Celos
La busqué mucho tiempo durante el descanso, pero no la encontraba, no había notado hasta en ese momento que mi escuela era bastante grande. Recorrí cada rincón, pero no lograba hallarla. Estaba agotado y al final, la encontré de nuevo en la biblioteca, estaba sentada con el perdedor de David, sentí ganas de escupirlo, pero no sé por qué. Me senté junto a ellos sin importarme un bledo si los interrumpía o no.-Buen baile Mia, me dieron ganas de comerte- Le dije sonriendo.-¿No ves que estoy ocupada?-Me dijo bastante molesta.-No, no lo veo.-Lindo vestido Nathan.-Me dijo Mía.-¿Cómo sabes mi nombre?-Todos lo saben-Respondió el maldito David, el no debió nacer. ¿Quién carajos te dijo que hablaba contigo? Infeliz.-¿Qué querías decirme?-Me dijo Mía resignándose.-Me gustó lo que hiciste al frente, tienes mucho talento.-Está bien.-Eres una caja de sorpresas. Sabes patear y sabes bailar, y ambas cosas las haces muy bien.-Asintió, no tenía expresión alguna.-Por cierto, ¿ustedes son…?-Me interrumpió.-No, es solo un amigo, ¿es que estás celoso?-Me dijo mía y yo me sentí muy incómodo.-¡Claro que no!-Te di donde era, ¿no es así?-Dijo con satisfacción y no tuve forma de negar lo obvio.-Predecible.Luego sonó el timbre de regreso a clases y el cómo el buen idiota que era, corrió hasta su mochila y salió disparado a su salón de clases, pero en cambio, Mía con más calma, recogió las cosas que tenía en el piso (cremas, menjunjes, todo tipo de cosas extrañas), ¿quién trae ese tipo de cosas a la escuela?-¿Qué harás este fin de semana?-Le dije de una forma bastante evidente.-Pues para ti, estaré ocupada.-Vamos, ¿puedes el viernes? Podemos hacer algo divertido, quizás…-Tengo que practicar tang so doo en la noche.-Y el sábado…-Estaré haciendo cosas.
-Vamos, sé que tienes tiempo.-No, lo siento.-Está bien-Fue una especie de dolor-incomodidad lo que sentí al ver que me rechazara tan rápido, pero bueno, tampoco puedo culparla. Me acerqué de buenas a primeras a ella por aburrimiento, de forma tajante e irritante, es lógico que me rechazaría, no pensaría que hablo en serio, pero le voy a demostrar lo contrario. Deseo conocerla y que ella me conozca a mí, sé que tengo mucho para dar y Mía… no lo sé, debe haber un motivo por el cuál esté siempre a la defensiva, algo debe haberle sucedido porque he notado que no solo es cortante conmigo. Es así en general con la gente.A veces la observo cuando camina por los pasillos. Al principio, ni notaba que me quedaba mirándola, lo hacía de forma inconsciente, y notaba que no se acercaba demasiado a nadie, mantenía una distancia más que prudente, era exagerada, pero se mantenía siempre sin expresión y a la defensiva. Pareciera que desconfiara de todo y todos, pero eso debe tener algún transfondo, es otra de mis teorías, o si no, es que simplemente es extraña y pues, ya. Que creo que sería lo mejor, no quiero que tenga ningún trauma horrible o algo así.Entonces, así sin más, empezaron a crecer mis sentimientos hacia ella, tan rápido como una avalancha de nieve costado abajo. No podía controlar la forma en que esto avanzaba.Desde ese día me llené de unos celos enfermizos, no tanto en ese momento si no un par de días después que la vi a la salida con otro elemento, del cual pro supuesto, tampoco sé su nombre y me invadió una profunda ira asesina. Esto quiere decir dos cosas: o es hermano de ella, porque permite que sea muy cercano hacia ella, pero eso no es posible al no parecerse en nada a ella. El susodicho elemento tiene el cabello negro, completamente detestable e incendiable. Pensaba cada vez que lo veía pasar junto a ella, lo fácil que sería y lo que tardaría, en verter alcohol sobre su pelandrera y prenderle fuego. Por supuesto no quiero que muera, o sí… bueno no, pero calvo al menos sí quiero que quede. Tal vez debería mejor podarlo. La otra opción, que es la