Cumpleaños de la sabandija de Raúl.
Acordamos que me pasarían a buscar a las seis para ir a la fiesta de Raúl. Les conté abiertamente mis sentimientos hacia Mía, porque de igual forma lo notarían, creo que cualquiera a estas instancias, podría notar de lejos lo mucho que ella me gusta y aunque no me comprendieron, decidieron ayudarme a separarlos. Ese sería el inicio de mi malévolo plan en contra de Raúl.Además, serían mis nuevos cómplices y me acompañarían a seguir a nuestros compañeros, los hermanos vigilarían a Raúl en las tardes afuera de su casa y Mickey y yo vigilaríamos a Mía en las noches. Un día antes me ayudaron a enviar mensajes aún más épicos que los anteriores, aunque la mayoría los hice solo yo, pero creo que ellos me dieron la inspiración. Los hermanos leDeprimido y con buenos motivos.Una rápida traiciónY salimos del amor,Tal vez me lo busqué.Mi ego va a estallarAhí donde no estásOh, los celos otra vez.¿Qué otra cosa puedo hacer?Si no olvido moriré,Y otro crimen quedaráOtro crimen quedaráSin resolver.Salí bastante satisfecho de su casa, ella no me dio su número y yo tampoco pensé en pedírselo, pero el éxtasis me duró poco cuando Mía regresó a mis pensamientos, como siempre lo hacía. Irrumpiendo donde no debía. Pensé en volver a la fiesta, pero no tenía ganas de hacerlo, en el fondo me sentía culpable por lo que había hecho, me sentí como si la hubiera traicionado a pesar
Soy leyenda, nadie podrá olvidarme.Sabía que me había excedido, estaba hasta el cuello lleno de preocupaciones, los errores que no había cometido en todo el año, los cometí todos en quince minutos y por una razón absolutamente ridícula: despecho, qué bajo he caído, maldición. Todos salieron disparados apenas se dio el momento y como era de esperarse, algunos lloraban a chorros, angustiados e incluso, traumados, pero, por otro lado, otros estaban increíblemente felices de haber tenido una experiencia cercana a la muerte y alardeaban sobre este hecho. No hay otra forma de decirlo, qué payasos, qué porquería. Aunque sí, me jactaba de mi inmundo logro. Sabía que era repugnante y miserable, pero me encantaba serlo.Enseguida escuché a la gente comentar que unos habían soñado que un ataque terrorista de este calibre nos iba
Mi día de gloria, ¡Oh sí perras!Suspendieron 21 días a los otakus y les pusieron matricula condicional, eso me hizo sentir un poco mejor, aunque ellos estaban orgullosos y ¡hasta dos de ellos consiguieron novia! Las dos son del equipo de porristas y, por ende, son guapísimas.Les mejoré las vidas… eso sí que no era parte del plan. Y yo que quería que siguieran en la miseria, a veces me doy cuenta de lo mezquino que puedo llegar a ser, soy horrible y miserable, y lo peor de todo, es que estaba consciente de ese hecho.Algo estaba raro esa semana, todo estaba bien con mis amigos, pero… ya nunca veía a Mía con Raúl, anhelaba que hubiesen terminado y sí es así, lo celebraré con todo lo que tengo.Me retractaré del conjuro que le hacía al tremebundo. Bueno, esto no es cierto, o tal vez sí.Puede que no le gust
Momentos que siempre recordaremos.La noche siguiente mis amigos y yo, acampamos en un parque estilo bosque muy lejos de nuestras casas. Sé que suena bastante homosexual que cuatro chicos solos se vayan a un lugar retirado, pero cada uno durmió en una tienda diferente, lo hicimos con el fin de pasar un rato en un lugar agradable y poder hacer bromas y beber. Yo deseaba que nos aparecieran los caníbales de camino equivocado, pero me decepcionó no ver ni a medio caníbal esa noche, maldición. Habría sido absolutamente genial.Martín y Santiago hicieron una fogata en medio de las cuatro carpas, estas formaban un cuadrado. Jugamos a la ouija y fue bastante espeluznante por la brisa y ruidos del parque. Quise invocar al espíritu de la cosa, pero no lo pudimos lograr.Nos reímos bastante esa noche, la pasamos genial debo admitirlo, pero no pude sacar a Mía de mi mente ni por u
