Bill Manguera, mi mejor creación.
En el transcurso de esa semana no la volví a ver, eso me resultó curioso, pero decidí concentrarme en Bill Manguera, mi alter ego. ¡Pobre Marcelo! Comentaba la gente de la escuela, no dejé de publicarle cosas en una semana, todas por supuesto, eran ofensivas. Luego de una semana me bloqueó, era lógico que lo hiciera, pero no entendí el por qué lo hizo tan tarde.Cuando me bloqueó, empecé a acosarlo por mensajes a su teléfono celular, de ahí si no podría bloquearme jamás. Le enviaba un mensaje tras otro sin parar, para que no dejara de sonar su teléfono, le dejé mensajes en la madrugada, en la noche, en el día, le decía cosas como: “Te estoy observando” o “Te amo”, me gustaba sonar contradictorio para enredarlo, además, Bill a veces se comportaba como gay y otras lo insultaba, eso me resultaba genial.Me quería enfocar en cosas así para hallar su estilo. Luego de dejarle ya muchos mensajes por esa semana, le empecé a enviar mensajes de texto a su novia Sara en el que usaba un lenguaje que solo un pedófilo o violador usaría, le mandé tantos mensajes amenazantes,
perturbadores y escalofriantes que me empezó a doler la mano y dejé de hacerlo, solo por esa noche. Fui a la casa de mi tío Felipe que vive a unas casas de la mía para que hiciera que mi teléfono fuera invisible o inrrastreable para el mundo. Él era experto en estos temas y me enseñó a usar varios métodos para esto, cuando le dije me miró mal, sabía que tramaba algo malo, pero no me preguntó nada, agarró mi teléfono y se lo llevó a un pequeño taller que tiene en su cochera, luego de un par de horas que esperé con mucho aburrimiento, salió y me lo arrojó encima, ahora nadie me podría rastrear.-¿Qué tramas?-Preguntó antes de continuar con su trabajo.-Es por motivos de seguridad, leí que nos espían los satélites y que se roban nuestra información.-Nathaniel.-Me miró fijamente a los ojos y cuando dice mi nombre completo, procede a pegarme o darme un sermón, sobre el sentido de la vida y esas porquerías.-¿Crees que soy marica?-¿Ah?-Sé que no tramas nada bueno muchacho, pero si vas preso de nuevo, ni se te ocurra decir que yo toqué tu teléfono. Yo no hice nada, es más, tú ni me conoces.-Pero hay fotos en la sala en que salgo contigo…-Quémalas.-¿En serio?-¡Qué las quemes! ¿es que quieres morir un miércoles a las siete de la noche?-Me amenazó y exhalé. Debo quemarlas fuera de la casa o al viejo, le estallará la vena de la frente. Le prometí que la época de piromanía no se repetiría.-Sí señor.Luego fui a mi casa y empecé a mandarles mensajes de nuevo, me frustraba que no me respondieran, así que no me detuve hasta que el imbécil de Marcelo me dejó un mensaje: “¿No te cansas?”, me frustré aún más porque quería que explotara dela rabia, le inventé apodos pervertidos a él y a su novia, les dije que los iba a violar repetidas veces, me autodenominaba como un dios y les decía que debían idolatrarme, que todas sus plegarias debían ser dirigidas al santísimo que era yo. Me reí bastante cuando les dije eso.El lunes no fui a clases porque papá se cayó en un alcantarillado y me tocó acompañarlo al hospital, al principio me causó mucha gracia verlo metido en esas aguas verdes y espantosas, pero luego cuando vi que estaba herido, dejé de burlarme. Se recuperó pocas horas después y no tuvo contusiones de gravedad, al menos, pero sí se estropeó el traje que acababa de comprar y los zapatos de 200 dólares que pidió por internet (obligado por mi hermana, claro está), ya que él no compra nada más que cervezas o alcohol.Al día siguiente fui a la escuela, llegué al salón de clases, pero no había nadie adentro y tampoco en los pasillos, escuché ruidos y aplausos, los usé para guiarme y estos me llevaron al auditorio. Allí estaban todos reunidos, desde los novatos de primer año hasta las mariposas del último, los llamo así porque hay unos siete que son homosexuales, son demasiados. Entré lentamente para no llamar la atención y luego me detuve porque vi que la gente le gritaba bastante a unas chicas que estaban bailando en coreografía “la música” que comenté anteriormente, todos se veían bastante emocionados al verlas bailar, me senté junto a los de mi clase pero solo porque no