Una vez que termino, me doy una ducha y regreso a mi cama para echarme a dormir, no tengo ganas de nada ahora mismo. Cierro los ojos y acomodo la cabeza en mi almohada, un suspiro se me escapa, puedo sentir mi entrepierna palpitando y ansioso, coloco mi mano sobre mi vulva y la aprieto un poco para tratar de calmar mis ansias, pero me es imposible, al final me tuve que obligar a dormirme apretando mis piernas y haciéndome bolita en mi cama.

Unos ruidos provenientes de la parte de abajo me despiertan, bomboncito empieza a chillar y a rascar la puerta de mi cuarto, eso solo significa una cosa, Henry ha llegado a casa y por el ruido que hace sospecho que debe estar algo ebrio o totalmente ebrio. Me levanté de mi cama y me fui a verlo, mi perrito bajó corriendo las escaleras, moviendo su colita con entusiasmo como siempre lo hace.

Llego hasta la cocina y veo a papi tumbado sobre la meseta, parece que trata de recuperar el equilibrio, no pude evitar reírme y acercarme a él, al notar mi pre