Capítulo 5

Nathan

Treinta minutos acostado boca arriba para no manchar las colchas, suspiro y me levanto para ir directo al baño donde abro la ducha, entro en ella y la lluvia artificial se encarga de eliminar el semen que tengo esparcido por mi pecho y abdomen.

Cuando termino de bañarme salgo con mi toalla en la cadera camino hasta mi closet donde agarro un jean y una camiseta blanca. También me colocó unos zapatos de vestir negro, tomó un saco azul marino y mis lentes de Versace salgo de la habitación para ir hasta mi estacionamiento donde tomo mi Mercedes-Benz negro, me subo para salir directo al gimnasio donde tengo una oficina.

Les explico:

El gimnasio está ubicado en un edificio de tres niveles, el primer nivel es el gimnasio donde está también el ring de box, el segundo nivel es donde está el Spa y la estética mientras que en el tercer nivel está mi oficina.

Llegó y estaciono el coche, entro y voy a las escaleras, llego a mi oficina y veo a mi secretario. ''Sí, tengo un secretario'', porque bueno tuve cuatro secretaria ante que este y me las tire. Después tuve que despedirla porque comenzaron a decir que estaban enamoradas de mí, que seriamos feliz para siempre, etc. Y yo nunca repito con la misma chica por esa misma razón.

Lo saludo y entro a mi oficina, voy a mi escritorio y dos minutos pasan, entra mi secretario, me entrega unos papeles para que firme el contrato con la constructora que construirá mi nuevo gimnasio en New York.

(...)

Dos horas en mi oficina y término lo que tengo pendiente para hoy, como estoy aburrido bajo al gimnasio y entro a mi vestidor, me quito toda la ropa quedando en bóxer y me pongo una deportiva.

Cuando estoy vestido voy directo a la caminadora para hacer cardio tengo que comenzar a entrenar de a duro y concentrarme en la próxima pelea, ya en dos días tengo que viajar a Europa. Así que desde hoy estaré sin sexo hasta que termine el torneo, pensándolo mejor comienzo mañana lo de no follar y más tarde me tiro a una o tal vez dos chicas.

Quince minutos en la caminadora y voy al saco de box donde comienzo a dar golpes sencillos hasta que comienzo a pegar más fuerte, ya a que me llegan recuerdo de cómo mi madre me golpeaba.

Flashback

Soy pequeño y me encuentro llorando porque caí y me pele las rodillas tengo mis manos en mi boca para calmar los sollozo, ya a que si mi madre me escucha me pega porque odia a los muchachos llorones.

— ¡¿Pero qué es lo que te pasa mocoso?! —Exclama mi madre mirándome con odio.

Yo solo comienzo a temblar de miedo porque sé lo que viene, ella se acerca con un cinturón en mano y me comienza a pegar con la parte de metal del cinturón, mientras yo suelto gemidos de dolor.

Fin del flashback


Salgo de mi recuerdo cuando siento unas suaves manos en mi hombro derecho, giró y me encuentro cara a cara con Ximena que me mira preocupada.

La miró con la respiración agitada.

— ¿Qué? —cuestiono de la manera más cortante y fría.

—Estas sangrando, detente—comenta mirando mis manos y tomándola entre las de ella, ahí es cuando caigo en cuenta que mis manos están sucia de sangre porque no tenía los guantes puesto, ella me jala y me lleva a mi vestidor, yo me dejo llevar. Me dice que tome asiento y obedezco toma un botiquín y comienza a limpiar mi herida con cuidado, yo solo la miro en silencio mientras cura mi herida. Termina de aplicar una crema para que cure más rápido y me mira a los ojos, yo hago lo mismo conectando con los azules de ella.

Dirijo mi mirada a sus labios y tengo unas terribles ganas besarla desde que la conozco, veo que ella baja la suya hasta los mío y esa es la señal para que la bese.

Tomo sus labios que son suaves y encajan perfectamente con los míos, el beso es tierno. Es la primera vez que beso a alguien sin tener sexo o ganas de follarmela contra la pared.

Introduzco mi lengua en su boca hasta que se encuentra con la suya y armar una batalla en su boca, nos separamos por falta del maldito oxígeno, jadeando en busca de aire con nuestra frente pegada y nuestros labios rozándose.

Este es el primer beso que me hace sentir tantas cosas que ni sé que son, porque es la primera vez que la experimento, no tengo idea de si es a esto es a lo que las personas llaman ¿Amor?

