Evelyn Peterson
Al escuchar las palabras que salieron de mi boca, -lo que decía en la tarjeta- Jack se puso de pie de un movimiento, trozó la tarjeta y lo lanzó al bote de basura.
―Nadie va a terminar nada. ―puso sus manos en su cintura de manera feroz, sus ojos se clavaron en mí. ― ¿A qué horas es que han dejado las flores? ¿Viste de que paquetería? ¿Tienes algún recibo? Necesito investigar de que florería y que empresa de mensajería usaron para llegar a aquí. ¿Viste al mensajero? ―comenzó a hacer pregunta tras pregunta sin dejar de responder la primera, pasé mis manos por mi cuello, había crecido mi ansiedad, no quería entrar en pánico, imaginar que podría estar en cualquier rincón espiándome, esperando su oportunidad para cumplir esas palabras.
―Detente,
Jack Brooks Evelyn me miró sorprendida a mis palabras. Era cierto, me daba desconfianza. ― ¿Desde cuándo piensas así de Chase? ―me preguntó, miré por un momento a nuestro alrededor. ―Hablemos arriba. ―tomé su codo automáticamente, luego caminamos hacia el elevador, subimos en silencio, quizás se había quedado pensativa por mi confesión. Al llegar al piso, notamos a las personas sentarse rápidamente, algo que me ha molestado. Evelyn siguió caminando pero yo me detuve a mitad del pasillo. Carraspeé. Hubo rostros que se elevaron por encima de sus computadoras. ―Buenos días. ―dije en un tono alto, miré de manera fugaz hacia la oficina de Evelyn y ella se acaba de detener, se giró lentamente hacia a mí, desvié la mirada al personal. ―Quiero hacer un comunicado. ―todos estaba atentos a mis palabras. ―Quiero pedirles de la manera más atenta que si encuentro a alguien creando rumores, chismes, o cualquier
Evelyn Peterson Las palabras de Jack me hicieron sentir algo que no me esperaba, él estaba aceptando que se estaba enamorando de mí, me llevé una mano a mi centro del estómago como si eso fuese a quitar lo que estaba pasando en su interior. ¿Qué era ese revoltijo? ―Yo…―temí decir esas palabras y sufrirlas más adelante. No quería volver a llorar por un hombre, no quería llorar cuando me destrozara el corazón, por qué tarde o temprano podría pasar. ¿Y entonces? ¿Lo podré superar? Aunque no era nada comparado con lo que tuve con Orson, temí, realmente temí, pero… ¿Si no me arriesgo como podré saberlo? ―Repetiré de nuevo la…―lo interrumpí. ―He escuchado lo que has preguntado. ―él pareció estar algo ansioso. ― ¿Y si me invitas a una cita? Él levantó sus cejas con sorpresa. ―He dicho que me estoy enamorando y tú... ―detuvo sus palabras, su rostro se bañó de confusión. ― Espera, ¿Has dich
Jack Brooks ―Si estás en el tráfico, ―su voz se hizo un susurro del otro lado de la línea―Entonces, ¿Quién ha subido por el elevador? ―terminó de decir Evelyn en un hilo de voz. Sentí como un fuerte e intenso escalofrío me recorrió de pies a cabeza. “Gary.” ― ¿Qué? ―pregunté con la esperanza de haber entendido mal, prendí las intermitentes y me orillé. ― ¿Evelyn? ―Alguien ha entrado al ático…―susurró. Dios mío. ―Escóndete, ―miré por el retrovisor, tenía que hacer todo lo posible para llegar a ella, mi corazón latió a toda prisa, la ira comenzó a correr por mi sangre, pero al mismo tiempo, tenía el temor por Evelyn. ―No cuelgues, estaré contigo hasta llegar… ―Si…―susurró, podía escuchar en él, el miedo, el terror. Antes de cruzar al tráfico, puse el altavoz, tecleé a toda prisa un mensaje a mi padre para que enviara a la policía de urgencia hacia el ático de Evelyn, le pasé
Chase Walker Miré una y otra vez el correo que había recibido hace media hora, no podía creer lo que estaba leyendo. Apreté mi mandíbula con fiereza. La puerta del despacho se abrió sin ser tocada antes. Apareció Orson asomando su rostro. ―Cariño, la cena está lista, deja eso que estés haciendo y ven. ― ¿No puedes tocar la puerta antes de abrirla? Podría estar en una videoconferencia. ―soné molesto, él no reaccionó, solo puso una sonrisa. ―Por favor, son las nueve en punto, a esta hora no tienes reuniones. ―Orson, sea o no la hora, deberías de tocar la puerta. ―Bien, será para la otra que toque la puerta de mi propia casa y despacho. ― ¿Podrías dejar de tirarme a la cara que es tu casa? ―él arrugó su ceño, abrió la puerta por completo y se cruzó de brazos. ―No lo dije de esa manera… ¿Qué es lo que pasa? ―preguntó en un tono serio. Bajé de forma inmediata la
