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Capítulo 5 "Ferite"

1 de enero de 1993. / 8:00 am

Dedrick Smith

Desde la visita de los oficiales todo empeoro, los policías le pidieron a mi madre que los acompañará a la estación para el papeleo, la señora Davis se quedó conmigo junto a André, no pude dormir en toda la noche cada que cerraba los ojos veía a mi padre y a mis abuelos, no podía creer que hace unas horas nos encontrábamos desayunando en familia...y ahora...eso no ocurrirá jamás...

Nunca volveré a escuchar las historias del abuelo, los mimos de la abuela y sobre todo no volveré a ver a mi héroe... papá ya no jugará más conmigo, no habrá más caminatas por el bosque, ni desayunos familiares en la cafetería del pueblo...nunca más podré decirles cuánto los quiero.

6:00 pm

Uno de los momentos más difíciles del día es ver a mi mamá observar el ataúd de papá, tiene los ojos llorosos y la nariz roja, no aparta la vista en ningún momento, veo bajar gruesas lágrimas por sus mejillas.

Los encargados del lugar llegan por el ataúd para partir al panteón, una vez ahí el padre oficia una pequeña misa.

—Hoy nos despedimos de nuestros hermanos Kenneth Smith, Matthew Smith y su esposa Greta Williams de Smith, con su partida dejan un profundo dolor en sus seres queridos, pero Dios los recibirá en su reino, que sus almas descansen en paz y pronta resignación a sus familias —el padre termina con la misa.

Y es cuando todo se siente más real, cuando vemos bajar los cuerpos mientras personas tiran flores durante el descenso, busco darle un abrazo a mi madre, pero ella permanece inmóvil ni siquiera me mira, siento un brazo rodearme por los hombros me giro viendo a la señora Davis o como me pide que la llame Tía Jane y a su lado se encuentra André, ellos me abrazan en tanto yo no dejo de llorar...

—Tranquilo cielo, estamos contigo —dice mi tía Jane sin soltarme. Yo solo deseo que este dolor se acabe.

Más tarde al llegar a casa se siente un vacío y un silencio enorme, mi madre camina directo hacia la segunda planta yendo a su habitación.

—Mamá ¿puedo dormir contigo? ­­—pero mamá entra a su cuarto y cierra la puerta dejándome solo en medio del pasillo.

9:00 pm

Me encuentro sin poder dormir sigo viendo el techo de mi habitación mientras me aferro a una foto familiar, necesito a mi familia de vuelta y que el dolor que siento pare...

Bajo a mi patio y comienzo a caminar hasta la cerca que divide mi casa del bosque, la salto y comienzo a avanzar sin rumbo fijo.

—Nos volvemos a encontrar niño —giro asustado para ver de donde proviene la voz, de las penumbras del bosque emerge la figura de una chica, conforme se acerca me doy cuenta de que es la misma chica pelirroja de la vez pasada.

—¿Qué haces en el bosque a esta hora?, pensé que los niños buenos dormían temprano —me dice la chica.

—Déjame tranquilo —respondo molesto.

—Uy, tranquilo niño —dice mientras mantiene una sonrisa socarrona.

—¿Qué haces siempre en el bosque, me estás siguiendo?

La chica suelta una carcajada.

 —Puede ser —ladea la cabeza sin borrar su sonrisa.

—¡Estás loca! —retrocedo decidido a irme.

—Hey tranquilo, estoy bromeando —comenta mientras trota hasta posarse a mi lado.

Decido ignorarla sumiéndome en mis pensamientos en tanto caminamos, ella no se aparta de mi lado, lo cual me incomoda un poco, puesto que no la conozco, pero no parece ser una mala persona.

Sin pensarlo llegó hasta la pequeña casa del árbol que tenemos, entro y me siento en uno de los cojines, la chica imita mi acción sin dejar de observar todo con curiosidad, se posa a lado mío.

—Lindo lugar —voltea a verme antes de continuar —¿Es tuyo?

—Sí y de mi amigo —respondo cortante.

—Ah sí, el chico del otro día, ¿y bien?, —volteo a verla sin entender. —¿Qué es lo que te pasa Ded? —frunzo el ceño al oírla decir mi nombre.

—¿Cómo sabes mi nombre? —ella solo se encoge de hombros, me mira y dice.

—Mi nombre es Nay, y sé que algo te pasa, reconozco esa mirada, la he visto en otra persona —comenta viendo sus manos.

—¿En quién? —pregunto con curiosidad. Ella eleva su mirada hacia la mía, me observa profundamente y luego responde.

—En mí. 

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