Me siento estresado por lo que acaba de pasar en la joyería. Niña estúpida, odio que las cosas no salgan como esperaba, odio su inmadurez y sobretodo su cinismo.¿Quién se cree que es? Prefiero morir antes de aceptar ser rechazado por una mujer, eso no me lo perdonaría.Me siento en la cama frustrado y analizo la situación, todo lo que ha estado pasando, y puedo casi asegurar que la razón por la que no he podido llevarla a mi cama, es porque he tratado de llamar su atención con regalos y cosas costosas, cuándo claramente me ha demostrado que el dinero, a pesar de necesitarlo, no le importa. Necesito darle tiempo de calidad, afecto, eso que tanto ha estado necesitando desde que su madre la echó de casa, así y solo así podré tenerla.—Ni siquiera es tan atractiva—musito mientras me observo en el espejo frente al mini bar, necesito un trago.Me despierto por unos toquesitos en la puerta, no sé en qué momento me quedé dormido.Al abrirla, me encuentro a la persona que ha estado rondando
Nos dirigimos a las habitaciones; aún me encuentro un poco aturdida por lo que sucedió en el restaurante, creo que la muerte de mi padre es algo que nunca voy a superar, o por lo menos no en mucho tiempo.Darío se ha portado un poco empatico esta noche, no sé si creer en sus acciones, no sé qué tan falso puede llegar a ser.—Buenas noches—me despido del mismo al llegar a mi habitación.—Podría pasar y ver algo en la televisión—se auto invita.—No creo que sea buena idea, ya es muy tarde, mañana tenemos que ir a la construcción.—Tranquila, eso es lo de menos—asegura— ni usted ni yo, vamos a construir, nuestra presencia no es necesaria.Se adentra a la habitación sin previo aviso y se sienta en la cama para quitarse los zapatos, acto que me deja atónita, este no es Dario.—¿Qué espera?—me invita.—No, tranquilo, usted acomódese—digo para acercarme al pequeño mueble al final de la cama.Este escoge una película en inglés subtitulada la cual no logro comprender de qué trata, ya que mis o
En esta semana y media, Darío ha sido otra persona, no deja su estilo de gruñón y exigente, pero se ha soltado; hemos cenado, conversado, asistido a reuniones y sobretodo...hemos conectado, este podría ser el inicio de un ambiente laboral más tranquilo y saludable.Esto no quita que siga con mi opinión inicial sobre él, no me quiero ilusionar, podría ser momentáneo, Darío es una persona muy inestable.—Entonces, ¿cree que sería la opción más factible?—pregunta mi jefe.Salgo de mi ensimismamiento, puesto que, la persona que se encuentra en mis pensamientos, en estos momentos está frente a mí pidiendo mi opinión sobre algo que no tengo idea.—¿Qué?—contesto sin saber de qué habla.—Señorita Naylea, ¿qué le pasa? Está muy desconcentrada hoy.—Si, lo siento jefe, ¿qué me preguntaba?—Olvídelo. Si, instalaré 5– se dirige a un señor que al parecer también esperaba por mi respuesta.Este empieza a encaminarse y me deja atrás, por lo que opto por adelantar mis pasos.—¿Qué era?—pregunto, al
Entro a la oficina y como siempre, me siento a esperar mi café del día, pero, a pesar de que ya han pasado alrededor de 10 minutos, este no llega, lo que hace que me desespere. Mientras estuvimos fuera, ordené que Naylea tuviera su propia oficina.—Debe estar allí— me despreocupo y llamo a la asistente de Natalia para que traiga mi café.—¡Eres un idiota!—Entra Natalia echando humos.—¿Ahora qué hice?—pregunto despreocupado, siempre tiene alguna que otra razón para enojarse conmigo.—¿Sabes lo que tengo en mis manos?—pregunta desesperada mientras sostiene un papel.—Aún no me dices—me burlo.—LA CARTA DE RENUNCIA DE NAYLEA—me grita, a lo que contesto con una mirada de advertencia—Dario, ¿qué hiciste ahora?—pregunta ahora más relajada.—Nada, ¿qué voy a hacer?, no aguantó la presión de la responsabilidad que conlleva tener este trabajo—quiero creer que esto no tiene nada que ver con lo que pasó—una asistente más que se va. Pide que anuncien que el puesto está libre—concluyo.Natalia me
