Omnisciente
Va esa joven de cabello negro como la noche con unas curvas de infarto saliendo de su apartamento. Cuando llega a recepción la llama el que cobra las cuotas de los apartamentos.
— ¿Ximena cuándo es que vas hacer el pago? —Cuestiona en tono gruñón la Joven lo mira apenada.
—Por favor deme un mes y prometo que le pagó —pide en con un tono de súplica—Es que me acabo de graduar y aun no encuentro trabajo. —El cobra cuotas se acerca a la Joven y le entrega un periódico.
—Ten para que te pongas a buscar empleo, porque si no pagas lo que debes deberás abandonar el apartamento. La joven mira el periódico y ve que se busca masajistas sube emocionada a su apartamento, toma su teléfono y llama al número.
—Buenos días —saluda una voz bastante ronca y varonil al otro lado de la línea.
—Hola, buenos días, me llamo Ximena Ferreira, llamo por el trabajo de masajista —contesta la joven.
—Oh. Mucho gusto Señorita, soy Javier Grullony está usted de suerte es la primera en llamar así que la espero en el gimnasio Águila de la noche, mañana a las tres de la tarde tiene que estar aquí.
—Muchas gracia señor Grullony estaré allí a esa hora—se despiden. La joven comienza a chillar como una loca por todo el apartamento.
Ximena
Hoy me levante muy feliz, ya que me acaban de dar el trabajo como masajista, ahora me encuentro en mi apartamento arreglando mi closet porque estaba hecho un desastre tengo que estar en el gimnasio a las tres de la tarde y ahora es que son las diez de la mañana.
Tengo dos horas arreglando mi closet. Término de colocar la última prenda donde va y tomo un vestido negro hasta la rodilla y unos tacones de aguja negro con eso es que voy a ir a la presentación ya a que Javier me dijo que me va a presentar a quien le hare los masajes durante un tiempo. Coloco el vestido en la cama y me quito la ropa que tengo puesta, me voy al baño y lleno la tina de agua tibia, coloco unos jabones con olor a jazmín y me introduzco en el agua. Duro uno treinta minutos y salgo envuelta en una toalla, tomo mi sostén blanco y mis bragas del mismo color, me la colocó al igual que el vestido.
Mi cabello negro largo lo ondulo y me maquilló un poco, tomo mis tacones y me lo pongo. Miro mi reloj y veo que me queda una hora para irme al gimnasio, bajo a la cocina y hago una ensalada de frutas, termino y como todo. Subo a la habitación tome mi bolso y llaves. Salgo de mi apartamento, bajo en el elevador. Cuando estoy fuera del edificio voy a la parada de taxi y tomo uno, le doy la dirección. Estoy muy nerviosa. Quince minuto y ya estoy entrando al gimnasio, voy directo a recepción.
—Buenas Tardes tengo una entrevista con el Señor Grullony —anuncio a una joven de pelo rubio que se nota que es teñido. Me mira y me indica donde es la oficina, veo que hay que pasar por donde están todos esos hombre, entró y todos me mira y yo solo paso con la frente en alto.
—Oye muñeca —llama uno, lo miro y veo que es un moreno con más músculo que neuronas de seguro. Volteo mi rostro y sigo caminando hasta llegar a la oficina donde toco la puerta.
—Pase —solicita una voz gruesa.
Entro y veo a un señor como de unos 47 años pero que se ve que se mantiene en forma.
—Saludo, soy Ximena Ferreira usted debe ser sino me equivoco el señor Grullony —sonrió.
—Está usted en lo correcto señorita —murmura con una sonrisa en sus labios—Tome asiento por favor —tomo asiento en unos sillones frente a él—Espéreme aquí señorita. Voy a ir a buscar al joven para él cual usted trabajara —Se Levanta de su asiento y veo que es muy alto, sale de la oficina.
Quince minutos y entra el señor Grullony con un chico de unos 26 años de tez canela con un cuerpo de infarto, lo observó y va con una musculosa y un pantalón corto tiene el pelo medio mojado pero se ve que su cabello es negro, veo sus ojos y tiene unos ojos color avellana.
Entran los dos y yo me paro de mi asiento.
—Nathan ella es tu masajista Ximena y Ximena él es a quien le darás los masajes —nos presenta Javier.
Él chico que ahora sé que se llama Nathan me mira de arriba abajo y se muerde los labios.
—Un placer conocerte Ximena —murmura con una voz ronca y un tanto coqueta estirando su mano derecha hacia mí. La tomo y le doy una apretón sintiendo una descarga eléctrica y parece que el la sintió, yo decido pasar de ella.
—El placer es mío—es lo único que le digo con voz seria y neutra.
Nos ponemos de acuerdo en los días que vendré y también me dicen que viajaré a Europa con ellos porque tienen un campeonato o un yo no sé qué, ya a que no me interesa nada de ese mundo, no soy muy fans de ello hasta me enteré de que el tipo ese es famoso y uno de los mejores en el boxeo.
Nathan
Cuando llego a mi habitación voy directo al baño, entro abro la ducha a la cual entro sin siquiera preocuparme de poner una temperatura agradable.
Tomó mi gel de baño y lo aplico en mi cuerpo, froto cada rincón de mi cuerpo. Después me introduzco debajo de la lluvia artificial y me recuesto de la pared mientras el agua cae sobre mí.
Mi mánager me dice que tengo que sentar cabeza porque tengo 27 años y no tomo a ninguna mujer en serio. Cómo cree él que la voy a tomar enserio si son así tan fáciles que solo por ver una cara bonita y un cuerpo trabajado ya la tienes en el piso de rodilla chupándote la polla, me gustaría una mujer que me la ponga difícil.
