[ALENKA]
Veo la imagen de mi pequeña sentada a la mesa con Gerrard disfrutando de un exquisito helado de chocolate, y es imposible no emocionarme. Con Victor nunca tuvo esa conexión, solo se venía en sus cumpleaños y por compromiso salían a una parque a comer helado, pero esto es diferente. El hombre que tengo frente a mi habla con ella, le sigue la corriente con las historias que ella se inventa, y ríe como si de verdad todo esto le gustara. Tal vez él siempre ha tenido ese instinto paternal y lo saca a relucir con mi hija, no lo sé.
—¿Estas bien?— Me interrumpe su voz al darse cuenta de que me he quedado en una nebulosa.
Asiento y como otra cuchara de mi helado —Solo los escucho— Me justifico.
Él vuelve a mirar a Alai y le ayuda con su helado —¿Te gustan los caballos?— Le pregunta con entusiasmo y solo con ver la cara que ha puesto mi hija, G
[GERRARD] Irme de la casa de Alenka fue todo un reto. Si hubiese sido por mí me hubiese quedado a pasar la noche para continuar disfrutando de su presencia, pero también entiendo que debemos ir de a poco. Conduzco rumbo a mi casa, cuando de pronto suena mi teléfono y al ver el nombre de mi mejor amigo de toda la vida en la pantalla del auto, pulso el botón de contestar. —Nicolas, ¿y ese milagro?— Respondo con un tono burlón y lo primero que escucho es su risa. —Ya sabes, siempre que regreso de mi largos viajes trato de acordarme de quienes no se acuerdan de mi— Bromea. —Aha…— Digo sarcástico. —¿Puedes juntarte en el bar de siempre? Tengo algunas cosas que contarte— Me propone. —Yo también tengo que contarte algunas cosas, ¿Te parece en veinte minutos? ¿Puedes?— Sugiero. —Estoy a diez minutos del bar, te veo ahí— Contesta sin rodeos. —Dale, nos vemos— Digo y termino la llamada para emprender camino hacia el bar. […] Apenas entro a Joshua’s Tree, ahí lo veo a Nicolas sentado fr
[ALENKA]Al día siguiente: 26 de abrilEntrar a la empresa siendo el centro de atención de todas las miradas no es algo que me agrade mucho, pero tampoco puedo ir pidiéndole a cada persona que no me mire así, después de todo sabía a la perfección que iniciar una relación con Gerrard traería consecuencias como estas. Hago mi mejor esfuerzo por normalizar esta situación, y me subo al elevador para ir a mi oficina, pero otras dos personas suben conmigo y por consecuencia la situación se vuelve un tanto extraña ya que son dos mujeres y me miran de pies a cabeza como buscando algo en mí. Hago mi mejor esfuerzo por ignorarlas y no sentirme intimidada, pero es casi imposible. —¿Es ella? ¿No?— Le pregunta una a la otra en un susurro.Miro hacia el suelo como tratando de esconderme, pero es imposible —Si, es ella… mira que tiene suerte ¿eh?— Responde la otra y en un acto de piedad, las puertas del elevador se abren dos pisos antes del mío y ellas bajan.—Que tengan buen día— Les digo de maner
[GERRARD]Se supone que me debería estar concentrando en los reportes de ganancias de uno de los mejores clientes que tiene la empresa, pero sinceramente no dejo de pensar en el arreglo de flores que le envió Hugo Miller y en como esto podría llevar a un gran problema si no lo freno a tiempo. Sé que ella me pidió que no le diera importancia, pero tampoco me gusta que la ponga en esa situación tan incomoda.Tal vez voy a comportarme como un adolescente y no como el hombre maduro de 40 años que se supone que soy, pero mi instinto me grita que debo hacer esto, por ende, bloqueo mi computadora, me levanto de la silla, agarro el saco que cuelga de su respaldar, y por último agarro mi celular y mi billetera para meterlos en los bolsillos y finalmente salir de la oficina. Voy hacia la oficina de Alenka, golpeo la puerta y una vez que puedo pasar, abro la puerta y me asomo solo un poco —Hermosa, tengo que salir un momento. Estaré de regreso como en una o dos horas ¿si?— Le dejo saber y me mir
[GERRARD][Horas después]Regresar a la empresa no fue una opción viable después de haber ido a ver a Hugo, y es que mi cabeza se quedó dando vueltas a lo que él me dijo. Me inventé algunas excusas poco creíbles y me fui a un bar a pensar mientras que algunos vasos de whiskey aparecían frente a mí y se vaciaban de inmediato. Sinceramente, no tengo idea de que hacer. No sé lo que es bueno y lo que es malo, pero lo que, si sé, es que ocultar las cosas o mentir nunca lleva a nada bueno.Siempre defendió la idea de ser sincero, de que, si algo duele, sea porque es la verdad, pero no por descubrir que te están mintiendo. Respiro profundo, termino de acercarme a la puerta de su departamento, y toco el timbre mientras que en mi cabeza practico una y otra vez lo que le quiero decir. No quiero dañar lo que Alenka y yo empezamos a construir, y por ende sé muy bien que tengo que ser cuidadoso con lo que le voy a decir.La puerta se abre, y allí esta ella con sus preciosos ojos azules mirándome c
