La dama entra como si esta fuera su propia oficina, no le permito que se acerque a mí y por precaución llamo a seguridad para que la vengan a sacar, no quisiera hacerle daño a la madre de la que por muchos años fue mi mejor amiga.—¡Señora! —mencioné, mostrándome tranquilo.—¡Sabías que ella estaba enamorada de ti y le destrozaste el corazón hasta matarla! —reclama.—No, señora, yo no tengo la culpa de nada. Su hija quiso hacer daño a mi novia, y, un desconocido hasta ahora, interfirió en sus planes. —Le aclaré lo mismo que las autoridades le hicieron saber vía teléfono aquel fatídico día.—Mi hija sería incapaz de hacerle daño a otra persona. —Alega.—En los últimos días, ella había cambiado mucho, pero claro, usted no lo notaba porque se encontraba a doce horas de distancia de ella y nunca más la vino a visitar desde que se marchó. —le solté con enojo lo que hace mucho tiempo quise decirle.—Te la confié a ti, creí que mi hija estaría bien a tu lado.—No, señora, yo la protegí como
Celeste no sabe, pero yo he organizado este viaje con el propósito de que la madre de Thara no la encuentre y le haga daño. Tres días estuvimos fuera de casa, el hombre que vigilaba a la señora me informó que ella iba rumbo al aeropuerto y finalmente tomó el vuelo de regreso a su país.—Cariño mío, sé que te estás divirtiendo, pero es hora de que volvamos a casa.—¡Ahhh, tan pronto! ¿Podemos quedarnos dos días más? —pide, colocando su mano en mi entrepierna, ella sabe el efecto que eso provoca en mí —Nos hace falta ir a conocer las cascadas del Norte, tú lo prometiste.—Será en otra ocasión, debes de prepararte para la universidad.A regañadientes ella se puso a hacer su maleta, en realidad me hubiese gustado quedarme por mucho más tiempo, pero había dejado unos trabajos sin terminar en la empresa y no se los confío a nadie más que no sea mi amigo que es el asistente, pero ahora él está mal de salud y ha solicitado permiso para estar fuera del trabajo.Días más tarde…—¿Estás lista pa
CELESTEYa han pasado varios meses desde que estoy al lado de Bastian como su pareja, me siento plenamente feliz y sé que él también lo está. Aunque había prometido alejarme de él, no lo logré hacer, Bastian me ha demostrado que me ama y que soy su única mujer.Con su madre sigue sin tener comunicación, dice que hasta que se arrepienta de corazón la va a perdonar. Por mi parte no hay problema, no me interesa si ella se arrepiente de verdad o no, el único que me interesa es mi marido, el resto del mundo sale sobrando.En la universidad todo marcha bien, me considero muy hermosa y me lo repiten a diario los chicos y uno que otro maestro también me ha puesto el ojo. Bastian dice que se siente celoso cuando le comento mi día en el campus.Pero más celosas se ponen aquellas chicas que sin yo haberles hecho nada me odian, yo no tengo la culpa de que ellas se quieran ligar a toda la universidad, pero que nadie las vea como tal, dicen algunos que para muchas soy un obstáculo en su camino de c
Yo estoy en shock, Bastian está aquí en mi salón, lo veo tan guapo que no le puedo quitar la mirada de encima.—Hey, tranquila, ese guapo jamás pondrá sus ojos sobre ti —me advierte mi compañera de al lado—, yo sonrío y en mi interior me burlo de ella.—Es tan hermoso, parece un príncipe, siempre lo había querido conocer en persona.—Es un empresario muy exitoso y está soltero.—Conquistaré a esa belleza, se los juro. Esta misma semana estaré gimiendo entre sus brazos.Murmuran las chicas a mi alrededor.Odio a Bastian en este momento, durante toda la clase ha hecho preguntas y quiere que yo se las responda, en ocasiones no sé qué responder y otra persona lo hace por mí. Las chicas se burlan con una sonrisa y él las ve y no les dice nada, me tiene muy enojada porque siento que lo hace por molestarme y dejarme en ridículo frente a todos, aunque no sabe que me odian y eso alimenta más sus burlas hacia mí.—Señorita Celeste, le ordeno que se presente dentro de cinco minutos en la oficina