Ella se separa de mí y sale corriendo del vestidor, mientras yo me quedo como tonto mirando por donde se fue, no voy detrás de ella porque tengo que aclarar mis pensamientos, Ximena no puede gustarme, no es para mí. Yo estoy roto y eso es algo que nunca se va arreglar ''Creo, porque ya no estoy seguro de lo que pienso'', suspiro y paso mi mano frustrado por mi cabello.

Ximena

Dos días han pasado desde que Nathan y yo nos besamos en su vestidor. Hoy es el día en que tengo que tomar un avión a Europa con él. Dios, fue el mejor beso que he tenido, no sé cómo lo voy a mirar a la cara, ese beso despertó miles de emociones en mí creo que me gusta el boxeador y no es una simple atracción como yo pensaba, es algo más.

Lo malo de todo esto es que me toco enamorarme del chico mujeriego tengo que sacarme eso de la mente, yo no puedo estar enamorada de Nathan, él no es para mí nunca dejará de ser un mujeriego por estar conmigo, para que conformarse con una, si puede tener a todas la que quiere solo con un simple guiño de ojo.

Ahora me encuentro terminando de arreglar mis dos maletas, una es para mi ropa y la otra para llevar los productos para los masajes.

Dejo de pensar en Nathan y voy al baño, preparo la ducha para entrar en ella, me desnudo, entro y comienzo a lavar mi cuerpo y cabello. Aún tengo dos horas para estar lista, nuestro vuelo sale a las 5:30 de la tarde y ahora es que son las dos.

Termino de lavar mi cuerpo y cabello, salgo con una toalla envuelta en el cabello y otra cubriendo mi cuerpo, camino hasta mi closet y tomo un vestido que me llega a las rodillas, pegado en mi cintura dándole esa forma curvilínea que tengo mientras que en la parte baja es suelto, me coloco una zapatilla de plataforma blanca. Me acerco al espejo y me hago un maquillaje suave, me quito la toalla de mi cabello que está húmedo y lo dejo así al natural. Bajo a la cocina donde me preparo sándwich para el avión, preparó paro también algunos para Nathan y Javier, no soy amante de la comida de los aviones.

Voy al mueble y me pongo a comer lo que prepare para mí, enciendo la TV y veo un programa donde están hablando del torneo de Nathan en Europa y por lo que escuchó es uno de los mejores en el mundo del boxeo, no se muchos de esos temas.

Pasó una hora viendo TV para después ir por mis maletas, la bajó hasta la sala y cuando estoy por subir por mi bolso escucho el timbre del apartamento sonar.

Voy hasta la puerta y abro, no puedo creer lo que ven mis ojos. Es el mismo Nathan en persona, ese chico por el cual he estado pensando desde que me beso, se acerca a mí y me toma por la cintura para pegarme a su cuerpo.

— ¿Qué hac... —No termino de hablar bien porque ya tengo sus labios sobre los míos, me besa con desesperación y le sigo el beso baja sus manos a mis nalgas y me levanta logrando que envuelva mis pierna en su cadera.

Lo siento que camina, cierra la puerta con el pie, me acuesta en el mueble y se sube sobre mí, baja sus labios a mi cuello y es ahí que caigo en cuenta de lo que está pasando, lo empujó y él me mira confundido.

— ¿Quién te crees para venir a mi apartamento a besarme? ¡Idiota! ¿Acaso crees que soy una más de tu putas?! — exclamó furiosa, le doy un empujón para que se quite, pero es puro músculo por lo que se baja y me mira confundido por mi reacción.

—No eres una de mis puta como dices, pero no puedo contenerme tengo dos días pensando en ti, ¡Dos putos días! —Gruñe alborotando su cabello con frustración—Es una jodida mierda.

— ¿La misma frase que le dices a todas para follar? —Cuestiono sarcásticamente y él me mira con enojo, pero también logro ver que está ofendido por mi pregunta.

— No, porque con las que follo no tengo que hablarle, ni pasar palabras con ellas. Vienen sola hacía mí —murmura.

— ¡Felicidades! ¿Te daña el ego de macho pecho peludo que no sea una más en tu larga lista? —Cuestiono con burla y sarcasmo mientras arqueo una de mis cejas.

— Toma tus cosas que tenemos que irnos al aeropuerto —ordena serio tomando la maleta más grande y dejarme la pequeña, ''Será bipolar'' pienso.

Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo