―¿Por qué no visitamos a nuestras madres mañana?
La voz de Ángela rompió el silencio que los envolvía, Leo estaba ocupado cortando las piezas de masa para las tapas de las tartas, y ella se quedó en la cocina acompañándolo, haciendo nada, porque entre Jade y él la trataban como una minusválida, y contagiaron al resto del personal del café, que no le permitía ni administrar la caja.
Llevar tantos días de descanso la empujaba al borde de la locura ―y no era una exageración, porque justo en ese momento necesitaba tener su cabeza más ocupada que de costumbre―; no salía a tomar fotos porque no podía mover los dedos aún, ni mucho menos cargar el peso de su cámara sobre la palma de la mano; tampoco podía ayudar en la cocina, porque a pesar de que el vendaje se había reducido a un cuadrado de gasa sobre la mano para proteger
Los Bachmann eran una familia conocida en todo el país, incluso a nivel internacional. El tatarabuelo Bachmann fue pionero en la radio difusión, él fundó la primera emisora de la nación ―que aún perduraba―, que luego se fusionó con el primer canal de televisión nacional, creado por el abuelo de Leo.Consorcio Bachmann poseía cinco emisoras de radio, diez canales de televisión de alcance internacional, seis de alcance nacional, y una televisora local en cada estado del país. Eso sin contar las diversas plataformas de streaming.No era equivocado creer que los Bachmann dominaban el mercado de las comunicaciones; ellos podían bloquear o mantener cualquier noticia que desearan; hundir o hacer surgir a la persona o empresa que ellos quisieran.Por eso no era raro que un nutrido grupo de personajes importantes se congregaran en la propiedad de Ernest, en la cual se realizaría la
David no sabía qué decir ante toda esa información.¿En qué momento Ángela conoció a la esposa de Ernest Bachmann?Según los cálculos que hizo, sucedió cuando ellos dos aún estaban juntos; él jamás se enteró de nada de lo que pasó. A pesar de que sus recuerdos eran confusos, David podía asegurar que ella no le había contado algo como aquello.«O tal vez todo sucedió cuando comenzamos a distanciarnos…Entonces ella pasó por todo eso sola…»Aferró el vaso frente a él y bebió todo de un solo trago; estaba extenuado y la atmosfera de su mesa era, por demás, densa y asfixiante.Todos los Miller estaban allí, desde el patriarca de la familia hasta las tías de Laura con sus respectivos esposos.Y todos ellos lanzaban miradas e
Ofuscada como estaba, Ángela caminó con pasos rápidos hacia la mansión, que era la casa principal de la propiedad, en la que Ernest vivía parte del año. El camino enlosado serpenteaba entre arbustos que expelían una fragancia cítrica relajante, y culminaba al borde del área de piscina, donde una alberca enorme se abría ante la noche.Ella pasó más allá de ese lugar, el trayecto ayudó a calmar su ánimo, así que cuando entró en la casa ya no se veía tan pálida, en cambio su mano palpitaba debido al dolor.Una de las mujeres de servicio del lugar la reconoció, le preguntó de inmediato qué necesitaba y al mostrarle la mano herida, su expresión de horror deformó sus facciones; la morena pudo adivinar que no era una persona que pudiese soportar la vista de la sangre porque era una reacción exagerada a u
―¿Enloqueciste o qué? ―cuestionó Antoni a su hermano menor. De inmediato, este se detuvo y su mirada seria se dirigió a Laura, que estaba abrazada a su madre, temblando como un cachorrito asustado.―Hay cámaras de seguridad. ―Señaló con un dedo hacia una esquina de pared.Todos los ojos se dirigieron hacia allí, incluida Ángela, que solo se había reído por lo hilarante de la actuación de la pelirroja.―E-e-es-estoy diciendo la-la-la verdad-dad ―lloriqueó la pelirroja.―No solo está grabado todo, también hay audio ―aclaró Leo con una sonrisa de satisfacción―. También tengo testigos, la empleada que llamó para contarme lo que estaba sucediendo.»Ángela no está negando que agredió a tu ‘hermana’ ―dijo con un tono asqueado―. Pero me pregunto si tú no habrías he
―No te preocupes, en mi opinión, la basura debe estar junta… Tú tienes razón, David y tú están hechos el uno para el otro…David escuchó esa sentencia y sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos. Fue imposible controlar la expresión de su rostro, tampoco le importó; cuando sus ojos aterrizaron en Ángela, y esta habló con tanta indiferencia, que su suegro se diera cuenta de su estado le valió un rábano.Cuando regresó del lago, entró en el salón y se dirigió a la mesa de los Miller, para su sorpresa, Jacobo estaba sentado a solas, degustando su bebida en silencio. Parecía contemplar las respuestas del universo a medida que removía el licor con movimientos circulares del vaso, abstraído por completo de su entorno.Barrió con su vista el salón medio vacío, los invita
Antoni abandonó el estacionamiento una vez que el auto de sus padres dejó de verse en el camino. No le dijo nada a su cuñado, en cierta medida porque estaba digiriendo demasiadas cosas y no tenía fuerzas suficientes para enfrentarse a él ni recriminarle su comportamiento reciente.Mientras se alejaba en busca de su esposa, pensó en lo que acababan de decirle, tanto su hermano menor como David, le echaron en cara lo mucho que malcrió y consintió a Laura.Cada vez que su hermana lo llamaba llorando para contarle sus cuitas, nunca dudó de ella ni una vez, a pesar de que siempre había testigos que la acusaban. Él le creyó a pie juntillas todas las veces; y eso no cambió ni un ápice después de tantos años.Incluso su esposa bromeó, en más de una ocasión, con que no podía ser tan permisivo con sus hijas como lo fue ―y aún e
Cuando Pilar colgó la llamada el silenció se instaló en el habitáculo del carro. Poco después de subirse fue la misma madre de Laura quien accionó los controles para subir el panel divisorio entre los asientos con la finalidad de tener privacidad; aunque todos los empleados de la familia tenían cláusulas de confidencialidad en sus contratos, todas las precauciones extras eran bienvenidas; y ella no deseaba que la cara hinchada y amoratada de su hija fuese vista por las demás personas.―El doctor accedió a ir hasta la casa ―anunció Pilar.Ni su esposo ni su hija dieron señales de haberla escuchado, eso la frustró a niveles estelares; no era como que la hubiese pasado bien, todas las estupideces que escupió el imbécil del hijo de Penélope la pusieron de mal humor.Adicional a eso, no sabía qué tanto escuchó Jacobo, debido a esto, se
Después de que el doctor le tomó una radiografía con un aparato portátil de emergencia, confirmó que no tenía fracturas en ninguna zona de su nariz.―Con estos analgésicos que le estoy recetando y los antinflamatorios adicionales, pronto estará mejor. ―Extendió los dos frascos a la empleada, que estaba de pie, firme como un soldado, al lado de Pilar. El médico se volvió hacia su paciente, procurando mantener su expresión plana, sonriendo de forma profesional―. Tiene suerte, señora Laura, aunque pareciera algo grave, en realidad sanará rápido.Luego se marchó sin hacer preguntas, con las familias como esa era mejor no saber más de lo necesario; en especial si los hechos ponían a los miembros en ese humor denso y extraño en el que se encontraban.―Ahora debemos decidir qué vamos a hacer con esa salvaje ―habló Pilar, mir