HELENA: Llegue a casa con mi niño en brazos casi adormitado por todo el día que tuvo… se la paso jugando con unos niños, nietos de las amigas de la Sra. Paty.
—Mami… ¿Por qué el “señor de la habitación no quiere jugar conmigo”? —pregunta con tal inocencia y como decirle que deje de molestarlo, tal parece que no soporta a nadie más que a el mismo, creo.
—No… —suspiro y no sé cómo continuar para no lastimar a mi pequeño —es una persona que trabaja demasiado mi amor… está cansado y solo busca… dormir un poco —es lo único que se me ocurre.
—mami… —dice bostezando y se queda dormido, acaricio su pequeño rostro y lo beso con fervor. Lo recuesto justo a mi lado, ha sido un día pesado para él, aunque mañana se quedara con la vecina y mi amiga quien tend
Varios días han transcurrido desde que vi a Alexa asomarse a mi oficina, es asi, creo que es su maldito juego. He estado tan sumido en el trabajo que había olvidado que hoy era el cumpleaños de mamá ¡diablos! digo cuando mi secretaria me indica los asuntos del día. Mamá deberá estar odiándome es lo que pienso. Salgo temprano de la oficina y cancelo todo lo demás, le ordeno al chofer de la familia la lleve a su restaurante favorito, reserve una mesa para ambos lejos de las demás personas y mientras esperaba por ella volteo a ver si aparecía al fin cuando… viene con ese niño, parece que no lo suelta ni por un instante. — ¡perdona la tardanza mi amor! —llega hacia mi mamá y al mismo tiempo me pongo en pie para abrazarla. —No te preocupes, todo bien —respondo viendo de reojo al niño ese. —espero no te molestes, traje a Antonio para que compartan —“compartir” dice la voz en mi cabeza, lo que menos quiero es tenerlo cerca, mamá sabe que no me gustan los niños. Apen
De regreso a casa y ya muy tarde, estaciono el auto en la cochera y mamá lleva en brazos al pequeño, durante el camino se había quedado dormido, me alegra que haya disfrutado el viaje.— ¡es muy tarde! —habla mamá con preocupación, casi serían las ocho de la noche, el tráfico habría hecho que nos atrasáramos tanto.— ¡es tarde! —sigo oyendo a mamá decir mientras caminamos hacia la sala.— ¿Qué tanto te preocupa?—es por Antonio, le prometí a su madre volver pronto.—Que se quede esta noche y mañana que lo recoja —digo colocando el bolso sobre la mesa de la sala. ¡dios! ni yo sé porque dije esto.— ¡En verdad! —noto a mamá tan feliz por la idea, sin pensarlo lo lleva a su habitación y yo me dirijo a la mía.HELENA: Recibo la llamada de l
Camino a paso rápido para salir de la empresa y poder ir por mi pequeño para llevarlo a casa de uno de sus amiguitos, justo como lo prometí.— ¡espera! —oigo su voz, volteo y esta su amigo frente a mí.—señ…—Dime Franco… —sonríe al mismo tiempo mientras noto como me observa con intensidad.— ¿le puedo ayudar en algo?—bueno… ¿Qué tienes que hacer este fin de semana? — ¡rayos! esto me puso roja.—no entiendo… perdón…—Franco… la señorita ya se iba —llega tras nosotros el “Sr. Arrogante” con su porte rígido. —nos vamos —dice mirándome y esto no lo entiendo. Me despido de su amigo y lo que no quería… tuvo que pasar. Ir sola con el dentro del auto, su presencia es fría y pesada. Vamos e
Dorian: Decido ponerme algo cómodo para salir a la orilla del mar, opte por unas bermudas ligeras. Ya había visto a Helena pasar con un vestido color aquí, admito que tiene una figura envidiable. Sus enormes ojos verdes resaltaban aún más con ese color de vestido. No sé qué estoy pensando pero… solo digo que es una mujer guapa.Veo a mamá jugando en la orilla con Antonio, ese niño enserio logro ganarse el cariño de mi madre. Lo adora hasta podría decir más que a mí, camino hacia donde ellos se encuentran y saludo a mamá.—Te unes amor —dice ella con voz juguetona y solo sonrió, veo a Antonio y sus mejillas están totalmente rosas.—Deberías llevarlo lejos del sol mamá —recrimino con juego y ella se voltea a ver a Antonio.—Tienes razón, ven cariño vamos por helado —dice tomand
