Madison
Estoy sentada en la sala de juntas, he puesto los reportes de cada departamento como me ha ordenado el señor Burj, no Karim, solo señor Burj. Comienzo a darle vuelta a eso de comer con él, creo que no es apropiado, ¿Realmente tengo que hacerlo? Tendré que fingir que he comido y así declinar si vuelve a decirme que coma con él. Dios, solo recordar la comida, me da un escalofrío.
―Empieza―ordena el señor Burj al primero que está a su derecha, yo estoy sentada a un lado y a cierta distancia de él, más específico, fuera de la gran mesa de cristal. La pantalla comienza a mostrar las gráficas de exportaciones del último mes, anoto cada dato que me señala discretamente el señor Burj.
Antes de terminar la junta, me presenta ante todos, mi hermana sonríe discretamente –Sé con seguridad que se est
MadisonLa alarma suena, me levanto como un resorte en medio de mi cama y con los ojos cerrados, no recuerdo en qué momento me he quedado dormida. Me paso ambas manos para masajear mi rostro, tallar mis ojos y despertar. Abro un ojo y lanzo una mirada adormilada a mi reloj de la mesa de noche: 3:45 am.―Vamos, sal de la cama, Madison. Tienes una hora y quince minutos para alistarte.Tiro de las cobijas para ir directo a la ducha, al terminar entro a mi armario ya ordenado, tomo el gancho del conjunto del día de hoy, todo en azul marino y blusa blanca. Busco las zapatillas y las medias, lo lanzo sobre la cama, me siento en el sillón que hace juego con mi tocador, comienzo a maquillarme, puedo notar un poco más mis ojeras, lanzo una plasta delgada para cubrirlas. Al terminar me alisto, pero lo extraño es que la falda no es la talla que usé el día de ayer. ―Mierda. Es mi talla…―c
MadisonNo digo nada, supongo que ha notado mi falda. Estoy a punto de azotar la puerta al cerrar, pero recuerdo: “Profesionalismo, Green” luego miro a la cámara y entrecierro mis ojos furiosa.Llego a mi escritorio y me dejo caer en mi silla, me cruzo de brazos y comienzo a gruñir entre dientes.― “Le llamaré Lily, no es personal” ―sigo gruñendo. ―Mi nombre es Madison, él mismo lo ha pronunciado ayer. ¿Ahora por qué “Lily”? ¿Acaso extraña alguna asistente personal? ―reviso correos, redacto dos cartas. Anuncia mi reloj que son las siete de la mañana, entonces las puertas del elevador se abren. Alzo la vista y veo a la señora Anderson.―Buenos días, señorita Green―dice en un tono frío.―Buenos días, señora Anderson―pero en lugar de decirle de la misma forma, le regalo mi me
MadisonEl silencio reina en la oficina por un momento, -un momento que se me hizo eterno- el señor Burj me mira y luego a su madre.―Sophie Clark, ella es Madison Green, mi asistente personal, Madison Green, ella es mi madre.Le extiendo mi mano por educación, ella hace lo mismo con media sonrisa, a simple vista no le ha gustado el tono sarcástico que ha usado su hijo.―Mucho gusto, señorita Green.―Es un honor, señora Clark―el señor Burj me hace una seña con su barbilla para que sirva la mesa, asiento en silencio. Me disculpo con la señora.― ¿Asistente personal? ―escucho a mi espalda en un tono irónico.―Madre no empieces, por favor―advierte el señor Burj.―Solo estoy preguntado, Karim. Me sorprende qué ya tengas una asistente después de tres meses y no me hayas contado…―Ya tengo una, lo ac