más factible, es que sea su novio y que este, de alguna forma increíble, logró cavar sobre el hielo exterior que rodea a Mía y la pregunta más grande es: ¿cómo lo hizo? ¿qué clase de ritual pagano o qué deidad rezó para lograr tal hazaña con cuán mujer impenetrable? Era todo un misterio, y uno que me molestaba, porque Mía me estaba gustando de una forma que no comprendía y todo junto, los celos, los nuevos sentimientos, todo, me complica demasiado la existencia.Cuando los miraba, se notaba que eran cercanos y que debían tener algún tipo de relación, era bastante obvio, aunque, al elemento tampoco le sonreía, pero él cargaba su mochila y llevaba su brazo encima de los hombros de ella como abrazándola y ella, lo permitía, así que él tenía privilegios especiales. En otro caso diría que es algo normal, pero es Mía y sí él lo hace… maldición. Me dieron ganas de esterilizarlo al verlo cada día junto a ella y técnicamente, podría hacerlo. El único inconveniente es que, si rajo al elemento, nada garantiza que lo pueda coser.Otro día la vi con este mismo chico, pero también iba otro con ellos, este se parecía al ombligo de mi papá, se notaba de lejos el cariño entre ellos, ojalá que los dos sean solo amigos de ella… así la vi con muchas personas, tenía muchos amigos extraños como ella y a mí ni me prestaba atención, eso me llenaba aún más de ira de la que tenía contenida y me desquité con gente al azar, le mandé mensajes como los de Marcelo y Sara a un par de docenas de personas, tanto del teléfono como por internet, hice publicaciones más ofensivas hacia todos y no solo etiquetando gente, si no, con videos cada vez más sádicos y enfermos que antes, ya estaba ganando mi reputación. Justo lo que quería.Me limité a mirarla todos esos días y así pasó un mes desde que hizo su presentación, no le había vuelto a hablar ni ella a mí, la vi tantas veces con ese mismo chico que la abrazaba que ya sabía que lo odiaba en todas las formas que existieran, averigüé su nombre y era Raúl. Pobre, ni él sabía lo que le esperaba en ese momento.Conseguí su perfil en internet y lo empecé a acosar, cree páginas ofensivas exclusivas hacia él, pero estas me las bloqueaban porque “eran irrespetuosas”, le enviaba mensajes, pero no como los de los demás, si no más de un tono criminal, le hablaba de cómo lo asesinaría, hasta le mencioné que ya había fabricado su lápida, su ataud, su acta de defunción y la aplanadora para volverlo m****a.El inútil, el inservible, el tremebundo de Raúl, nunca me respondió a ningún mensaje, así que pasé del acoso por internet al acoso real, empecé a vigilarlo afuera de su casa. Lo seguía hasta su casa en las tardes cuando salíamos de la escuela, no tardé en confirmar lo que tanto temía, Mía y Raúl sí eran novios.El todos los días la llevaba a su casa y se despedían con un beso, eso me hacía querer saltarle encima y llenarlo de atún para gatos. Me preocupaba que estuvieran enamorados y, además, mis compañeras de clase se la pasaban diciendo que él era uno de los chicos más sensuales de la escuela, qué porquería. ¿Podría competir con alguien como él? A la m****a, me tocará irme por la vieja escuela: al estilo vudú. Debo conseguir un chamán y uno económico que no me deje en la debacle.Esta mañana lluviosa, me encontraba en la clase de física. Lo acepto, esta área no era mi fuerte ni mucho menos. Últimamente, he estado estudiando mucho, muchísimo para pasar los exámenes, pero no lo consigo y peor aún. Tuve que hacer una presentación sobre los agujeros negros, y lo único que conseguí, es que el grupo de evangélicos de la esquina, gritaran que enseñara mi agujero negro y ya sabía a quiénes iba a acosar ahora. Lista negra mental: Evangélicos provocadores.Vi a varios de mis compañeros muy interesados en lo que ella se dirigía a nosotros, la profe, la escuchaban atentamente algunos y a