Debido a que no llegamos a un acuerdo en mediación, estamos ahora esperando a que nos cite el tribunal para definir quién se quedará con el cuidado personal de Sol. Pablo ha dejado claro que él tampoco cederá, vivir con su hijo le ha abierto un mundo diferente que no conocía.
“-Armando, es que no tienes idea lo que me ha encantado ser papá a tiempo completo – me dijo hace unos días Pablo -. Sí, es verdad que trabajo y alguien más lo cuida por mí mientras lo hago. Igual que las mujeres que quedan solas, pero cambiar pañales, despertarme a la mitad de la noche para atenderlo, estar pendiente de sus vacunas, sus controles pediátricos, sus horas de comer… en serio no logro entender esos tipos que se van y se pierden de todo esto.
Yo le enseñé a hablar a mi hijo, sus hermanas me ayudaron a darle confianza para caminar. Esto es lo mejor que me pudo pasa
-Marcela, no sigas por favor – mi voz solo demuestra lo cansado que estoy con toda la situación -. ¿Te das cuenta de que estás comportándote como una niña mimada?- ¿Y tú te has dado cuenta de que siempre me tratas de la misma manera? – me responde, tratando de mi imitar mi voz -. Siempre me ninguneas, te dedicas a burlarte de mí.-Marcela… - suspiro exasperado -. Ya te dije, puedes venir a buscar a Sol, se está dando una ducha, nada más. Tardará un poco en estar lista, porque tú decidiste de manera inesperada venir por ella. No te estoy diciendo que no irá, no te digo que no vengas, solo te digo que tal vez sería mejor que yo la lleve para que no tengas que esperar tanto.-No. Ya te dije que yo iré por ella y si tengo que esperar, pues lo haré.Me cuelga de manera abrupta y yo me dejo caer en la esquina de mi cama. Desde que
Estamos a fines de abril, ha pasado un mes desde que han surgido varios cambios en nuestras vidas. Marcela cambió radicalmente su actitud y reconoció que tiene un problema. También sabe que puede perder el juicio en cuanto al cuidado personal, pero está dispuesta a hacer lo que sea por ella y los niños.Resulta que Ronald, su prometido, ha sido un apoyo fundamental en todo esto. La ha ayudado a darse cuenta de que hay muchas cosas que sanar y que debe mantener una buena relación con Pablo y conmigo.Sol aceptó adelantarse de nivel. Eso hizo que Joaquín se propusiera lo mismo y que esté tomando clases particulares para alcanzar el nivel de segundo. Aunque ambos saben que tal vez eso no sea posible, él no va a dejar de intentarlo. ¿Por qué Sol decidió cambiar de opinión? Joaquín le dijo que no debía quedarse atrás por él, que ella era única
Dos meses después…Sol me apresura cada dos minutos. Lo sé porque cada vez que me dice que me apure, veo mi reloj y el tiempo no avanza. Estoy pensando en eso, mientras acomodo mi corbatín, cuando escucho la puerta otra vez.-Papá…-Sol, hay tiempo. Te juro que luego de la boda te voy a enseñar la hora.-No es necesario, el reloj de la cocina marca las 11:15 y la boda es a las 12, papi.-Pero… - espera, está viendo el reloj de la cocina. Ese reloj no lo ajusté cuando fue el cambio de hora. Paso mis manos por el cabello y suspiro -. Sol, ese reloj está adelantado, no lo ajusté cuando cambiaron la hora. Son las 10:15, mi tesoro.-Ay, papá. Y yo preocupada porque te estabas demorando.Escucho que se queja y se aleja, yo solo sonrío. Me dedico a terminar con el corbatín, me miro al espejo y veo que ya estoy listo.
