Hice lo que Robin me sugería y me bañé en la bañera de hidromasaje. Me sumergí en el agua tibia y perfumada, exagerando la cantidad de espuma porque me sentía extremadamente sucia. Apoyé la cabeza en el cojín de cuero y cerré los ojos, tratando de asimilar todo lo que había ocurrido aquel día.
Podía terminar de ducharme, vestirme e irme. Y al día siguiente, nada cambiaría. Seguiría en manos de los Hernández, teniendo que sucumbir a su chantaje. Ahora que sabía que Hades era mi guardia de seguridad, no había forma de contárselo todo, por mucho que supiera la verdad, porque sabía que tarde o temprano se lo contaría a mi padre, que era quien le pagaba. Y yo misma quería contarle a mi padre lo que estaba pasando, pero de momento era imposible.
¿Podría decírselo a Theo? Sí, claro que podí
Arqueé una ceja, confusa:- ¿Qué quieres decir?- Era... Manera de decirlo. Quiero decir que Heitor está enfermo y puede que tarde en recuperarse más de lo que crees. Esta historia sobre su familia biológica lleva toda su vida y el propio Heitor no ha sido capaz de resolverla hasta el día de hoy. Tiene que ponerle fin. Si aceptó que sacaran a la luz parte del diario de su madre y tuvo el valor de afrontar las consecuencias, ¿por qué iba a aceptar su chantaje?- No podía soportar las consecuencias del diario... Huí como un cobarde. Y no puedo huir ahora, o Theo pagará por ello.- Theo no es un niño. Sabe cómo defenderse. Ya logró salvarse de ellos una vez.- Dimi no...- Dimitry y Theo son diferentes y lo sabes.- ¿Qué esperabas? ¿Que Dimi lucharía de igual a igual? Ni siquiera sabemos cómo
- ¿Esther? ¿Por qué... ¿Esther hizo esto? - Arrugué el ceño, inseguro.- La familia de Ester tiene una buena relación con mi madre. E... Digamos que mamá siempre disfrutó de mi relación con ella.- Vale, eso ya me lo has contado. Quiero saber qué te motivó a robar la investigación de Theo.- Ester entró en tu vida bajo la presión de mi madre.- ¿Qué es lo que quieres decir?- Todo estaba planeado.- ¿Hace años? Cuando yo... ¿Todavía eras un adolescente?- Sí, lo era.- Pero... ¿Cuál es el problema de los Giordano con los Casanova?- Esta parte no puedo decírtela.Me levanté, completamente confuso, sintiéndome ligeramente mareado y con pesadez en el estómago:- ¿Por qué carajo empezaste con esto? Dije
En otras palabras, en ese momento, por muy mal que estuviera pasando, era insignificante comparado con lo que mi familia cargaba sobre sus espaldas. Siempre me habían dado prioridad. Ahora era el momento de que yo hiciera lo mismo por ellos: ponerlos en primer lugar, como ellos siempre habían hecho por mí.Pronto cumpliría 25 años. Era hora de resolver mis problemas por mí mismo. Llevaba años siendo la mano derecha del director general más importante de Noriah Norte. Acabar con los Hernández era sólo cuestión de tiempo. Y no tenía sentido remediar la situación. Había que cortarla de raíz.Acepté la oferta de Robin y me fui a la habitación de invitados. No quería ir a casa. No podía ir al hospital porque estaba agotada física y emocionalmente. Y en aquel momento, ver a Theo suponía un grave riesgo de contarle la verdad, ya qu
