Mientras todos hablaban al mismo tiempo en el salón, fui a buscar las copas que había pedido Heitor. En cuanto me di la vuelta, me topé con Theo.
Nos miramos fijamente y él preguntó:
- ¿Dónde está mi regalo?
Me mordí el labio y sonreí:
- Es una sorpresa. Y no está aquí. Tienes que ir a buscarlo conmigo.
- ¿Cuándo lo recogeremos?
Miré el reloj y marcaba las siete de la tarde:
- Tenemos que estar allí antes de las 10pm.
- ¿Eso significa que tenemos tres horas para cenar, decirles la verdad a nuestros padres y luego echarlos?
- Más o menos. - Me eché a reír.
Theo me abrazó y oímos la voz de mi madre:
- ¿Estás... ¿Va todo bien?
Inmediatamente levantó los brazos, cogiendo unas gafas de la estantería, mientras yo volv&ia
- No te estoy defendiendo, Robin. Sólo creo que... Quizá él no tenga la culpa de todo lo que pasa en nuestras vidas. - Me levanté, atónita, dejando mi copa de vino sobre la mesita.- Sebastian ya tiene las imágenes de las cámaras del club nocturno. Y en cuanto Dimitry esté lo bastante bien para declarar, la policía estará allí. Y apuesto a que nos aseguraremos de que Robin fue el autor intelectual -anunció Ben.- ¿Qué te ha pasado en las rodillas? - preguntó Anon, señalando mis piernas descubiertas por un vestido corto y ajustado.- ¿Se te han caído? - Heitor me miró, preocupado.Ben sorbió todo el vino y me miró con una sonrisa pícara:- ¿Te has caído sobre una alfombra, cereza?Anon moqueó, tirando ligeramente de su corbata para aflojársela más có
Me limpié las lágrimas de la cara y me levanté inmediatamente:- ¿Qué... ¿Qué haces aquí?Ella levantó la llave, sonriendo mientras me la mostraba. ¿Cómo la había dejado entrar Gregorio? Joder, ¡no había pasado por recepción, obviamente! Seguro que aún controlaba el garaje y había dejado el coche en el aparcamiento del edificio.- No tienes derecho a entrar así en mi piso. - Theo se levantó, furioso.Anon y Ben aparecieron en el salón.- ¿Señor? - Anon miró a Heitor, que levantó la mano hacia su guardia de seguridad privada y amigo, pidiéndole que esperara."No, papá, no le digas que espere. Échala. No estaba invitada. ¿No te das cuenta de que soy la chica de su primer beso? Theo quiere casarse conmigo", pensé.Las lágrimas volvi
La sola idea de alejarme hacía que el corazón se me saliera del pecho, ya le echaba de menos incluso antes de que se hubiera ido.No había nada más que hacer, no tenía sentido pensar hasta que me doliera la cabeza, tratando de encontrar una solución, simplemente porque no la había. Aunque tenía un plan contra los Hernández, podía no funcionar. O mejor dicho, las posibilidades de que saliera mal eran muy altas.Theo no tardó en encontrar la entrada de un motel discreto. Y en menos de treinta minutos estábamos en el garaje privado, aparcando.Bajamos de la moto y me quité el casco, observando cómo él hacía lo mismo, encontrando por fin de nuevo su rostro frente al mío.- Pensé en un hotel, pero creo que ya no hay intimidad en ningún sitio. Así que quería evitar encontrarme con alguien conocido que pudiera exponer
- Te quedarás en mi vida para siempre. Yo me quedaría con el niño, no Malica. Y ella debe saberlo. Entiende que estoy orgulloso de lo mucho que intentas madurar. Y de ayudarme en todo lo referente a Simplicidad. Me arrepiento mucho de haber dudado un día de tu potencial profesional, contratando a Hades para que te ayudara, cuando eres capaz de dirigir una empresa como North B. tú solo. Incluso llegué a pensar que nuestro padre podría estar detrás de tu habilidad, protegiéndote de alguna manera. Pero al escuchar tus ideas, al darme cuenta de cómo tienes todo bajo control... me di cuenta de que no eres como Heitor Casanova... Y en el futuro serás mejor que él, Maria Lua.- I... - "Siento que te hayas dado cuenta demasiado tarde, Theo."- No necesitamos seguir hablando de esto, mi amor.- ¿No crees que deberíamos darles una satisfacción a nuestros padres?
