Dorian: Decido ponerme algo cómodo para salir a la orilla del mar, opte por unas bermudas ligeras. Ya había visto a Helena pasar con un vestido color aquí, admito que tiene una figura envidiable. Sus enormes ojos verdes resaltaban aún más con ese color de vestido. No sé qué estoy pensando pero… solo digo que es una mujer guapa.
Veo a mamá jugando en la orilla con Antonio, ese niño enserio logro ganarse el cariño de mi madre. Lo adora hasta podría decir más que a mí, camino hacia donde ellos se encuentran y saludo a mamá.
—Te unes amor —dice ella con voz juguetona y solo sonrió, veo a Antonio y sus mejillas están totalmente rosas.
—Deberías llevarlo lejos del sol mamá —recrimino con juego y ella se voltea a ver a Antonio.
—Tienes razón, ven cariño vamos por helado —dice tomand
—Sí que están muy retirados —empiezo para acabar con el silencio, no lo sé pero me encanta oírla, su tono de voz me da serenidad.—Eso creo —balbucea y al mismo tiempo levantando los hombros.—No has pensado mudarte más cerca.—Bueno… es que los lugares son… algo caros —responde y no puedo dejar de voltear a verla y hacer que me vea por un instante, me evita y eso me enoja a veces, ninguna mujer me ha hecho eso.—hablare con mamá, la casa es exageradamente enorme y hay tantas habitaciones puedes ocupar una de ellas y otra para Antonio — ¡rayos! se me salió decirle esto y no entiendo porque soy tan “generoso” con alguien.—Es muy amable de su parte Sr. Wesley pero no quiero… —la interrumpo ya que sé que dirá que no quiere molestarnos.—No es problema Helena, tomate el d&i
HELENA: Él condujo uno de sus muchos autos hacia el restaurante, al llegar pude notar lo ostentoso que era el lugar, las personas nos recibieron con amabilidad y como es siempre obvio el respeto se hacía notar al apellido de la familia Wesley.—Espero que no te moleste que haya invitado a Franco —oigo decirle a la Sra. Paty a su hijo, el apenas si le sonríe y yo empezaba a incomodarme aún más.—Señores su mesa —habla uno de los camareros con voz gentil y la mesa estaba retirada de las demás, justo en la parte de afuera donde la vista era espectacular por el enorme jardín iluminado y una hermosa fuente donde el sonido del agua solo hacia relajarme. Asentimos todos y mi sonrojo se pronunció aún más cuando el “Sr. Arrogante” corrió la silla para mí, asentí con la cabeza en señal de agradecimiento poco después llego su amigo Franco junto a una mujer hermosa, su cabello castaño largo y ondulado con mechones californianos la hacía verse más jovial de lo que ya aparentaba.—Lamento el atraso
DORIAN: No pude evitar observar por momentos a Benjamín quien se comía con la mirada a Helena, lo note en el instante que llegamos, era claro que no pasaría desapercibido si siempre esta con sus dos guaruras. Veía a Helena y ese vestido largo hacia resaltar su figura, su complexión delgada y cuerpo bien proporcionado no pasaría por alto ante la mirada de todos los hombres y más con esa cola alta hacia que toda la atención se prestara a su fino y bello rostro, sus ojos verdes resaltaban mucho más y con ese sonrojo en sus mejillas la hacían verse adorable y sensual.Mamá sabe que a estos lugares casi no suelo venir, odio esos donde haya muchas personas, es como si arrebataran mi paz interior. La cena estuvo casi en silencio y ni yo mismo sabía que Franco vendría con Josseline, “su amiga” según me hace creer pero es obvio que están teniendo algo más, luego
HELENA: Llegamos a la enorme mansión el trayecto de regreso se nos hizo casi nada, platicamos sobre las obras que hemos visto, la opera me encanta al igual que la música clásica y no sabía que es algo que tenemos en común. Nunca pensé llegar a conocer esa otra parte de la moneda, es alguien platicador y nunca lo había visto así de interesado, se ve que le encanta todo ese tipo de cosas al menos ahora pienso que no soy la única “extraña” que le llama la atención todo eso. Agradecí me trajera de regreso aunque espero no haber importunado su reunión de urgencia con ese señor, era un hombre quizás de algunos cuarenta y pico de años pero de complexión robusta, es tedioso esto de que los hombres me vean no se ni como decirlo, la secretaria del Sr. Wesley es una mujer poco “bondadosa” mientras me daba las indicaciones de cómo llegar a la cafetería podía observar que me veía de una manera poco agradable y sentía como que no le agradara aunque claro se le nota como babea por su jefe… como toda
