- No sé de qué estáis hablando. No pasa nada. Heitor y yo acabamos de descansar. Ya no somos tan jóvenes como vosotros y nuestros cuerpos necesitan bajar un poco el ritmo de vez en cuando. Pero no te preocupes, ya estamos organizados para pasar el cumpleaños de Theo contigo. Y espero que ya esté en su piso, Sra. Maria Lua.
- VALE, YO... Estaré. Buenas noches, mamá. Y mándale un beso a papá. E... Si puede llamarme mañana...
- Se lo haré saber a Heitor.
- Buenas noches, mamá. Que duermas bien. Te quiero, mamá.
- Os quiero a los dos.
Terminó la llamada. Miré a Theo:
- Algo no está bien.
- Sí, es muy extraño. Pero al mismo tiempo, somos adultos. Y mamá no nos ocultaría algo grave para ahorrárnoslo. Ni siquiera lo hacía cuando éramos niños.
- Es verdad. Si nues
- Claro que no me haría una vasectomía a los veintidós años, María Lúa. - Se alejó un paso de mí, con semblante serio. - Porque quiero tener un hijo en el futuro. Y a diferencia de mi padre, no tengo miedo de que alguien aparezca exigiendo una prueba de paternidad por dos razones: la primera es que siempre uso preservativos. Y la segunda es que no me tiro a todas las mujeres que veo.Sentí que el corazón se me aceleraba y respiré hondo:- Hay mujeres que perforan los condones, como Salma.Theo intentó abrazarme, pero su mano quedó atrapada en una de las esposas:- Abre esto, por favor.Me acerqué al cajón y cogí la llave de la caja de condones. Abrí las esposas y Theo se sentó en la cama, abrazándome:- María Lua, sinceramente no me importa cómo viniste al mundo... Pero le agradezco inmensamente a
Me desperté enredada entre los brazos y las piernas de Theo, ambos completamente desnudos. Sonreí y me removí para despertarle. El despertador, adivinando al parecer mi intención, decidió sonar.Theo abrió los ojos y se estiró:- ¿Sabes que cada vez que te veo dormir a mi lado, desnudo, sigo imaginando que es un sueño?- No quiero despertar de este sueño. - Sonreí.Me dio un beso:- Disfrutemos mientras estemos juntos, después de todo, pronto encontrarás una casa y yo me quedaré sin compañero de piso y sin esposas.- Creo que podríamos pasar las noches juntos... - le propuse.- Y los días también, después de todo, trabajamos juntos.- Esto sería prácticamente un matrimonio. - Pensé en voz alta.- Recordando que mamá y papá decidieron no trabajar juntos par
Pasé por delante de mi antiguo despacho y vi a Hades trabajando. Coincidencia o no, en el mismo momento en que lo observaba, se giró en mi dirección, haciendo que mi corazón se acelerara. Y no estoy segura de si fue por el cierto misterio que emanaba de aquellos iris tan azules como lo más profundo del océano.Aquel hombre me intrigó profundamente desde el primer momento en que lo vi, y al contemplar su imagen, recordé haberlo visto antes, observándome, al acecho. Y puede que estuviera un poco loca, pero tenía buena memoria y recordaba muy bien las caras de la gente.Estaba muy nerviosa por la llamada que había recibido antes. Aunque siempre he sido valiente, sobre todo cuando se trataba de la familia de Salma, que prácticamente nos había agotado a mí y a los Casanova, la amenaza y la mención del accidente de Theo me tenían muy preocupada.Robin estaba