encontré a Joel.Estaban celebrando el cumpleaños número 50 de la escuela de ahí todo el alboroto. Me aburrí bastante al ver tanta gente haciendo actos estúpidos, un chico que se llama David (buen candidato para acosar) pasó al frente para hacer un bochornoso acto de magia que acabó bastante mal, eso causó la burla de todos incluyendo la mía, ahí empecé a divertirme, también pasó una chica a cantar la única canción famosa de las Spice girls o la única que conozco, la verdad lo hizo bastante bien y me gustó, pasaron otros chicos en son de comedia que también me gustaron mucho, hicieron bromas ofensivas sobre los profesores y sobretodo del coordinador, sabían que los iban a castigar, pero al parecer no les importaba mucho la idea.Fueron bastante graciosos. Después de ellos pasó Mía, me sorprendí al verla en frente porque no pensé que fuera del tipo de chicas que quiere llamar la atención haciendo un acto público. Hay que admitirlo, ella no tiene mucha empatía como para hacer este tipo de cosas, pero esa carencia de empatía, contrasta con tanta belleza… algo en mí se despertó y quise que me viera, no sé porqué, no entendía qué me sucedí en ese momento. Deseaba que me viera así sea un momento, pero lógicamente no lo hizo. Pensé muy pocas veces en ella en estos días, su imagen aparecía de repente en mi cabeza y me hacía sentir extraño. Se escaba de mi compresión, pero en ese momento, sí supe lo que sentí, una especie atracción muy fuerte que no podía controlar y tampoco podía dejar de mirarla.Mía llevaba unos tres minutos de pie en frente de todos sin hacer nada, miraba muy seriamente a todos y la gente ya empezaba a irritarse, resonaban. ¿Qué estaba pensando? No sé si es que actúa por impulso o qué pasa por su cabeza, es imposible de saber qué podría pensar una chica como ella. Imagino que pensará en cosas como desear tener super poderes para así, poder incinerar a media humanidad, no parece gustarle nadie. O tal vez piense en sus teorías extrañas o en que soy despreciable porque cree que en toda agua lluvia me quiero bañar. No soy así, debo demostrarle lo contrario. Pensaba mil cosas en ese momento, pero de nuevo la miré allí, de pie, mirando fijamente hacia la nada e inhalé profundamente.De repente, empezó a desvestirse y entré en pánico, no quería que la gente la viera desnuda, todos gritaban extasiados y los profesores corrían con gran prisa hacia la tarima. Por supuesto, para que se detuviera. Yo estaba boquiabierto, no quería que nadie la mirara y sentía un enojo enorme cuando, de repente, se escuchó música clásica y empezó a bailar. Al parecer, se estaba quitando la ropa para quedarse en un vestuario más cómodo que traía debajo, no iba a desnudarse y eso me alivió. Fue impresionante lo que hizo, lo que bailó era opera de eso estaba seguro, pero estaba tan impresionado que no presté atención a la música si no a sus movimientos, parecía muy profesional en lo que hacía, era bastante flexible e hizo movimientos muy peligrosos que hicieron sobresaltarse a muchos. Se movía de forma ágil, pero delicada, le prestaba seria atención a los detalles. Realmente lo hacía de una forma majestuosa.La gente la aplaudió bastante al final y yo también lo hice. No podía esperar a buscarla en el descanso para hablar con ella sobre eso o sobre lo que fuera, ahora sí debía conocerla, ella era exactamente lo que yo estaba buscando.En ese momento lo supe, no había vuelta atrás. Mía Therese, iba a ser mía.CelosLa busqué mucho tiempo durante el descanso, pero no la encontraba, no había notado hasta en ese momento que mi escuela era bastante grande. Recorrí cada rincón, pero no lograba hallarla. Estaba agotado y al final, la encontré de nuevo en la biblioteca, estaba sentada con el perdedor de David, sentí ganas de escupirlo, pero no sé por qué. Me senté junto a ellos sin importarme un bledo si los interrumpía o no.-Buen baile Mia, me dieron ganas de comerte- Le dije sonriendo.-¿No ves que estoy ocupada?-Me dijo bastante molesta.-No, no lo veo.-Lindo vestido Nathan.-Me dijo Mía.-¿Cómo sabes mi nombre?-Todos lo saben-Respondió el maldito David, el no debió nacer. ¿Quién carajos te dijo que hablaba contigo? Infeliz.-¿Qué querías decirme?-Me dijo Mía resignándose.