- Ayudante, esta es mi ex prometida... - Robin comenzó.- María... ¿Casanova? ¿Estoy en lo cierto? - Entrecerró los ojos, mostrando que no estaba seguro.- Sí... - Mi voz salió casi inaudible.Bajé la cabeza mientras Robin continuaba:- La están chantajeando, ayudante del sheriff. Incluso estaba pensando en no denunciarlo, lo cual es absurdo.- ¿Chantaje? - El hombre se recostó en su silla, parecía tranquilo mientras una leve sonrisa aparecía en su rostro. - Jeremías, por favor, vamos a registrar inmediatamente la denuncia de la joven.El joven de la mesa de al lado sacó un ordenador portátil y empezó a registrar mis datos personales, que no sabía si decir o no. Empecé a tener la cabeza confusa y no sabía qué pensar.Al darse cuenta de mi miedo e incertidumbre, Robin empezó a respond
Decirle la verdad a Héctor ya no era una alternativa viable. Tal vez ahora Hades sería mi única salvación. O no, porque quizá si se lo contaba, él sería el primero en decírselo a mi padre, que lo había contratado.Subí al coche de Robin, ocupando el asiento de al lado:- Llévame al hospital, por favor. Estoy cansada... Y todos deben estar preocupados por mí. Quiero ver a mi padre.Robin hizo lo que le pedí. Intenté entablar conversación con él durante el corto trayecto hasta el hospital, pero no hubo respuesta. Parecía hacer como si yo no existiera.En cuanto detuvo el coche cerca de la entrada principal del hospital, le miré, con el corazón roto:- Lo siento.- ¿Lo sientes? - Se rió irónicamente, mirándome por primera vez desde que salimos de la comisaría.- Por mucho
Llorar no resolvería mis problemas. Era hora de pensar y poner en práctica un plan. Vivir a merced de maleantes chantajistas no era algo que se me pasara por la cabeza. Aquí Robin tenía razón: ¿dónde estaba María Lua Casanova?Me dirigí a la tercera planta del hospital y, nada más llegar a recepción, vi a Theo de pie junto a Babi.- Se... Desaparecido. - Me miró.Me senté junto a mi madre y le cogí las manos:- ¿Cómo está papá?- El médico terminará algunas pruebas esta semana y pronto empezará a examinar a los posibles donantes.- Yo seré el donante compatible -dije-.- No tienes su sangre. La probabilidad es mínima. - Theo intentó hacerme daño.- ¡Theo! - Babi le miró con incredulidad.Theo bajó la mirada, incapaz de enfrentars
- No quiero que detengan sus vidas por mí.- Theo vendrá a Noriah North... Tal vez para siempre. ¿No te lo dijo?- No quiero que Theo renuncie a la compañía con la que siempre soñó.- No puedo criticarlo, porque si yo fuera él, haría lo mismo. Porque tú eres más importante que nada.- Estaré bien. Encontraré un donante compatible.- Yo seré el donante compatible.- No quiero que te crees falsas expectativas, mi amor. E... No estoy segura de querer que tú seas la persona.- No son falsas. Siempre me he preguntado por qué Salma me confió a Babi. Y cómo la locura de su pasado de alguna manera siempre nos conectó a los tres. Ahora sé la respuesta. - Sonreí. - Voy a salvarte la vida, igual que una vez me salvaste la mía.- Me preocuparía que sólo tuvieras un riñ
Cuando salí de la habitación y me dirigí por el pasillo hacia la recepción, se me aceleró el corazón al ver a Theo sentado en el sofá, con las piernas abiertas y la cabeza hundida entre ellas. Estaba solo.Unas mariposas dobles volaron a mi estómago, demostrándome que sólo él podía hacerme eso. Me detuve frente a él y me miró, con el semblante también cansado y los ojos enrojecidos."Te quiero, Theo. Dame un voto de confianza. A pesar de todo, el hecho de que dudes de mis sentimientos y pienses que te he traicionado con Robin es lo peor. ¿Pagaré el resto de mi vida por el Malú del pasado?" Ah, ¡si pudiera y tuviera el valor de decir todo lo que pensaba!Me agaché y le cogí las manos, aunque estaba completamente frío y distante. Abrí una y saqué una mariposa imaginaria de mi corazón, coloc&aa