Bastian duró una semana reemplazando al maestro de planta, luego de eso ya se despidió de todos sus alumnos, no sin antes darles una sorpresa inesperada.Durante la semana…Bastian notó cómo las compañeras de clase se burlan de su mujer. Celeste se queda callada frente a esas humillaciones y a él le sangra el corazón por lo tonta que es al no defenderse, sabiendo que él la apoyará en cualquier locura que haga.Cierto día, Bastian se encontraba en el escritorio, previo a iniciar con la clase, ya solo faltaba que se integraran unos pocos alumnos para dar inicio. De pronto se le acercó una chica, la más coqueta del salón y en voz baja le hizo saber que en su entrepierna se le nota un buen paquete y que debe ser delicioso cabalgar encima de ese amable y tentador bulto.Bastian se llenó de rabia, sabiendo que este será su último día allí, decidió poner en su sitio a la alumna que no es más que la misma que se burla de Celeste en la cara.—Señorita Martínez, como ética profesional, es mi de
Cuando iba de regreso a la tienda, pasó por una farmacia y compró tres pruebas de embarazo caseras. Está ansiosa por saber si en su vientre carga a un bebé y cree que no será capaz de esperar por más tiempo. Fue llegando al trabajo, corrió al baño, sus manos tiemblan por conocer el resultado y su corazón palpita como nunca antes lo ha hecho. Esperó por varios minutos con los ojos cerrados, hasta que finalmente se cumplió el tiempo de espera mencionado en el empaque. Los abrió solo para llevarse la gran sorpresa, las tres regletas marcan dos rayas de color marrón. Ella lloró por la emoción, se siente feliz de tener un bebé junto al hombre que ama con todo su ser, aunque en varias ocasiones él le ha mencionado que no quiere hijos porque está muy joven, pero ella tiene la esperanza de que cambie de parecer y se ponga feliz con la noticia de que se convertirá en papá.Continuó trabajando hasta que finalmente su teléfono le notifica la llegada de un correo electrónico, son los resultados
Celeste tiene su corazón partido. Venía a dar una agradable sorpresa a su marido y la que se llevó la sorpresa mayor fue ella y no le gustó.—No es necesario que te hagas el atento en este momento, Bastian. ¿Dónde está la mujer con la que estabas follando hace unos segundos? —indaga la chica, cubriendo su rostro con ambas manos, pues, las lágrimas han vuelto a hacer de las suyas.—¿De qué me acusas, Celeste? Te estoy diciendo que vengo de la cafetería. ¿Acaso crees que me follaría a alguien en la mesa cuando hay muchos empleados yendo y viniendo, y lo peor es que no sea a ti a quien tenga empotrada?—¡Mientes! Yo misma los vi con mis propios ojos en la oficina, estaban follando descaradamente. ¡No te atrevas a negarlo, Bastian! —reclama con dolor en sus palabras.—¡Ah! no me digas que ese imbécil, de nuevo está usando mi oficina como motel. —Se quejó Bastian.—¿A quién te refieres? —pregunta ella frunciendo el ceño.—¿Viste si ese hombre que mencionas, en realidad era yo?—Bueno, la v
No soportando más insultos de su parte, el amigo le dio un golpe en el hombro para que desistiera de esa idea tan absurda de culparlo por algo que más bien debería estar agradeciéndole.—¡Bastian, cállate y escúchame! Esa chica entró a la empresa porque venía a buscarte a ti. La encontré en el pasillo. La vi muy sospechosa, entonces me hice pasar por ti, la llevé a tu oficina y le pedí que hablara. Ella, en llanto, me confesó que alguien la había enviado obligadamente para acostarse contigo y hacerle daño a tu mujer. Ella necesitaba pruebas de que en verdad te había encontrado y había logrado su cometido. La chica era muy linda y sexualmente atractiva. Tú me conoces y sabes el tipo de mujer que me gusta. Ella era perfecta para mi dosis de sexo del día.—¡Qué asco contigo! —exclamó con desagrado, refiriéndose al sexo.Pero en lo que dices hay algo que no cuadra, y es que ¿quién me quiere hacer daño a mí y a Celeste? Mi madre no creo que sea, ella ya está sentenciada y está aprendiendo