[GERRARD]Al día siguiente: 27 de abrilLa noticia que le di anoche pareciera haberla afectado más de lo que esperaba, se puso muy nerviosa y como era de esperarse se preocupó muchísimo. Si bien no era lo acordado, decidí quedarme en su departamento para que se sintiera mejor, pero por más que hiciera todo lo posible para que se tranquilizara, le tomo bastante tiempo conciliar el sueño. Puedo entender cómo se siente, no soy padre, pero es fácil imaginar como cualquier cosa que pueda llegar a dañar a un hijo te puede hacer sentir. Sé que, para ella, Alai lo es todo y si alguien siquiera intentara separarla de su lado seria devastador.La observo durmiendo a mi lado y me pierdo en cada uno de sus detalles. Soy consciente de que estoy entregándome a fondo en esta relación y que una caída me dejaría en el fondo del mar sin ninguna forma de poder respirar, pero tampoco quiero ser cobarde. Estoy dispuesto a arriesgarme en esto porque mi interés en ella es demasiado real. No me da miedo deci
[ALENKA](Horas más tarde)Sin duda alguna, Gerrard tiene el don para calmar todos mis miedos, sabe que decirme, como tratarme, pero sobre todo trasmite la paz que por momentos se escapa de mi vida. Hoy entramos a la empresa de una manera más natural, no me preocupo por lo que dicen, mucho menos por todas esas miradas llenas de curiosidad. Simplemente camino con él hasta llegar a nuestras oficinas y nos despedimos con un beso de esos que son aptos para darse en público.Si hay una cosa que estoy empezando a aprender, es a dejar los prejuicios atrás, a entender que no está mal tener una relación con este hombre, y que a pesar de que la gente pueda creer que he obtenido este puesto por meterme en su cama, las cosas no fueron así. Los dos sabemos que yo estuve en control de muchas cosas de la empresa cuando él no estaba, y que ni siquiera nos conocíamos personalmente hasta hace poco. Pienso que él deja en claro como son las cosas a cada momento y eso me da tranquilidad.Acomodo mis cosas
[GERRARD]Cuando Leire me dijo que Alenka estaba ocupada con Hugo, llegue a pensar que era tan solo un malentendido, pero no, aquí está él sentado frente a su escritorio y yo no sé cómo reaccionar. Sus ojos azules se fijan en mi como preguntándome porque he entrado de esta manera a su oficina, y no la culpo… no ha sido muy profesional de mi parte.—Perdón, no quería interrumpir— Es lo único que se me ocurre decir y en eso Hugo se voltea un poco para poder mirarme.—Gerrard— Dice y doy una tímida sonrisa como diciéndole que esta todo bien.—Tú de nuevo— Comento.Él se pone de pie, y se queda a unos pasos de mi —Lo siento, debía hablar con Alenka— Me explica.—Creía que habíamos quedado en que yo te contactaría cuando supiera algo— Me quejo y es que en verdad ya no sé qué pensar de él.—Lo sé Gerrard, pero lo mío no puede esperar ¿entiendes?— Responde un poco más serio y de inmediato veo como Alenka se levanta de sus silla y camina hacia en medio de nosotros dos.—¿Pueden dejar de habla
[GERRARD]Esa misma nocheDespués de haber cenado Alai, Alenka, y yo en su departamento, le ayudo a recoger la mesa mientras que la pequeña sigue muy entretenida cambiándole la ropa a una muñeca que su madre le acaba de dar para que pueda lavar los platos tranquilamente. Me acerco a ella, dejo la vajilla sucia a un costado del fregadero, y la miro detenidamente —¿Tienes miedo?— Le pregunto y ella sabe muy bien que me refiero al encuentro de mañana con Lorenzo.—La verdad que sí. Nunca supe mucho de la vida de Víctor, mucho menos quien era su familia, no sabía que eran gente de dinero y ahora de repente pasa todo esto. Es extraño— Explica y si hay algo que Alenka nunca deja de hacer conmigo, es sorprenderme.Pienso en que muchas mujeres aprovecharían esta oportunidad y le pedirían dinero a la familia del padre de su hija, pero ella tiene un concepto opuesto. Cree que por el hecho de que tienen dinero, ese encuentro no pueda ser muy beneficioso para ella —¿De que tienes miedo? Dudo que