Máximo
Extrañamente lo quería, pero solamente con ella, podía imaginarla con mi camisa, descalza y sin nada de ropa interior debajo-una imagen demasiado caliente- su cabello castaño desparramado por la almohada mientras ríe por mis caricias bajo las costillas, un punto sensible de su cuerpo que la hace estremecer y romper en risa. Algo que recientemente lo había descubierto.
— ¿En qué tanto piensas, Galloway? —regreso a mi realidad y puedo ver a mi hermana de pie frente a mí con una sonrisa.
Niego rápido.
—En nada que te incumba, Melani.
—Oh, sí y me incumbe mucho, ¿Piensas en Abby? —levanto mi mirada de irritación.
—Melani, detente.
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Máximo Realmente me da temor hablar con ella, pero pese a eso, necesito su versión. No digo nada, agarro aire y me giro hacia Edward. —Mi padre ha ido por ropa a casa, entro y saldré un rato hacer unas diligencias. —Está bien, he traído comida para los cinco, ¿Sigue Abby aquí? —niego y la irritación crece en mí. ¿Por qué pregunta por ella? —No. —contesto irritado. —Ella se ha marchado hace rato. Pero podría comerlo en su lugar—Melani sonríe al ver el gesto divertido de Edward. Avanzo hacia el pasillo y entro a los servicios. Me lavo la cara para calmar el dolor punzante que me está comiendo por dentro. Levanto el rostro hacia el espejo...algo e
Máximo Espero en el auto hasta que el último cliente saliera de la boutique «Amour de París». Estoy completamente decidido en romper todo lazo con Amber Clarke a pesar de qué mí madre seguía aferrada a tenerla de amistad, ¿Cómo decirle que la hija de su mejor amiga hizo una atrocidad años atrás y su hijo es culpable de eso? No, la podría perder. Y ahora no quería que «ese» pasado arruine lo que estaba encontrando. —Señor Galloway, ha salido el último cliente. —tomo aire y lo suelto lentamente para calmar mi acelerado corazón y el nudo qué se está empezando a establecer en el centro de mi estómago. ¡Vamos Galloway! ¡Tú puedes! —Gracias. Espérame
Máximo Mi personal de seguridad junto con Edison se encarga de Amber, voy camino a mi departamento sumergido en la música instrumental, pero cuando reacciono estoy estacionando afuera del edificio de Abby, quiero entender el porqué de mi atracción por ella, había pensado en el transcurso del camino que desde hace dos años que la había conocido siempre estaba provocando este tipo de sentimiento en mí, la manera en que lo asociaba a otro sentimiento. ¿Es real lo que estoy empezando a sentir por ella? Fijo la mirada en la entrada del edificio, estoy pensando en solo quedarme unos minutos, podría retirarme a mi departamento, a su soledad y al vacío que ahora estoy empezando a notar. Dos minutos después aparece Abby en un conjunto deportivo, carga una bolsa a su pecho; no lo pienso ni dos veces, bajo del auto, cruzo el tráfico
Máximo —A la mesa, se enfría la cena. Susurra dejando una última mirada a la foto, la sigo sin decir nada más. La música instrumental comienza a sonar en el fondo, siento un poco más de familiaridad y sinceramente no entiendo por qué, escucho las notas de Chopin #9, mi favorita, vaya, tenemos algo en común. Abre la tapadera del gran sartén que está en el centro de la mesa, mi boca está a punto de caer en la superficie de la mesa. —Lasaña de carne con doble ración de queso gratinado—anuncia—espero no seas intolerante... Niego sin dejar de mirar el plato. — ¡Se ve exquisito! —suelta una risa cuando me giro hacia ella. —D
Máximo Sus ojos vivaces muestran un tipo de orgullo, siento como estoy a punto de llegar, pero el pensamiento cruza de nuevo, la ira me envuelve de solo pensar que ha hecho el sexo oral a otros, «mierda» el solo pensarlo de nuevo me enfurece, me inclino y la levanto, sus ojos muestran confusión. — ¿Lo he hecho mal? Si es así, disculpa, ese artículo no daba muchas explicaciones de cómo...—siento un alivio por todo mi cuerpo, sonreí el solo imaginar buscando información de: «Como hacer sexo oral» —Vas muy bien, ahora es mi turno—sonríe, me levanto y me acomodo el pantalón, la levanto sombre mis hombros al mismo tiempo que grita de la sorpresa. —Espera, espera...—suelta rápidamente. &md
Abby— ¿Estás dormida? Estoy a punto de contestar pero mi cuerpo está tan envuelto junto al suyo que es una nube de relajación extrema, no puedo mover ni mis pensamientos, siento como su pecho sube y baja rítmicamente, entreabro mis ojos para mirar la hora: 4:56 am... y antes de cerrarlos por completo...—Te quiero, Abby.... —es un débil susurro. Abro los ojos a punto de salir de su órbita, mi corazón se acelera, no me muevo, hasta podía jurar que dejo de respirar: « ¿Había escuchado bien?» Intento dormir, pero mi mente se repite: «Te quiero, Abby» un tic aparece en mi ojo derecho, ¡Deja de pensar! Debió de ser el momento, o lo dijo sin pensar... Es un lío dentr
MáximoDías después... —Puedo caminar, no me traten como una niña—ayudo a mi madre a subir a su cama, mi padre está dejando las maletas en el sillón del rincón de la habitación. Melani deja los medicamentos con la receta y los controles que debe de llevar. — ¿Estás segura de que no quieres comer? —pregunta mi padre mientras acomoda la almohada detrás de ella. —Sí, estoy segura. ¿Dónde está Abby? Dijo que vendría...—mi madre quiso saber cuándo me encuentra con la mirada. —Ha tenido un contratiempo, no desesperes, vendrá en un rato más—excuso mientras me dejo caer en el sillón de tres que ador
AbbyMeses después... —Aquí tienes los reportes. —Artur me mira detenidamente cuando agarro la carpeta y la pongo en su regazo. — ¿Puedo hacerte una pregunta? —asiento curiosa. — ¿Está todo bien con Máximo? —sabía que notaba algo. —Está molesto, pero ya se le pasará...—dije intentando no sonar preocupada. — ¿Todavía está molesto por lo de tu reunión con los de tu maestría? —asiento torciendo los labios. —Cree que me encontraré con algún tipo mejor que él y que luego le diré que todo terminó. Solo son sus celos...<