Vitor
Mientras el camarero nos servía, no dejaba de mirar a Sofía. Parecía inquieta, supongo que este tipo de lugares no forman parte de su mundo. Me di cuenta por lo poco que hablamos en el coche mientras no llegábamos. Es trabajadora, ayuda a sus abuelos con el dinero que saca, bueno, que sacaba de su antiguo trabajo, era camarera. Dijo que era como una pensión, trabajaba de día y de noche es una pizzería, algo así. Pero no me importa. Lo importante es que está en paro, y acabó aceptando mi propuesta. Ahora tengo que convencerla para llevarla a la cama y sentir ese cuerpo. Sólo de imaginarla desnuda encima de mí botando, sintiendo su sexo húmedo y mi miembro dentro de ella, hasta me falta el aire y mi "chico" ya está tieso.
Aparté ese pensamiento... Delicioso... Y miré a mi hermano pequeño con la cara desencajada, sé que est&VítorYo estaba allí delante de aquel camarero tirado en el suelo por el puñetazo que le había dado. Pronto llegó mi hermano, que se puso a mi lado y luego miró al camarero que estaba en el suelo con la mano en la cara.- ¿Qué has hecho, Vitor? - preguntó y se dio la vuelta, mirándome asombrado.- ¿Es que no ves? ¿O te has quedado ciego después de beber un vaso de vino? - Señalé al camarero lo que había hecho. - No creo que debas beber más..." Le levanté la mano en el aire.- "¡Deja de decir gilipolleces! No estoy ciego, veo lo que hiciste. ¿Pero lo necesitabas? - preguntó mirándome fijamente y yo lo ignoré y volví mi atención al camarero, que intentaba levantarse. Levantándose, me miró con la mano en la cara.- ¿Está
El camarero acababa de dejar nuestra mesa y yo no podía creer lo que veía y oía. Se disculpó por la forma en que habló de mí. Yo estaba fuera de combate después de aquella actitud, más aún desde que Vitor se dirigió a él para disculparse por la forma en que me trató después de oírle hablar. De repente sentí que alguien me agarraba de la mano y cuando me giré, era Vitor y me preguntó cómo estaba. Le contesté, diciendo que estaba bien y cuando iba a decir algo más, apareció su hermano cortándome el paso y tirando de la silla para que me sentara y le habló al hermano de que todo había ido bien, que no había ninguna confusión y de repente me miró y luego volvió a mirar a su hermano, diciendo que en cuanto nos dieran las órdenes, que se fueran a casa. Pero Vitor le corrigió, dicien
SophiaDespués de que se fueron, me di la vuelta y caminé hacia mi casa, pronto abrí la puerta y entré. Noté que no había nadie en el salón, miré hacia la habitación que daba a la cocina y vi a mi abuela cocinando algo. Y pensé como le voy a contar a mi abuela la propuesta que me hizo Vitor. Ella estaba de espaldas a mí, creo que no me vio llegar, así que me acerqué a ella con cautela para saludarla.- Hola abuela, acabo de llegar. - Le toqué el hombro.- Hola Sophia. - Se volvió para mirarme. - ¿Ya vienes? ¿Ya has comido? - preguntó y volvió a centrar su atención en la cocina.- Sí, vocecita. He comido algo fuera, no te preocupes -respondí a su pregunta. Cogió la cuchara que estaba removiendo de la sartén y se la puso en la palma de la mano, proband
SophiaEstaba en mi habitación. Miré el móvil que Vitor me había dejado. Eran las siete de la mañana y no había dormido nada. Me preguntaba cómo contarle a mi vocecita la propuesta de Vitor... Como ella es muy conservadora, probablemente no le guste. Pero la propuesta es muy buena y sin contar que con el dinero, podré volver a la universidad y ayudar a mi abuelo con sus medicinas.No tengo ni idea de cómo contarle esto y todavía voy a tener que llamar a Vitor para que me recoja y poder ir allí porque está acordado que recibiré esta cantidad durante el embarazo, viviendo con él.No sé qué hacer. De repente oí que alguien llamaba a la puerta. Me levanté y fui a la puerta, la abrí y vi que era mi vocecita.- Buenos días. Vamos, he puesto el desayuno - dijo y sonrió después
VítorEstaba pensando en lo que acaba de decir mi hermano. Si la llevo a mi habitación para tener sexo, ¿querrá denunciarme por acoso? Sacudí la cabeza, negando que fuera a hacerlo. ¡Claro que no! Entonces miré a mi hermano, que se había terminado el café.Le dije que para no correr ese riesgo, después de ir a recogerla, iríamos a la notaría y redactaríamos un contrato para que no supiera del riesgo de acoso contra mí, así no puedo correr ese riesgo.Mi hermano me miró y le pareció una buena idea, pero dijo que en lugar de ir al registro civil, podía llamar al abogado de la empresa para que redactara el contrato. Se estaba levantando y le pregunté adónde iba. Teníamos que pensar qué poner en el contrato, pero me recordó que tenía que ir a la empresa. Así que me
SophiaEstaba en mi habitación después de desayunar y mi abuela había ido al mercado, necesitaba comprar verduras para el abuelo. Volví a mi habitación y mi móvil volvió a sonar, era Vitor que me llamaba. Como antes, no pude contestar porque estaba hablando con mi abuela, me preguntó si iba a trabajar hoy y me inventé la excusa de que empezaba mañana. Con el móvil en la mano, mirándolo y esperando a que Vitor me devolviera la llamada, no tardó mucho y el teléfono empezó a sonar. Pronto miré la pantalla y ponía hermano en la llamada, entonces contesté y me acerqué el teléfono a la oreja. Oí la voz de Vitor y le pregunté si era él. Me dijo que sí y me preguntó cómo estaba. Le dije que estaba bien y quería saber si ya le había dicho a mis abuelos que era la madre
SophiaEstaba en medio de la sala escuchando hablar a Vitor y la forma en que hablaba del niño, desechándolo como si fuera un zapato viejo que ya no quería ponerse, me dejó impactada. ¿Así que quiere que yo tenga su hijo y luego lo tire? Le miré así, asombrada es la palabra. Me sorprendió la forma en que lo dijo.Estoy realmente confundida al respecto. Mientras hablaba, fui a guardar las cosas que habían sobrado del desayuno y en cuanto las cogí, las guardé. Cogí las tazas y todo y las llevé al fregadero y empecé a lavar todas las tazas y luego las enjuagué y luego las metí en el armario. Cuando me di la vuelta para limpiarme las manos en el paño que estaba junto a la mesa, vi que mi abuelo entraba en su habitación, que estaba a la entrada de la cocina. Me miró y movió la cabeza negativamente y emp
SophiaMe quedé en el mismo sitio, viendo cómo mi abuela agarraba a Vitor del brazo y tiraba de él hacia la puerta, luego la abría y lo sacaba fuera. Después la cerró en sus narices y vino dando zancadas hacia mí. Tenía una mirada muy enfadada.- Sophia, ¿cómo puedes dejar pasar a ese cabrón? - exclamó con un tono de voz severo.- 'Pero abuela... Él no es...' dije en voz baja y ella me cortó:- No puedes ser tan inocente. - Pasó junto a mí hasta la mesa, sacó una silla y se sentó. - Tráeme un vaso de agua, hija -me pidió señalando la nevera-. - Me ha dado sed.- No deberías haberle hecho eso a Vitor", le dije, yendo al armario a por un vaso y abriendo la nevera. Me acerqué a la mesa donde ella estaba sentada, puse el vaso sobre la mesa y luego em