Entré al auto y conduje a mi casa en completo silencio mientras Nicolás veía a través de la ventana sin emitir ningún ruido, me sentía extraña ante el hecho de lo que recién había ocurrido.
Había bastado que llegara la noche para que no nos dijéramos nada y solo fingiéramos estar solos con otras personas, pero no era así. Estaba conduciendo hacia mi casa con mi madre seguramente enfurecida y Aarón allí dentro para ver que voy a entrar a mi "novio" o "mejor amigo" completamente herido como si un autobús le hubiera caído encima.
Suspiré exasperada y estacioné con rapidez apagando las luces sumiéndonos en la oscuridad.
- ¿Por qué lo hiciste? – interrumpí el silencio mirando hacia el frente sin ánimos de verle a la cara.
Cuando salí d
Con el paso del tiempo, el invierno llegó y con ello las vacaciones de navidad, lo cual significaba. Descanso. Sin embargo, todos los acontecimientos previos en el instituto donde nos involucraron a Dylan, Nicolás y yo, pronto se olvidaron hasta que los rumores cesaron y las calificaciones llegaron como un castigo para todos los estudiantes. - ¿Cómo te fue con química, Isabella? – preguntó rápidamente Danna llegando a mi casillero con una sonrisa en la cara debido a Eliot, quien supuse esperaba por ella en la entrada del instituto. Me encogí de hombros quitándole la mayor importancia – Nada nuevo, solo saqué un nueve – saqué varios libros para terminar de estudiar literatura y matemática dejando aún lado a mi amiga sonriente con sus típicas ensoñaciones. Cerré mi casillero al tiempo
Le había mentido de la peor manera, no me había considerado jamás una chica que engañara a sus seres queridos, pero había hecho eso con una de las personas que más quiero en toda mi vida y ahora estaba lejos. Y no podía hacer nada para evitarlo, inevitablemente se enteró y de la peor manera que lo pudo haber hecho, algo había salido mal, era seguro, pero jamás querré saberlo porque de igual forma ya no importa. Alguien tocó a la puerta y sin emitir ningún sonido de aprobación o desaprobación, segundos después entró Aarón con un plato de comida caliente. ¿Se puso a cocinar? ¿En verdad? - Mamá regresó. Dice que quiere hablar contigo – murmuró dejando el plato frente a mí en la cama. Lo miré y después al plato de comida, negué y me hundí más entre las sabanas sin importarme que quiera
No sabía a donde ir, Nicolás no estaba en casa y la ama de llaves dijo que había ido a casa de Nick, la verdad dudaba de que fuera cierto porque la mayoría de veces cuando decía aquello era solo una coartada para estar en otro lugar, sin embargo, fui porque tenía que arreglar las cosas y disipar el malgenio que emergía desde el interior de mi corazón, no entendía porque Aarón me dijo eso, casi como si estuviera diciendo que se iba, pero eso no podía ser cierto porque es mi hermano. Y los hermanos siempre están ahí, más si son como Aarón, un completo chicle muy celoso. Suspiré rendida y estacioné una calle antes de la casa de Nick para que Nicolás no me reconociera por el auto de Aarón y caminé el resto del camino fijándome en dos cosas. Primero, había mucha gente para ser las once de la noche y segundo, la calle estaba atestada de aut
Cerré mi maleta de equipaje morada y salí rápidamente de la habitación mientras Aarón salía también de la suya completamente sorprendido por lo temprano que era. Apenas si había amanecido y él estaba aún en pijama y con el cabello rubio revuelto y sus ojos verdes centelleantes como nunca. - ¿Qué haces? – preguntó rápidamente dirigiendo su mirada de la maleta a mi completamente arreglada. Me encogí de hombros – Me iré con ustedes a Alemania para encontrarnos con papá. Tengo entendido que ese era el plan ¿cambió? – enarqué las cejas mirándole que negó un poco asustado por mi reacción y rápidamente me acompañó abajo donde mi madre estaba en bata y pantuflas tomando café mientras escribía en la computadora. Rápidamente entramos al comedor y dirigió la vista en mí y mi equipaje - ¿A dónd
25 de diciembre Madrid, España 01:00 am Todo da vueltas y la única constante en mi vida es el chico que está a mi lado, rio, pero no recuerdo de que fue, tal vez un chiste, o algo gracioso que vi por la calle, la verdad ya no lo recuerdo, solo sé que quiero vomitar y Dylan no para de balbucear. ¿Qué es lo que dice? - Isabella, te lo digo enserio... – logro entenderle entre los ecos que se forman en mi mente llamando a Nicolás como lo ha hecho la última semana, no quiero saber nada de él, y por ello cambié de número y no he hablado con nadie que esté en Los Ángeles, no me interesa, solo quiero una navidad con mi familia y mi gran
Dos semanas después... Solo somos unos adolescentes más de la sociedad en decadencia. De los políticos declarando guerras y la religión proliferando la paz mundial cuando ni siquiera tenemos paz en nuestros corazones. La sociedad es una sola, es una fuerza viviente que no entrega, que nos da y quita a diario cosas del mundo, sin embargo, ahora que seremos dignos ciudadanos del mundo ¿Qué creen que debemos hacer? Solo se una cosa, no hay que quedarnos callados. Dios, cualquier fuerza divina o incluso la ciencia nos proveo de una voz y cuando tenemos esa voz joven y jovial ¿la desperdiciaremos proliferando el silencio? El silencio es el grito más fuerte que puede dar el mundo. La naturaleza ha estado en silencio, la iglesia ha estado en silencio, pero... nosotros, los jóvenes, la nueva generación ¿también n
Ya no había que presentar exámenes, tampoco había necesidad de asistir al instituto sin embargo, la mayoría prefería eso a tener que lidiar con el papeleo para la universidad, yo por mi parte quería entrar a la universidad de Milán para estudiar diseño de modas, aunque aún no me han mandado mi carta de aceptación, lo harán a más tardar la próxima semana para estar en dos semanas empacando mis cosas para irme a la otra punta del mundo, lejos de todos. De mi hogar, de mis padres, aunque no tanto de ellos porque siempre viajan a Europa, pero lo más importante, me alejaré de Nicolás. Me aterra la idea, pero al mismo tiempo me siembra mucha ilusión porque así no tendré que aguantar las ganas de ir a abrazarle, de querer hablarle o incluso de quedarme mirándole fijamente en la cafetería mientras él sonríe y habla con sus amigos del futbol o las porristas, incluso con la chica que lo besó. Zoé
Corrimos por la hierba mojada por la noche, y aun así seguimos sin parar, cogidos de la mano. Me dejé guiar por Nicolás sin importarme por una vez en la vida que pasará después, solo importa el ahora, nada más, ya habrá tiempo para pensar en el mañana. Esbocé una sonrisa quitándome los tacones que amenazaban con dejarme el cuello en dos, pero cuando lo iba a hacer Nicolás me tomó de nuevo en volandas corriendo conmigo como al principio llevándome a través del parque, pasando por unas fuentes encendidas donde gritó emocionado mientras varios jóvenes iban vestidos formalmente como nosotros, sin embargo, no nos importó el qué dirán, solo importábamos nosotros y nadie más. El mundo podría seguir después con su decadencia y destrucción, pero esta noche, solo seriamos nosotros dos, nuestro amor, nuestras vidas entrelazadas por el destino, p