Los mejores amigos del mundo.Nos mandaron a visitar el museo moderno de la ciudad. Íbamos todos los de décimo, así que, por ende, iba Raúl y Mía, genial. Me alivió un poco ver que iban separados, ella estaba sola mientras él estaba con su grupo de amigos. Aproveché cuando entramos al museo para acercarme a ella, quién vestía sombría como siempre, pero su semblante, era diferente esta vez. No se veía enojada o sin expresión como siempre, parecía ida y no entendía si es que le sucedía algo, pero no podía preguntarle así sin más, me arriesgaba a que quisiera acribillarme.-Mía, llevas tiempo sin amenazarme.-Le dije sonriente, pero no pareció prestarme mucha atención, estaba absorta en algo y no sabía qué era.-Sí…-Contestó a duras penas. Observé alrededor
Cumpleaños de la sabandija de Raúl.Acordamos que me pasarían a buscar a las seis para ir a la fiesta de Raúl. Les conté abiertamente mis sentimientos hacia Mía, porque de igual forma lo notarían, creo que cualquiera a estas instancias, podría notar de lejos lo mucho que ella me gusta y aunque no me comprendieron, decidieron ayudarme a separarlos. Ese sería el inicio de mi malévolo plan en contra de Raúl.Además, serían mis nuevos cómplices y me acompañarían a seguir a nuestros compañeros, los hermanos vigilarían a Raúl en las tardes afuera de su casa y Mickey y yo vigilaríamos a Mía en las noches. Un día antes me ayudaron a enviar mensajes aún más épicos que los anteriores, aunque la mayoría los hice solo yo, pero creo que ellos me dieron la inspiración. Los hermanos le
Deprimido y con buenos motivos.Una rápida traiciónY salimos del amor,Tal vez me lo busqué.Mi ego va a estallarAhí donde no estásOh, los celos otra vez.¿Qué otra cosa puedo hacer?Si no olvido moriré,Y otro crimen quedaráOtro crimen quedaráSin resolver.Salí bastante satisfecho de su casa, ella no me dio su número y yo tampoco pensé en pedírselo, pero el éxtasis me duró poco cuando Mía regresó a mis pensamientos, como siempre lo hacía. Irrumpiendo donde no debía. Pensé en volver a la fiesta, pero no tenía ganas de hacerlo, en el fondo me sentía culpable por lo que había hecho, me sentí como si la hubiera traicionado a pesar
Soy leyenda, nadie podrá olvidarme.Sabía que me había excedido, estaba hasta el cuello lleno de preocupaciones, los errores que no había cometido en todo el año, los cometí todos en quince minutos y por una razón absolutamente ridícula: despecho, qué bajo he caído, maldición. Todos salieron disparados apenas se dio el momento y como era de esperarse, algunos lloraban a chorros, angustiados e incluso, traumados, pero, por otro lado, otros estaban increíblemente felices de haber tenido una experiencia cercana a la muerte y alardeaban sobre este hecho. No hay otra forma de decirlo, qué payasos, qué porquería. Aunque sí, me jactaba de mi inmundo logro. Sabía que era repugnante y miserable, pero me encantaba serlo.Enseguida escuché a la gente comentar que unos habían soñado que un ataque terrorista de este calibre nos iba
Mi día de gloria, ¡Oh sí perras!Suspendieron 21 días a los otakus y les pusieron matricula condicional, eso me hizo sentir un poco mejor, aunque ellos estaban orgullosos y ¡hasta dos de ellos consiguieron novia! Las dos son del equipo de porristas y, por ende, son guapísimas.Les mejoré las vidas… eso sí que no era parte del plan. Y yo que quería que siguieran en la miseria, a veces me doy cuenta de lo mezquino que puedo llegar a ser, soy horrible y miserable, y lo peor de todo, es que estaba consciente de ese hecho.Algo estaba raro esa semana, todo estaba bien con mis amigos, pero… ya nunca veía a Mía con Raúl, anhelaba que hubiesen terminado y sí es así, lo celebraré con todo lo que tengo.Me retractaré del conjuro que le hacía al tremebundo. Bueno, esto no es cierto, o tal vez sí.Puede que no le gust
Momentos que siempre recordaremos.La noche siguiente mis amigos y yo, acampamos en un parque estilo bosque muy lejos de nuestras casas. Sé que suena bastante homosexual que cuatro chicos solos se vayan a un lugar retirado, pero cada uno durmió en una tienda diferente, lo hicimos con el fin de pasar un rato en un lugar agradable y poder hacer bromas y beber. Yo deseaba que nos aparecieran los caníbales de camino equivocado, pero me decepcionó no ver ni a medio caníbal esa noche, maldición. Habría sido absolutamente genial.Martín y Santiago hicieron una fogata en medio de las cuatro carpas, estas formaban un cuadrado. Jugamos a la ouija y fue bastante espeluznante por la brisa y ruidos del parque. Quise invocar al espíritu de la cosa, pero no lo pudimos lograr.Nos reímos bastante esa noche, la pasamos genial debo admitirlo, pero no pude sacar a Mía de mi mente ni por u
Nuevos romances de mis amigos.Estuvimos ahí solo por dos horas porque ya era bastante tarde y teníamos que madrugar al día siguiente. Esa noche fue muy especial, en todos los sentidos posibles. Sentía que había hecho un gran avance, porque ella, me sonreía más seguido y hasta me hacía bromas y me devolvía tímidamente los abrazos que le di esa noche.Quise besarla, pero me dio mucho pánico hacerlo y también porque era muy probable que la espantara sí lo hacía. Aunque al parecer se veía muy cómoda estando conmigo y esa noche me pregunté si Mía era feliz o no, no lo sabía, pero por mi lado, yo haría que lo fuera, yo jamás la lastimaría ni la haría sentir mal. Creo que ese era mi nuevo propósito, hacer feliz a mía, lo más que sea posible.Luego la llevé a su casa y odi