DORIAN: Después de que se marchara de mi habitación sonreí como nunca lo había hecho, ni siquiera Alexa había provocado tantas emociones en mí.—Señor su té —llego tocando la puerta Casimira, salí a recibirlo y agradecí por ello, una vez que quede solo me senté en la orilla de la cama pensando en ese beso, Helena es dulce, hermosa y una mujer excepcional, ese beso solo hizo que al fin yo reconociera que en verdad me he enamorado de ella, solo espero que esto no se mal entienda con ella, mi trato ha sido distante y frío y sé que si algo más llegara a pasar entre nosotros no habrá problema mamá la adora y para Antonio yo soy un amigo y eso está más que bien.Durante la cena noto el asiento de Helena, no está presente y creo que lo sé muy bien por ahora quiero pasar lo más natural delante de mamá.—¿Y Helena no viene? —cuestione con “desinterés”.—Se siente mal amor.—¿Cómo? llama al médico si es necesario.—No te preocupes no es nada del otro mundo… cosas de chicas —responde mamá mientr
FRANCO: Nuestro plan con Paty al fin está dando resultado, desde el primer día que vi a Helena se me hizo una mujer sumamente hermosa, su sonrisa, su cabello todo en ella hacia que cualquier hombre se deslumbrara al verla y claro no pasaría desapercibida por mi amigo… es lo que pensé al verla, por ello era tanto mi interés al principio quería saber si a Dorian le parecía linda al menos; lo negaba y era evidente conociendo a mi casi hermano sabría que su respuesta seria siempre ¡No!.La Señora Paty ha sido como una segunda madre para mí, me conoce tan bien y la quiero tanto, ella solo desea lo mejor para su hijo y yo lo mismo, Dorian es mi mejor amigo, confidente y socio y sé que su pasado con Alexa no ha sido del todo buena, ya que esa mujercita está obsesionada totalmente con él, para Dorian nada es más importante que el trabajo y las cosas del amor le era algo absurdo, a Paty le ha encantado la idea de que si Helena y Dorian pudieran tener algo sería lo mejor del mundo, ella la quie
—Puede retirarse —asintió con la cabeza y la mujer casi tan asustada y como no… si con ese rostro.— ¡Ya escuchaste lo que dije… No! —camina con una sonrisa juguetona de lado que hace verlo más atractivo.— ¡No estás jugando!—Como jugaría con los sentimientos de una lindura como tú.—Y…—Mamá está encantada con la noticia —me toma de la cintura y con suavidad me acerca de nuevo hasta estrecharme a su cuerpo.—Ella te ama… aunque no tanto como yo. —escucho decirle que me “ama” y mi corazón se sobre exalta. — ¿En tus planes estaba enamorarte de alguien como yo? —suspire con desaliento.— ¿A qué te refieres? —frunció el ceño viéndome a los ojos con intriga.—Bueno… tengo un…—Si te refieres a Antonio… lo adoro —apenas si le escuche decirle esto mi corazón revoloteo como nunca.— ¿¡Enserio!?—No confías en mi… —rodeo con mis brazos su cuello tuve que ponerme de puntillas para alcanzarlo me abraza y me estrecha mientras escucho su respirar entre mi cuello. — ¡Te adoro tanto hermosa! —
Los siguientes días fueron los mejores de mi vida, entre Helena y yo todo anda de maravilla, la admiro tanto es dulce, atenta y simplemente lo mejor que me pudo pasar. Despierto temprano ese domingo, son casi las cinco de la mañana creo que me dio algo de jaqueca, me pongo en pie para ir con ella… sé que no debería pero… ¡solo contente Dorian! piensa la voz en mi cabeza. Toco la puerta de su habitación y no sé si hice bien además estará dormida, me quedo parado un rato esperando una respuesta de su parte.— ¡Dorian! —se sobre exalta y noto su tierno sonrojo y es obvio… esta vez lo hice con ese propósito estaba parado frente a ella sin playera.— ¡Sucede algo amor! —susurro con juego y picardía.—Es que… —dice volteándose a verme a los ojos.— ¿Puedo quedarme contigo? —pregunto de lo más normal y ella me ve con sorpresa.—Bueno… si pero…—Srita Helena… ¿Necesito una respuesta concreta? —tomo su barbilla y me pierdo en sus hermosos ojos.—Está bien —camino tras ella y nos recostamos uno