Darío Ya dos meses sin ver a Naylea, estoy cansado, he estado haciendo todo aquí en la empresa, no he podido conseguir otra tan dedicada como ella...o al menos, eso he fingido. Me siento tan culpable que ya no me avergüenza admitirlo en voz alta. Una parte de mí, conserva la esperanza de volver a verla y disculparme por todo, mientras otra, simplemente quiere dejarla ir, junto con los cambios y recuerdos que trajo a mi vida.Natalia no me habla, Kristofer igual, he estado muy solo y por primera vez, no me siento feliz de eso.Salgo de la oficina después de un largo día de trabajo y me adentro a mi vehículo. Abro la guantera para sacar unos documentos, y de estos cae un pedacito escrito con tinta azul, el cual reconozco perfectamente; lo tomo y lo analizo, no sé si dejarme llevar de mis impulsos y conducir hacia el lugar escrito en él o simplemente seguir fingiendo que no lo tengo.Estoy harto de fingir.Me dirijo al departamento que la anciana no me quiso alquilar, teniendo en cla
NayleaMi vida dió un giro de 180 grados en el momento que mi jefe me dejó desnuda en aquel lugar. Fue un choque de realidad, ¿qué estaba haciendo? En ese instante me desconocí y di cuenta de que estuve actuando mal; nunca me debió de importar el carácter de Darío, su vida personal o su bienestar, yo solo fui su asistente.Una más...Y nunca me porté como tal, siempre velé por su integridad, aún fuera de lo que me correspondía y esto, como toda persona narcisista suele actuar, terminó conmigo sola y desnuda en un lugar desconocido, con la dignidad en el piso...Todos tenemos un punto cero, ese momento en donde sentimos que no podemos estar peor; creí que el mío sería el haber sido echada de casa, ¡no pude haber estado más equivocada! Nunca me sentí tan miserable como esa noche en la finca de Dario.Luego de haber pasado la vergüenza más grande de mi vida, me planté una meta: ser y vivir por y para mí, sin importar nada.Salí de las alas de Darío y con eso, de todo aquello que me pertu
NataliaSalgo de la oficina y escucho a mi hermano hablar, son las 2:00 am, ¿qué hace aquí?Lleva alrededor de dos semanas que no sale de la oficina, ni permite que nadie se adentre a esta, a menos que sean servicios de comida rápida, comida que él no acostumbra consumir. En estos momentos estoy siendo la presidente, está muy descuidado y eso es lo que me preocupa...Tengo dos meses esperando por él, que se disculpe por sus acciones y comprenda que cada cosa que hace, tiene una consecuencia. Quisiera no tomarlo todo personal y simplemente poder seguir cerca de mi hermano, ignorando el hecho de que se ha vuelto un imbecil, pero no puedo.Me lleno de valentía y me adentro a la oficina, hay un terrible olor a alcohol, ¿ha estado bebiendo todo este tiempo? No es necesario que formule dicha pregunta, puesto que hay una extraña pila de botellas vacías, entre las que puedo diferenciar, Whiskey y vino.¿Qué diablos pasa aquí?—¿Qué buscas en mi oficina?—Esta ya no es una oficina, es un basu
NayleaMe adentro a mi antigua oficina y mi cerebro no le da credibilidad a lo que mis ojos están viendo, está todo sucio y desorganizado, el hedor a alcohol es terrible. Me acerco a Darío quien está de espaldas observando la gran ciudad.—Buenas—saludo.Este al escucharme se espanta y se gira para asegurarse de lo que acaba de oír.—Hola Naylea—contesta—hasta que comprendes que necesitas el trabajo, menos mal lo hiciste a tiempo, por poco le doy tu puesto a otra—dice este con cierto tono de burla.—No regreso a la empresa—aclaro.—Pues, ¿a qué debo tu dulce presencia en el lugar?—contesta cínicamente.—Solo vine a ver cómo seguía todo.—¡De maravilla!—contesta señalando el lugar—¿y tú, por qué no vuelves si sabes que el sueldo te caería excelente?—Porque ya tengo trabajo en otra empresa.—Ganando miseria, yo podría tenerte mejor, lo sabes.—Sería la decisión más estúpida que tomaría en mi vida, a ver...¿acaso no recuerdas lo que pasó entre nosotros?—Ya me disculpé por eso—aclara