Madison―Son precios muy accesibles, señor Burj, me complace informarle qué lo he elegido. ―el señor Burj asiente satisfecho, la mesa está completa con las personas de confianza del señor Wong, él señor Burj preside la mesa y yo estoy sentada contra la pared con mi tableta en mi regazo terminando de apuntar lo qué ha pedido el señor Burj.―Perfecto. La señorita Green, les pasará la documentación para firmar con empresas Burj. ―me hace señas de que lo haga ahora. Me levanto con dos carpetas y rodeando la mesa hasta llegar al señor Wong que preside del otro extremo de la mesa, le entrego las dos carpetas y él amablemente con una sonrisa las acepta.―Déjeme comentar qué tiene una hermosa asistente, señor Burj…muy hermosa―me tenso al escuchar al señor Wong cuando me mira con una sonrisa, intento so
MadisonAlcanzo al señor Burj cuando a cruzado hacia otra habitación, cuando llego, me agarro de mi bolsa al ver tanto lujo. Es la sala, pero es una sala para veinte personas o más, al fondo está una cantinera grande y con estantes de botellas. Ventanales de piso a techo abarcan toda el área. Bajo el pequeño escalón y me quedo de pie a un lado de uno de los grandes sillones. Dios mío, nunca en mi vida había visto tanto lujo junto. El señor Burj se acerca a la cantinera de lujo y sirve dos vasos, se gira y me ofrece uno.―Gracias―aunque dudo por un momento dar un sorbo.―Tome asiento―lo hago, él se sienta en el sillón contrario para estar frente a frente.―Ya tiene el acceso a mi casa, solo podrá entrar con su clave de nacimiento y mostrando su rostro.―Sí, señor.―Te daré la lista de mis empleados dom
MadisonLas puertas del elevador se abren cuándo llego a piso de presidencia, son las 5:47 am, estoy fresca y muy despierta. Tengo todo ordenando en mi cabeza las actividades de la agenda del señor Burj. Camino hasta mi escritorio y guardo mi bolsa, saco del cajón mi tableta, entro al sistema y después a mi bandeja de correo personal. Deslizo mi dedo, pero me detengo al ver un correo nuevo:Owen.Arrugo mi entrecejo, le doy abrir:"Si, me imaginé qué tendrías mucho trabajo, más siendo ahora una oficial asistente personal de nuestro jefe :) será en otra ocasión. Qué tengas buena noche, descansa :), Atentamente: Owen Riztget. Ingeniero en Informática, Empresas Burj."Entonces deslizo al final del correo al ver que tiene "reenvío":"Gracias por la invitación, pero tengo mucho trabajo, estoy con el señor Burj...
Madison― ¿Señor Burj? ―él me mira sobre su hombro. Al ver qué no dirá algo, sigo. ―Se ha retirado la señora Anderson, ¿Podría ir a desayunar? No tardaré.―Quince minutos. ―dice y luego se gira para mirar las puertas del elevador.―Si señor―murmuro en bajo, las puertas se abren y desaparece dentro del elevador, dando la espalda hacia mí. Pongo los ojos en blanco, bajo la mirada y agarro el aparato, lo limpio con una pequeña toalla, luego lo activo ya en mi oído. Espero a que el elevador suba para ir a la cafetería.Las puertas se abren y llego a la cafetería, hay muchos empleados desayunando entre pláticas, recuerdo que aún no tengo con quien comer, así que creo que tomaré un café y agarraré un bollo de mermelada. Sé qué no es un desayuno completo, pero necesito el c
Karim ― ¿Necesita algo más, señor Burj? ―niego sin dejar de mirar como mi chófer le abre la puerta a la señorita Green.―Gracias, Beth. Puedes retirarte a descansar―lanzo una mirada hacia el ama de llaves que está de pie a la entrada del salón. Puedo notar nostalgia y calidez en su mirada, sé qué tiene algo que decir, pero me niego a escuchar -Apenas me puedo escuchar a mí mismo-. Ella asiente finalmente en silencio, nerviosa se pasa sus manos ya arrugadas por su traje impecable de servicio y se retira, dejándome solo con mis pensamientos. Giro mi rostro hacia el ventanal por donde estaba observando a mi asistente huir. Doy un sorbo final a mi whisky y niego. Algo en mí sale, emerge provocando escalofríos. Pensamientos qué no deben de cruzar por mi mente, miro a mi alrededor y solo hay soledad. Dejo de martirizarme.“Ha pa