—Sí que están muy retirados —empiezo para acabar con el silencio, no lo sé pero me encanta oírla, su tono de voz me da serenidad.—Eso creo —balbucea y al mismo tiempo levantando los hombros.—No has pensado mudarte más cerca.—Bueno… es que los lugares son… algo caros —responde y no puedo dejar de voltear a verla y hacer que me vea por un instante, me evita y eso me enoja a veces, ninguna mujer me ha hecho eso.—hablare con mamá, la casa es exageradamente enorme y hay tantas habitaciones puedes ocupar una de ellas y otra para Antonio — ¡rayos! se me salió decirle esto y no entiendo porque soy tan “generoso” con alguien.—Es muy amable de su parte Sr. Wesley pero no quiero… —la interrumpo ya que sé que dirá que no quiere molestarnos.—No es problema Helena, tomate el d&i
HELENA: Él condujo uno de sus muchos autos hacia el restaurante, al llegar pude notar lo ostentoso que era el lugar, las personas nos recibieron con amabilidad y como es siempre obvio el respeto se hacía notar al apellido de la familia Wesley.—Espero que no te moleste que haya invitado a Franco —oigo decirle a la Sra. Paty a su hijo, el apenas si le sonríe y yo empezaba a incomodarme aún más.—Señores su mesa —habla uno de los camareros con voz gentil y la mesa estaba retirada de las demás, justo en la parte de afuera donde la vista era espectacular por el enorme jardín iluminado y una hermosa fuente donde el sonido del agua solo hacia relajarme. Asentimos todos y mi sonrojo se pronunció aún más cuando el “Sr. Arrogante” corrió la silla para mí, asentí con la cabeza en señal de agradecimiento poco después llego su amigo Franco junto a una mujer hermosa, su cabello castaño largo y ondulado con mechones californianos la hacía verse más jovial de lo que ya aparentaba.—Lamento el atraso
DORIAN: No pude evitar observar por momentos a Benjamín quien se comía con la mirada a Helena, lo note en el instante que llegamos, era claro que no pasaría desapercibido si siempre esta con sus dos guaruras. Veía a Helena y ese vestido largo hacia resaltar su figura, su complexión delgada y cuerpo bien proporcionado no pasaría por alto ante la mirada de todos los hombres y más con esa cola alta hacia que toda la atención se prestara a su fino y bello rostro, sus ojos verdes resaltaban mucho más y con ese sonrojo en sus mejillas la hacían verse adorable y sensual.Mamá sabe que a estos lugares casi no suelo venir, odio esos donde haya muchas personas, es como si arrebataran mi paz interior. La cena estuvo casi en silencio y ni yo mismo sabía que Franco vendría con Josseline, “su amiga” según me hace creer pero es obvio que están teniendo algo más, luego
HELENA: Llegamos a la enorme mansión el trayecto de regreso se nos hizo casi nada, platicamos sobre las obras que hemos visto, la opera me encanta al igual que la música clásica y no sabía que es algo que tenemos en común. Nunca pensé llegar a conocer esa otra parte de la moneda, es alguien platicador y nunca lo había visto así de interesado, se ve que le encanta todo ese tipo de cosas al menos ahora pienso que no soy la única “extraña” que le llama la atención todo eso. Agradecí me trajera de regreso aunque espero no haber importunado su reunión de urgencia con ese señor, era un hombre quizás de algunos cuarenta y pico de años pero de complexión robusta, es tedioso esto de que los hombres me vean no se ni como decirlo, la secretaria del Sr. Wesley es una mujer poco “bondadosa” mientras me daba las indicaciones de cómo llegar a la cafetería podía observar que me veía de una manera poco agradable y sentía como que no le agradara aunque claro se le nota como babea por su jefe… como toda