Después de estar cinco minutos pensando salgo de la ducha, tomo una toalla y la envuelvo en mi cadera mientras que con otra seco mi cabello que no están largo ni tan corto. Cuando estoy completamente secó voy a la cama y me acuesto desnudo.
Cuando me el sueño está por entrar en mi suena mi teléfono lo tomo y miro el identificador de llamadas y es Javier mi mánager.
Llamada telefónica con Javier.
— ¿Qué pasa Javi? —cuestiono con la voz medio apagada por el sueño.
—Solo te llamo para avisarte que ya tengo a tu nueva masajista y espero que no te la folles porque si te follas a esta, te quedas sin masajes —gruñe enojado.
—Está bien, prometo tener mi verga lejos de su vagina aunque si ella se pone fácil no dudare ni un segundo en follarme a esa chica —suelta un gruñido y me cuelga la llamada. Coloco el teléfono en la mesita de noche y me cubro con la corcha de la cintura para abajo dejando así mi parte intimas cubierta para luego caer en un sueño profundo.
(...)
Escucho mi alarma sonar y veo que son las cinco de la mañana, me levanto, voy al baño y me lavó los dientes, me coloco una ropa deportiva y bajo a la cocina donde preparó mi botella de agua y me como una manzana.
Sí, me levanto a la cinco de la mañana para correr dos kilómetros e ir al gimnasio y practicar un poco porque dentro de poco tendré que tomar un avión para Europa. Salgo de mi casa y comienzo a hacer estiramiento en un parque que hay cerca. Después de hacer unos cuantos estiramientos me colocó los cascos o audífono y comienzo a trotar.
(....)
Después de correr mis dos kilómetro entró al gimnasio que abre desde la seis de la mañana hasta la doce de la noche, no saludo a nadie y voy directo a mi vestidor, me colocó unas vendas para mis puños. Salgo directo al saco de box y comienzo a dar puñetazos al saco.
Treinta minutos y llega mi mánager.
—Nathan al ring con el nuevo —subo al ring sin siquiera preguntar quién diablos es el nuevo tomo unos de los protectores que me pasa Javier y lo coloco en mi boca. Cuando volteo veo a un tipo que es puro músculo esto será pan comido, ya a que estos son los más fáciles de vencer.
Levantó los brazos para proteger mi rostro, nos colocamos en guardia y comenzamos a dar círculo en el ring, él suelta el primer puñetazo y yo lo esquivo.
Yo le doy un puñetazo en sus riñones y otro en su costado izquierdo, ya a que soy más rápido que él y como dijo Javier él es un novato. Por estar pensando me da un puñetazo en el rostro eso hace que lo mire con enojo y hace que le dé un puñetazo de lleno en la nariz que lo manda al piso. Salgo del ring directo a mi vestidor, me quitó los guantes y la venda para luego quitarme la ropa quedando desnudo y con el cuerpo sudado, entro a la ducha para quitar todo el rastro de sudor de mi piel.
Cuando estoy completamente limpio salgo de la ducha y tomo un pantalón corto que tengo en mi vestido me lo coloco así sin bóxer y agarro una musculosa. Salgo del vestidor y cuando me dirijo a la puerta...
NathanSalgo del vestidor y cuando me dirijo a la puerta...—Nathan —volteo y veo que es Javier el que me llama, me acerco a él.
NathanLas dos chicas que cite para follar están en la posición 69 comiéndose el coño mutuamente, joder. Yo que vengo con una erección que me tiene las bolas morada y encuentro esto, puto afortunado.
NathanTreinta minutos acostado boca arriba para no manchar las colchas, suspiro y me levanto para ir directo al baño donde abro la ducha, entro en ella y la lluvia artificial se encarga de eliminar el semen que tengo esparcido por mi pecho y abdomen.
NathanTengo dos días pensando en el beso que le di a Ximena, << ¡Dos puto días!>> y no se me sale de la cabeza, es la primera mujer que me prende con un beso, no sé qué diablo me pasa y para el colmo no la he visto desde el beso. XimenaAun no puedo creer que yo haya despertado de esa manera sobre Nathan, ¡Dios! Sentir ese rico aroma y su cuerpo caliente fue lo mejor del mundo aunque trate de disimular, pude sentir una erección en su pantalón.Nathan es un hombre hermoso, pero lo que tiene de hermoso lo tiene de gilipolla, no puedo creer queCapítulo 7
NathanNos colocamos frente a frente en la cama, tomo una de sus pierna y la coloco en mi cadera, bajo una de mis manos a mi polla dura y gruesa, me masturbo mientras devoro sus grandes senos, ella gime excitada. Introduzco la punta de mi miembro en su entrada y la vuelvo a retirar hago el mismo proceso tres veces y entro de una sola estocada, soy recibido por su estrecha pared y cálido interior, suelto un ronco jadeo y ella gime e intenta besarme yo retiro el rostro para que lo haga.
NathanMe encuentro en el gimnasio pegándole al saco de box estoy enojado porque Ximena no me correspondió el beso, no sé ni porque me enojo si ni siquiera es nada mío creo que solo con un buen polvo que le eche dejare de estar de esta manera por ella, pero la condenada se resiste a estar conmigo. Ximena— ¿Qué paso entre ustedes? —Pregunta Javier después de que Nathan se fuera azotando la puerta bastante enojado.—Solo una pequeña discusión, —murmuro restándole importancia.Capítulo 10