- Sí... - Mi voz salió casi inaudible.Theo hundió su suave y cálida lengua en mi boca, explorando cada espacio que encontraba, haciendo que mi corazón se acelerara mientras mi coño se llenaba. Por un momento olvidé que no estábamos los dos solos en aquel lugar, mientras mis manos se deslizaban por su espalda, sintiendo sus duros músculos bajo la camisa blanca.Cuando casi nos habíamos quedado sin aliento por la intensidad de aquel beso, le mordí ligeramente el labio inferior:- ¡Feliz 23 cumpleaños!- Gracias por estar conmigo, mi amor.- Ojalá pudiera estar contigo para siempre.- Y lo estarás. Nunca volveremos a separarnos.Antes de que pudiera decir nada, Theo se acercó al tatuador y le dijo algo, a lo que no pude prestar atención porque mi mente estaba inmersa en su frase "Nunca volveremos a estar separados". Poco
- Sunshine, no podemos sufrir por adelantado por esto. Tendremos que esperar a los resultados de las pruebas que demuestren que el niño no es mío.- Hablas como si estuvieras tan segura...- ¿Cómo podría no estarlo? No tuve sexo con ella sin condón.- Theo, ¿recuerdas lo que Salma le hizo a Heitor?- Ella no quedó embarazada de él.- Porque él se hizo una vasectomía. Si no lo hubiera hecho, sin duda yo sería su hija, porque ella lo hizo todo puramente por plan, eligiendo la fecha de su período fértil para violarlo.Theo me acarició la mejilla cariñosamente:- Tendremos que ser pacientes, mi amor.- Paciencia... - suspiré. - Eso es algo que nunca he tenido.- Me has esperado durante muchos años... - Sonrió.- Aparte de eso, eres lo único que he esperado en mi vida, con pacienci
Sonreí y le acaricié el cuello:- "No sé si voy a dejar que sólo me beses, señor de veintitrés años", bromeé. - Creo que quiero más... Mucho más que un simple beso...- ¿Un simple beso? - Se hizo el ofendido. - Empecemos por esta parte, demostrando que mi beso no es simple... - Pasó lentamente la punta de su lengua por mis labios.Cerré los ojos y en cuanto probó mis labios, pasé la lengua por ellos, saboreando su sabor. Theo se apoderó inmediatamente de mi boca en un beso arrollador, mientras yo aún podía saborear la pasta de dientes, que apenas había tenido tiempo de enjuagar.Me colocó sobre el lavabo, mientras mis manos recorrían su espalda y luego su pecho, sintiendo su cuerpo caliente, su respiración jadeante y su corazón acelerado.Sin separarse de mi boca, Theo me quitó sin p
Me desperté al sentir las manos de Theo en mi cara. Estaba tumbada en la cama, con la cabeza sobre el colchón y tres almohadas bajo las piernas, elevándolas.- ¿Cómo te encuentras? - preguntó Theo con ternura.- Bien... - mentí, todavía un poco mareada. - Tenemos que irnos... - Intenté levantarme.Theo me detuvo:- Vamos a esperar unos minutos más hasta que te hayas recuperado. Te has desmayado.- Nunca me he desmayado en mi vida. - dije, aturdida.- Estabas muy nerviosa.- Theo... - Sentí que las lágrimas me inundaban la cara. - ¿Qué le pasa?- No lo sé, cariño. No pude llamarlo porque caíste inconsciente en mis brazos. Te traeré un vaso de agua. Quédate en esta posición un poco más.Esperé, mirando mi propia cara en el techo de espejos. Esperaba que todo fuera un sue&