- No, no era el único candidato. Pero entre los pocos que se presentaron, él era el más adecuado.- ¿Qué te hizo elegirlo?- Es inteligente y creativo y sabe destacar en un grupo. Sacó buenas notas en la universidad y, aunque no lo puso en su CV, tiene su propio negocio de adiestramiento de perros. Está pasando por una mala etapa en la empresa que tiene y está pensando en cerrar. Por eso está buscando otro trabajo. Es un hombre serio y habla muy bien de sus conocimientos sobre el puesto vacante en ese momento. De los pocos candidatos, era el único mayor de 24 años y menor de 50.- DE ACUERDO. Gracias por su información. Y buena suerte con tu nuevo trabajo.¿Me tranquilizó su explicación? No. ¿Había algo que pudiera hacer? No. Lo único que tenía que hacer era mantener los ojos bien abiertos en busca de Hades para asegurarme d
Mi teléfono sonó antes de que pudiera decir nada. Era Theo.- Hola... Voy para allá -dije.- No te llamo por eso, cielo. Sólo quería decirte algo.- ¿Y no puedes esperar a que vuelva? ¿Es algo serio? ¿Mamá y papá? ¿Les ha pasado algo?- No, no les ha pasado. - Se echó a reír. - Cálmate, mi amor. Todo está bien con mamá y papá... Eso creo. No he hablado con ellos desde nuestra llamada por el altavoz. Solo he decidido llamar porque he tomado una decisión importante y quiero que seas el primero en saberlo.- ¡Vaya, estoy ansioso y curioso!- He decidido aceptar el dinero que me ofreciste.- ¿Tú? ¿Has decidido aceptarlo? - Estaba incrédulo.- Sí. Iba a decírtelo cuando llegara, pero apareció Dimitry y apenas tuvimos tiempo de hablar. Hoy tenía una
- Eres un tonto. - Le di un puñetazo en el brazo. - Pero un tonto me encanta.Caminamos un par de cuadras más, miramos algunos escaparates y terminamos nuestros helados.- Tengo que volver a Simplicity -dije.- Ya lo sé. ¿Nos volveremos a ver antes de mañana por la mañana?- Creo que no. Theo quiere hablar de negocios. Ha contratado a un nuevo administrador para la empresa y por fin está de humor para actuar contra Giordano.- Apuesto a que a su manera... - Se rió.- Sí, su manera: ética, correcta, sin violencia. - Él también se rió. - Es inútil, él es así.Y yo quería a Theo Casanova exactamente como era: molesto, exigente, ético y a veces imprevisible, como estaba siendo en el momento en que decidió aceptar mi préstamo y poner en marcha, por fin, una nueva Simplicidad.- Camino hacia el h
Arrugué el ceño, completamente confusa, sin saber si me sorprendía más que no me hubiera pedido que me casara con él o que me hubiera pedido que fuera su compañera en Simplicity.Pareciendo darse cuenta de mi confusión, Theo le dijo a Hades:- Eres libre de irte, Hades. La empresa cerrará pronto. Puedes irte a casa. El resto lo arreglaré yo mismo con María Lua.Hades asintió con un movimiento de cabeza y, mientras cerraba la puerta, miré en su dirección y me guiñó un ojo, sonriendo.Sacudí la cabeza, atónita.- ¿Te...? ¿Te he ofendido con la propuesta? - Theo me tocó la mano.Su cálida y jodida mano sobre la mía hizo que las mariposas se desbocaran y que mi estómago pareciera inflarse de lo lleno que estaba. Porque eso es lo que hacía Theo cuando me tocaba: un escalofrí
Mi cuerpo se estremeció y miré fijamente a Theo. Dios... ¿Y si le habían hecho algo malo a Dimi?Me alejé unos pasos de ellos:- I... Necesito tomar esto... sola.Theo y Ben me miraron, preocupados.- Hola... - Dije, asustada.- ¿Quieres saber dónde debes dejar el dinero? - preguntó la voz familiar de la mañana.- No... - respondí, insegura.- Por cada persona a la que se lo cuentes, alguien a quien quieres saldrá herido.- ¡Pero si no se lo he dicho a nadie! - le aseguré, distanciándome aún más de Theo y Ben-.- En este caso, por cada centavo que niegues, alguien a quien amas saldrá herido. - Oí risas al otro lado de la línea. - Se rió, ¿verdad?- ¿Qué... ¿Hiciste? ¿Quién coño eres?- No estoy bromeando, Maria Lua. En est