estos, Bill tenía que acabarlos. Estos eran: María José, John Esteban, el Johnny Casas, Esther, La horrible de Juanita, Mathías, el que es más feo que cagar para dentro, Jacob, el que tiene como setenta dientes, etc. Estos son una lista aparte de los evangélicos, que no pienso olvidar.En el Descanso a todos los agregué y les envié un mensaje en cadena que era bastante ofensivo, les dije que los quería aplanar y que se escondieran porque los estaba mirando en todo momento, pronto uno a uno irían desapareciendo. Así, los empecé a vigilar y les enviaba mensajes de lo que estaban haciendo para que supieran que Bill iba en serio, al principio no prestaron mucha atención a los mensajes. Pero, ¿quién se imaginaría que pocas semanas después estarían muertos del miedo? y no solo mis compañeros del décimo año, sino también los del tercero estarían igual o peor que ellos. Casi no prestaba atención a las clases para estar publicando en la página videos pornográficos o de personas degolladas, ya estaba ganando mi fama.Ya escuchaba comentarios de Bill y suposiciones equivocadas de quién era el, yo fingía que a mí también me acosaba para que no sospecharan de mí. Claro estaba que corría un gran riesgo de que me descubrieran, si esto pasaba me podrían echar de la escuela y hasta podría tener problemas serios. Por eso no dejaba cavos sueltos, listos para que cualquiera los descubriera.Los mejores amigos del mundo.Nos mandaron a visitar el museo moderno de la ciudad. Íbamos todos los de décimo, así que, por ende, iba Raúl y Mía, genial. Me alivió un poco ver que iban separados, ella estaba sola mientras él estaba con su grupo de amigos. Aproveché cuando entramos al museo para acercarme a ella, quién vestía sombría como siempre, pero su semblante, era diferente esta vez. No se veía enojada o sin expresión como siempre, parecía ida y no entendía si es que le sucedía algo, pero no podía preguntarle así sin más, me arriesgaba a que quisiera acribillarme.-Mía, llevas tiempo sin amenazarme.-Le dije sonriente, pero no pareció prestarme mucha atención, estaba absorta en algo y no sabía qué era.-Sí…-Contestó a duras penas. Observé alrededor
Cumpleaños de la sabandija de Raúl.Acordamos que me pasarían a buscar a las seis para ir a la fiesta de Raúl. Les conté abiertamente mis sentimientos hacia Mía, porque de igual forma lo notarían, creo que cualquiera a estas instancias, podría notar de lejos lo mucho que ella me gusta y aunque no me comprendieron, decidieron ayudarme a separarlos. Ese sería el inicio de mi malévolo plan en contra de Raúl.Además, serían mis nuevos cómplices y me acompañarían a seguir a nuestros compañeros, los hermanos vigilarían a Raúl en las tardes afuera de su casa y Mickey y yo vigilaríamos a Mía en las noches. Un día antes me ayudaron a enviar mensajes aún más épicos que los anteriores, aunque la mayoría los hice solo yo, pero creo que ellos me dieron la inspiración. Los hermanos le
Deprimido y con buenos motivos.Una rápida traiciónY salimos del amor,Tal vez me lo busqué.Mi ego va a estallarAhí donde no estásOh, los celos otra vez.¿Qué otra cosa puedo hacer?Si no olvido moriré,Y otro crimen quedaráOtro crimen quedaráSin resolver.Salí bastante satisfecho de su casa, ella no me dio su número y yo tampoco pensé en pedírselo, pero el éxtasis me duró poco cuando Mía regresó a mis pensamientos, como siempre lo hacía. Irrumpiendo donde no debía. Pensé en volver a la fiesta, pero no tenía ganas de hacerlo, en el fondo me sentía culpable por lo que había hecho, me sentí como si la hubiera traicionado a pesar
