguntó qué quería decir con extraña y cómo podía haberla conocido en el mercado, pero entonces empezó a recordarme que es el lugar preferido de los gordos. Me quité el paño de cocina del hombro y le di un golpe justo en la cabeza cuando estaba fregando los platos y faltaba media hora para que abriera el restaurante, sintió el golpe, se quejó y me preguntó por qué había hecho eso. Me doy la vuelta y le miro a la cara y le digo que si vuelve a hacer una broma sobre el peso de Sofía se llevará otro y le advierto que si vuelve a hacer una broma como esa se llevará otro golpe y le advierto que voy a la cocina a prepararlo todo para cuando lle
VítorDespués de subir las escaleras y entrar en mi habitación, cierro la puerta. Me dirijo a mi cama y allí está el sobre que me dio mi hermano para que lo mirara, es el contrato para Sophia. Me siento en la cama y empiezo a leerlo, lo que había dicho en el desayuno estaba todo aquí. Que tiene que vivir aquí durante el embarazo hasta que nazca el bebé, que tiene todos los derechos para cuidar del niño y para ella como clínica, médico, nutricionista y también como ropa. Hasta aquí todo bien. Estoy de acuerdo con lo que dice el contrato. Menos mal que Bernardo hizo eso. Lo vuelvo a meter en el sobre y lo pongo sobre la cama. Inmediatamente me viene a la mente Sofía y me pongo a pensar en ella y en la mañana que pasamos juntos, fue lo más perfecto e inverosímil que pude haber hecho y lo loco que fue, como dice mi hermano, haberlo hecho c
SophiaNos despedimos y entonces apago el móvil y me acerco a la mesa que hay junto a mi cama. Luego dejo el móvil encima y me siento en la cama, esperando a que llegue. De repente miro hacia la mesa donde había dejado el móvil y veo un papel doblado. Me siento en la cama y me acerco a la mesa, luego estiro el brazo para coger el papel doblado. Cuando lo abro, veo que es el número anotado para Tomás y enseguida me viene a la cabeza que es el número que Tomás me había dado para cuando comprara un móvil y le llamara. Dios mío, ¿qué hago? Le llamo. Le echo de menos. Empiezo a marcar el número y Vitor ya no llega. Después de marcar un número, me pone el móvil en la oreja y espero mientras llama. No tarda mucho y oigo su dulce voz.- ¿Hola? ¿Quién es? - me pregunta. Permanezco en silencio. - ¿Puedes decirme qui&e