—¡Quiero comer comida china! — Exclamo alegremente. —¿Qué quieres comer, papi?

Se levantó de un salto de su lugar y caminó en mi dirección, pero en vez de sentarse en el sillón de enfrente, se acercó a mí, me alejé de mi escritorio y giré mi sillón hacia ella, dejando que se siente en mis piernas, mi mano recorre su pierna y se desliza suavemente por debajo de su falda, pero antes de que ella empiece a ponerse cachonda, hice que se levantara y volví a centrarme en mi trabajo, Hannah caminó hacia los sillones que están enfrente de mí y se tumbó sobre uno de ellos, resignada al darse cuenta de que no voy a caer en sus provocaciones.

—Lo que quieras pedir, cariño— Le dije en tono tranquilo y sereno. —Solo recuerda no pedir demasiado, que la última vez que pediste comida china, tuvimos el refrigerador lleno de ella.

Posé mis ojos sobre ella y le dedique una pequeña sonrisa, ella mueve la mano restándole importancia a ese momento, luego se río y se fue a ver a mi secretaria para pedir la c