Nueve años después…Estamos rodeados de familias excitadas por el acontecimiento. Y es que ver a nuestros hijos culminar esta etapa siempre será motivo de orgullo. Es la etapa en que se encuentran un paso más cerca de la adultez y donde podrán demostrar cuánto aprendieron de sus padres.Mi Sol tiene dieciséis años, ha terminado cuarto medio, el último nivel escolar. Joaquín se ha convertido en un joven apuesto más alto que ella, atlético, de ojos café y cabello negro. Su piel de alabastro junto a mi hija, simplemente se ven maravillosos.Luego de que hace nueve años adelantaran a Sol a tercer año, él se esforzó y demostró que podía alcanzarla. El cuarto año lo iniciaron juntos y se adaptaron bien a tener un año menos que el resto de sus compañeros.Por mi parte, trato de controlar a
Dedicado a todos los padres que han amado incondicionalmente a sus hijos.A los padres que han sacrificado más que un trozo de pan a la cena.A los padres que ha sido modelos de maquillaje, peinado, manicura, vestuario y peluquería.A los padres que han trabajo de domingo a domingo.A los que no han dejado de luchar para ver a sus hijos, contra viento y marea.A los que han llorado tras una ventana, una reja, escondidos tras un muro, un árbol, incluso una persona, por los logros o fiestas de sus hijos.A aquellos padres que piensan en un futuro extraordinario para sus hijos.Pero sobre todo, dedicado a mi esposo que ama a nuestros hijos y hace cualquier burrada para verlos sonreír, incluso levantar el castigo que yo les di. A mi padre, que lo sabe todo… cuando sea grande, quiero ser como él.
Siete años atrás…Marcela está en el baño de la universidad, mientras yo espero sentado sobre el tronco de un árbol asesinado. No dejo de mover las rodillas, porque es la primera vez que pasamos por esta situación.Ella y yo somos novios desde hace cinco años, nos conocimos al entrar en la enseñanza media. Yo era un chico lento, “pavo” como le dicen aquí. Ella era una chica tímida, pero muy hermosa. Con su pelo castaño oscuro y sus ajos café oscuro.Mi pelo rubio oscuro y mis ojos azules les llamaba la atención a las chicas, pero a ella no.Hasta que un día, en una fiesta en la casa de uno de mis amigos, logré entablar una conversación decente. Ninguno de los dos quería estar ahí, porque no éramos de fiestas ruidosas, mas bien prefe
Hoy…Luego de una terrible semana en la obra, Felipe y Matías me han invitado a salir con ellos.Ellos son mis amigos desde el colegio. Fue en casa de Felipe donde se llevó a cabo la fiesta en la que rompí el hielo con Marcela.Lamentablemente, ella y yo ya no somos pareja. De hecho, llevo solo desde que rompimos. El único amor que me queda es mi niña hermosa, mi Sol.Me doy una ducha rápida, me visto y me voy al encuentro con los chicos. Les advertí que sería una salida corta y sin alcohol para mí, porque mañana me toca visita con mi hija.Quisiera verla todos los días, porque, a pesar de mi trabajo, podría hacerlo. Sin embargo, Marcela no me lo permite, regularizamos las visitas y una pensión de alimentos de forma legal, como si un juez tuviera que obligarme a cumplir como padre. No se me permite verla má
Llevo media hora esperando a que Marcela abra la puerta.La llamé, como siempre, pero no me respondió. Seguro volvió a quedarse dormida, su hijo más pequeño a veces no la deja dormir por las noches.Y es que, como era de no imaginarse jamás, volvió a ser madre. Sí, tiene tres hijos. Pablito tiene tan sólo ocho meses de vida, por alguna razón, no siguió con el padre de este. Aunque el tipo si estaba enamorado, aún la busca. Lo compadezco, porque yo también pasé por eso, hasta que me enteré de que salía con otro.Saco mi teléfono otra vez para llamarla, pero justo recibo un llamado de Soledad, su madre.-Armando, querido. Te estoy esperando con la niña para que pases por ella. Está desesperada, ¿no vendrás? – maldigo en mi interior y me voy corriendo al auto -.-Señora Soledad, buenos dí