—Discúlpela, está todavía adormilada.

El señor hice un ligero gesto de negación y dijo que lo entendía, que disfrutemos de nuestro viaje y luego se despidió de nosotros, subí al lado del conductor y empecé a manejar apenas mi princesa se ha acomodado en su lugar. Una vez más, Hannah se vuelve a quedar dormida.

Llegamos al hotel, un botones nos ayuda a bajar las maletas y las pone sobre un carro maletero, mientras le entrego mis llaves al de valet parking, Hannah entra al hotel junto con el botones, ella arrastra los pies y aprieta con fuerza su cobija y almohada, parece una niña pequeña. Luego entro al hotel y me voy directo a recepción.

—Señor Evans— Me saluda el recepcionista con voz cordial. —¿Usted pidió un paquete?

Le dije que sí, enseguida me lo entrega y me dice que acaba de llegar, le di las gracias por recibirlo; me siento aliviado de que el regalo haya llegado intacto. El hombre me entrega la tarjeta y me dice que tengamos una buena estancia en el hotel, le di las gracias y