Evelyn Peterson Jack entró a su habitación y me entregó un cambio de ropa doblado. La acepté. ― ¿Tienes hambre? ―negué. ―Tienes que desayunar algo, ¿Qué te parece si hago un poco de avena y fruta picada? ―asentí. Estaba sentada en la orilla de la cama, había dormido con la misma ropa de anoche, solo había podido pegar una hora de sueño, mi cuerpo dolía, como si hubiera hecho mucho ejercicio. ―Orson y Chase vienen…―él presionó sus labios, luego soltó un largo suspiro. ―Debes de descansar, eso ha ordenado el doctor, tienes aun la conmoción de anoche… Miré las marcas de sus muñecas por la soga, cerré mis ojos y miré hacia a otro lado, tomé aire y lo solté lentamente, no quería regresar a las imágenes de anoche, el rostro de Gary con sus ojos abiertos mirando en mi dirección, el hueco en su frente con la sangre escurriendo. Temblé, temblé por un momento, el frío me embargó por completo. <
Jack Brooks Llevé a Evelyn a su departamento, estaba sorprendido con la fortaleza que tenía al entrar después del episodio de anoche, aunque por un momento vi que dudó, levantó la mirada y entró. Había recogido varios cambios de ropa, la esperé sentado en la orilla de la cama de su habitación mientras ella estaba con la puerta abierta de su armario, cuando no me escuchaba, me llamaba, respondí en varias ocasiones, me había conmovido hasta el alma el temor que el maldito había dejado en ella, pero sin tener lo suficiente, dejó la incógnita de otra persona igual o peor de enfermo que Gary, que quería lastimar a Evelyn. Pero lo que no sabía esa persona, era que yo estoy a lado de ella para cuidarla. ― ¿Quieres comer algo? ―preguntó mientras estábamos en el tráfico del mediodía de la ciudad, a esta hora los sábados, era un infierno de carros. ― ¿Por qué estás tan serio? ―preguntó sacándome por un momento de l
Evelyn Peterson El rostro de Jack cambió. Guardó el celular de nuevo y levantó su mirada hacia a mí. ―Quiero pasar más tiempo contigo. ―sonrió, pero sentí que era una sonrisa a medias. Detuve lo que estaba haciendo. ― ¿Estás bien, cariño? ―él ahora sonrió más ampliamente, no estaba acostumbrada a decirle de esa manera, pero era una manera de poder hacerlo hablar, sí, soy una tramposa. ―Nadie. ―y luego desvió su mirada a la tabla de picar. Intenté no presionar, no quería tampoco hacerlo sentir incómodo. ―Bueno, ―seguí lo que estaba haciendo, pelando patatas. ― ¿Sabes cuándo vendrá Logan? ―levante la mirada y él negó sin mirarme. ― ¿No has hablado con tu hermano? ―negó de nuevo concentrado en la tabla de picar, dudé si estaba evadiendo el mirarme por qué estaba pasando algo realmente y no quería que me enterara…o simplemente era cierto. Solté un largo suspiro y puse de nuevo la mirada en el
Jack Brooks ¿Es esta la felicidad que estalla en mi corazón? Los ojos marrones de Evelyn brillaron y sus palabras anteriores resonaron en mi interior. ―Si es necesario, te construiré uno. ―No dejé que me respondiera, mis labios atraparon los suyos, nuestra lenguas se encontraron, mi mano se deslizó a su trasero y con cuidado lo apreté suavemente, luego de unos segundos detuve el beso. Con mis dos manos la alce para acercarla a mí, estaba entre sus piernas, así que me acerqué con mi miembro en la mano, lo detuve en su entrada que estaba húmeda. Entré en ella lentamente, pude ver como sus ojos se dilataron hasta volverlos oscuros, me deseaba, yo la deseaba como un loco, era mía, así como yo de ella, si estaba a mi lado, podía protegerla, darle más seguridad, hasta encontrar al hijo de puta que estaba esperando en las sombras. Ella gimió cuando estuve por completo en su interior, comencé a moverme y ha