Soy leyenda, nadie podrá olvidarme.Sabía que me había excedido, estaba hasta el cuello lleno de preocupaciones, los errores que no había cometido en todo el año, los cometí todos en quince minutos y por una razón absolutamente ridícula: despecho, qué bajo he caído, maldición. Todos salieron disparados apenas se dio el momento y como era de esperarse, algunos lloraban a chorros, angustiados e incluso, traumados, pero, por otro lado, otros estaban increíblemente felices de haber tenido una experiencia cercana a la muerte y alardeaban sobre este hecho. No hay otra forma de decirlo, qué payasos, qué porquería. Aunque sí, me jactaba de mi inmundo logro. Sabía que era repugnante y miserable, pero me encantaba serlo.Enseguida escuché a la gente comentar que unos habían soñado que un ataque terrorista de este calibre nos iba
Mi día de gloria, ¡Oh sí perras!Suspendieron 21 días a los otakus y les pusieron matricula condicional, eso me hizo sentir un poco mejor, aunque ellos estaban orgullosos y ¡hasta dos de ellos consiguieron novia! Las dos son del equipo de porristas y, por ende, son guapísimas.Les mejoré las vidas… eso sí que no era parte del plan. Y yo que quería que siguieran en la miseria, a veces me doy cuenta de lo mezquino que puedo llegar a ser, soy horrible y miserable, y lo peor de todo, es que estaba consciente de ese hecho.Algo estaba raro esa semana, todo estaba bien con mis amigos, pero… ya nunca veía a Mía con Raúl, anhelaba que hubiesen terminado y sí es así, lo celebraré con todo lo que tengo.Me retractaré del conjuro que le hacía al tremebundo. Bueno, esto no es cierto, o tal vez sí.Puede que no le gust
Momentos que siempre recordaremos.La noche siguiente mis amigos y yo, acampamos en un parque estilo bosque muy lejos de nuestras casas. Sé que suena bastante homosexual que cuatro chicos solos se vayan a un lugar retirado, pero cada uno durmió en una tienda diferente, lo hicimos con el fin de pasar un rato en un lugar agradable y poder hacer bromas y beber. Yo deseaba que nos aparecieran los caníbales de camino equivocado, pero me decepcionó no ver ni a medio caníbal esa noche, maldición. Habría sido absolutamente genial.Martín y Santiago hicieron una fogata en medio de las cuatro carpas, estas formaban un cuadrado. Jugamos a la ouija y fue bastante espeluznante por la brisa y ruidos del parque. Quise invocar al espíritu de la cosa, pero no lo pudimos lograr.Nos reímos bastante esa noche, la pasamos genial debo admitirlo, pero no pude sacar a Mía de mi mente ni por u
Nuevos romances de mis amigos.Estuvimos ahí solo por dos horas porque ya era bastante tarde y teníamos que madrugar al día siguiente. Esa noche fue muy especial, en todos los sentidos posibles. Sentía que había hecho un gran avance, porque ella, me sonreía más seguido y hasta me hacía bromas y me devolvía tímidamente los abrazos que le di esa noche.Quise besarla, pero me dio mucho pánico hacerlo y también porque era muy probable que la espantara sí lo hacía. Aunque al parecer se veía muy cómoda estando conmigo y esa noche me pregunté si Mía era feliz o no, no lo sabía, pero por mi lado, yo haría que lo fuera, yo jamás la lastimaría ni la haría sentir mal. Creo que ese era mi nuevo propósito, hacer feliz a mía, lo más que sea posible.Luego la llevé a su casa y odi
EnamoradoEsta era la última semana de clases del semestre, nos esperaban dos preciosos meses de descanso y luego retomamos las clases en agosto. No sé qué hicieron Marcelo y Sara, pero de alguna forma bloquearon mis mensajes, ya no podía amenazarlos, eso me hizo sentirme muy triste, pero luego esto se tornó en ira así que cambié de número y Bill retomó el control de ellos.Las cosas estaban andando muy bien y eso me preocupaba, no todo suele salirme tan bien, normalmente pasa algo muy malo después. Mickey y Santiago formalizaron una relación pública, no iba a ser fácil para ellos, pero iban a intentarlo, se les notaba lo enganchados que estaban. Fue fácil acostumbrarnos a verlos juntos, se veían felices y como Mickey es el espíritu del grupo, nos contagiaba su alegría.Aunque sus comentarios morbosos nunca cesaron. Caminaban po