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Capítulo 3

Nathan

Salgo del vestidor y cuando me dirijo a la puerta...

—Nathan —volteo y veo que es Javier el que me llama, me acerco a él.

— ¿Que pasa Javi? —cuestiono llamándolo por el apodo que él odia, me mira mal y yo levantó la manos en son de paz.

—Necesito que vengas a mi oficina para que conozcas a tu nueva masajista —solicita para camina a su despacho conmigo detrás— ¡Ah!, Nathan necesito que mantengas tu polla lejos de esa vagina, no quiero despedir a otra masajista, así que cuando sientas deseo por ella date una ducha de agua fría o utiliza tus manos —murmura entrando al despacho.

Yo quedó sorprendido por sus palabras y después de que reaccionó entro y lo primero que mis ojos captan son unas largas piernas bronceada por el sol, voy subiendo mi vista y atrapo mi labio inferior con mis diente.

Llegó a esos redondo pechos que de seguro caben en una de mis manos, siento un pequeño tirón en mis testículo y subo mi mirada para encontrarme con unos labios rosados que de seguro saben exquisito, llevo mi mirada a los de semejante espécimen y me quedo mirándola fijamente, nunca había visto unos ojos tan profundo y con ese azul tan oscuro como el mar. Salgo de mis pensamientos cuando dicen su nombre, Ximena un nombre hermoso para alguien hermoso. Ella es la primera chica que me deja impresionado con su belleza.

—Un placer conocerte Ximena —digo mi voz ronca y coqueta tendiendo mi mano derecha.

—El placer es mío—murmura neutra y sería, ¡Wao! Qué carácter tiene esta mujer.

Después de una hora explicándole los día que tendrá que venir para mi sesión de masajes y también que tendrá que ir conmigo y Javier a mi torneo en Europa cada quien se va a su casa.

(....)

Llegó a mi casa y aún no puedo dejar de pensar en esa chica, voy a mi habitación me despojo de mi ropa quedando desnudo, preparo un baño en la bañera para relajar mis músculo, porque hoy no estoy por follar para liberar la tensión de mi cuerpo. Le hecho un poco de gel con olor a durazno y entro en la bañera, el agua está caliente pero no a una temperatura que pueda quemar mi piel.

Procedo a lavar mi cuerpo, paso mi mano por mi abdomen y cierro los ojos para relajarme y me llega la imagen de la boca de Ximena y me la imagino chupándome la polla, me pongo duro y llevo mis manos a mi miembro y comienzo atrasar círculo sobre mi glande, llevó mi otra mano a mis testículos y comienzo a masajearlos.

Muevo la mano que tengo en mi polla más rápido haciendo más presión, sintiendo a si mis venas inflamadas por la excitación. Y es ahí cuando abro los ojos y caigo en cuenta de lo que estoy haciendo, me levanto de un solo movimiento sin importar que el agua se derrame en el suelo miro mi polla que está en todo su esplendor con la punta hinchada por la excitación y la sangre que está llegando a ella.

Voy a la ducha y abro el agua fría para bajar esta erección. Esta es la primera vez que me masturbó pensando en una mujer, yo nunca hago algo como eso, <<Que será lo que me está haciendo esta mujer. Solo la conozco de un día y ya me provoca todo estas sensaciones extraña>> pienso.

Mañana mismo me tengo que follar a unas tías bien buena que me dieron su número para un trio. Creo que así lograre sacar a la Ximena esa de mi mente. Después de treinta minutos en la ducha con agua fría logro bajar esta erección. Salgo y tomo una toalla, la envuelvo en mi cadera. Salgo del baño. Cuando estoy en mi habitación quitó la toalla y la dejó en un pequeño sofá que tengo en mi habitación.

Levantó la colchas blancas y entro en ella, miro a mi polla que está flácida pero como quiera se ve bien en su tamaño de reposo.

—Mañana te toca doble, cabrón con suerte, murmuro mientras me acarició la polla. Me cubro con las colchas y no duro mucho para caer en un profundo sueño.

(...)