Nuevos romances de mis amigos.Estuvimos ahí solo por dos horas porque ya era bastante tarde y teníamos que madrugar al día siguiente. Esa noche fue muy especial, en todos los sentidos posibles. Sentía que había hecho un gran avance, porque ella, me sonreía más seguido y hasta me hacía bromas y me devolvía tímidamente los abrazos que le di esa noche.Quise besarla, pero me dio mucho pánico hacerlo y también porque era muy probable que la espantara sí lo hacía. Aunque al parecer se veía muy cómoda estando conmigo y esa noche me pregunté si Mía era feliz o no, no lo sabía, pero por mi lado, yo haría que lo fuera, yo jamás la lastimaría ni la haría sentir mal. Creo que ese era mi nuevo propósito, hacer feliz a mía, lo más que sea posible.Luego la llevé a su casa y odi
EnamoradoEsta era la última semana de clases del semestre, nos esperaban dos preciosos meses de descanso y luego retomamos las clases en agosto. No sé qué hicieron Marcelo y Sara, pero de alguna forma bloquearon mis mensajes, ya no podía amenazarlos, eso me hizo sentirme muy triste, pero luego esto se tornó en ira así que cambié de número y Bill retomó el control de ellos.Las cosas estaban andando muy bien y eso me preocupaba, no todo suele salirme tan bien, normalmente pasa algo muy malo después. Mickey y Santiago formalizaron una relación pública, no iba a ser fácil para ellos, pero iban a intentarlo, se les notaba lo enganchados que estaban. Fue fácil acostumbrarnos a verlos juntos, se veían felices y como Mickey es el espíritu del grupo, nos contagiaba su alegría.Aunque sus comentarios morbosos nunca cesaron. Caminaban po
Me subí en el auto y ahí si lloré con ganas, necesitaba desahogarme. Conduje a casa muy lento, no quería llegar, no quería hacer nada. Mía acabó con mis ganas de vivir. Acabó con todo. Llamé a los chicos y les dije que necesitaba compañía, por mi tono supieron lo que sucedió y en menos de nada, llegaron los tres a mi casa a apoyarme. Como siempre estábamos en mi sótano y me hacían bromas para hacerme sentir mejor pero no podían, todo era negro para mí. Tenía tantas ganas de morirme en ese momento. Mickey sugirió una idea grandiosa, beber y entonces agarré una de las botellas de whisky de papá sin que se diera cuenta, bebimos. Me llegó un mensaje de Marcelo, decía estupideces, que me iba a demandar porque él y su novia, estaban hartos de mis mensajes, que eso era acoso y que, además, era delito. No le pres
FinAl día siguiente me desperté como nunca, estaba inmensamente feliz. Había estado con Mía, fui su primera vez… pero como no todo puede ser bueno, era sábado y ese lunes entrabamos a clases. Volvimos a casa, pero antes dejamos a Mía en la suya, sentí algo extraño. Por un lado, estaba feliz, pero por el otro estaba preocupado, presentía que sucedería algo muy malo, pero traté de no darle importancia. Todos en mi casa estaban bien al igual que yo así que no pensé más en eso.El lunes entramos a clase, Mickey y los chicos me esperaron en la entrada. Fue genial verlos después de dos meses.Adriana, la novia de Martín, nos invitó a una fiesta que daría el viernes en su casa, todos iban a estar ahí y nosotros no íbamos a faltar. Santiago estaba enfermo y no pudo ir, Mickey indignado nos dijo en la entrada