Escucho que suena la alarma para salir a correr mis dos kilómetros, me levanto, voy al baño y me lavó la cara para despejar el sueño, bajo a la cocina, <<Sí, ando desnudo por la casa>>, preparó una ensalada de frutas me la como y luego subo al baño para lavar mis dientes. Entró nuevamente a la habitación tomó un bóxer me lo colocó también una licra color militar para correr y tomo una musculosa que también es estilo militar.

Me miro al espejo y miro mi entrepierna veo que se nota mucho con esta lycra, así que introduzco mi mano dentro de mi ropa interior y acomodo mi polla mejor para que no se note tanto, ya a que a veces hay fotógrafo de revistas de farándula y no quiero salir en una de esas por andar con el paquete marcado. Después de colocarla en una mejor posición, me miró de nuevo y veo que ya no se nota tanto. Salgo de mi casa y voy a un parque que hay en la residencia, ya que es mejor porque aquí solo pueden entrar personas autorizadas procedo a hacer mis estiramientos y comienzo a trotar.

(...)

Llego al gimnasio y voy directo a mi vestidor tomó una venda negra y empiezo a envolverla en mi mano, veo que trajeron una especie de camilla para masaje y ahí es cuando caigo en cuenta que hoy me toca mi primera sección de masajes. Término de colocar las venda y me pongo unos guantes negro pero no son de box son otros guantes más pequeños, tomó la cuerda y me pongo a saltar en ella.

Una hora después, ya he terminado mi rutina de ejercicio, ensayé algunas técnicas con Javier y me dice que mi masajista espera por mí. Voy a mi vestidor y veo a Ximena con la camilla lista con algunos productos colocado perfectamente en una tabla.

Paso de ella y sin importar que ella esté ahí, me quito toda la ropa quedando desnudo, entró a la ducha después de abrir y cerrar la puerta de cristal para luego abrir el grifo, el agua fría comienza a caer en mi cuerpo. Cuando estoy completamente lavado abro la puerta pero no salgo completamente de la regadera solo tomo una toalla que está cerca de la puerta y la enredó en mi cadera para así salir.

Voy al casillero en donde guardo mis bóxer y tomó uno negro, retiró la toalla y volteo a ver qué está haciendo Ximena veo que está organizado uno envases que ni tengo idea de que son, ella se gira y me mira.

—Puede colocarse su ropa interior así puedo empezar mi trabajo, no es necesario que permanezca desnudo —informa mirándome a los ojos, ¡Joder! Me sorprende su actitud es la única mujer que no me devora con la mirada y eso que estoy desnudo dándole una buena vista de mi polla.

— ¿Y si no me los quiero colocar? —Cuestionó de manera burlesca para comprobar el límite de tolerancia de la hermosa mujer de cabellera negra.

—Bueno entonces, te acuestas en la camilla para comenzar con el masaje —comenta con una de sus ceja arqueadas. Por lo que veo esta chica es difícil, me colocó la ropa interior y le guiño un ojo, subo a la cama para que comience con la sección de masaje. —El masaje de hoy es para bajar la tensión de los hombros —me informa y comienza aplicar un aceite en mis hombros, masajea esa parte y con cada apretón de sus manos una corriente de placer es dirigido hacia mi polla.

Ella continúa y hace un poco más fuerte su agarre en los hombros, yo suelto un gemidos de satisfacción por lo bien que hace su trabajo.

— ¡Dios! Eres muy buena en esto —murmuró entre jadeo. Aunque con el dolor en mis bolas no me puedo concentrar en el masaje.

La suerte es que estoy acostado en la cama dándole la espalda veinte minuto de un torturante placer fue lo que duró el masaje y ya la mujer está tomando sus cosas para marcharse, espero que salga para poder pararme de esta cama. Cuando Ximena sale del vestidor, miro mi entrepierna y veo que tengo un gran problema que resolveré con un buen trío que me espera.

Tomó un jean negro y una camisa blanca, cuando tengo la ropa colocada acomodo mi polla para que no se note tanto, me pongo la camiseta, tomo dos preservativo y lo coloco en mi cartera. Sí, tengo muchas cosas en este vestidor, agarro mi teléfono y llamó a la chica que me dio su número hace unos días.

Le digo que me esperen en el hotel Madison y salgo para ya llegando en unos quince minutos estoy entrando a la habitación súper excitado, pero cuando ingreso me sorprendo con lo que me espera en la cama. 

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