DORIAN: No pude evitar observar por momentos a Benjamín quien se comía con la mirada a Helena, lo note en el instante que llegamos, era claro que no pasaría desapercibido si siempre esta con sus dos guaruras. Veía a Helena y ese vestido largo hacia resaltar su figura, su complexión delgada y cuerpo bien proporcionado no pasaría por alto ante la mirada de todos los hombres y más con esa cola alta hacia que toda la atención se prestara a su fino y bello rostro, sus ojos verdes resaltaban mucho más y con ese sonrojo en sus mejillas la hacían verse adorable y sensual.Mamá sabe que a estos lugares casi no suelo venir, odio esos donde haya muchas personas, es como si arrebataran mi paz interior. La cena estuvo casi en silencio y ni yo mismo sabía que Franco vendría con Josseline, “su amiga” según me hace creer pero es obvio que están teniendo algo más, luego
HELENA: Llegamos a la enorme mansión el trayecto de regreso se nos hizo casi nada, platicamos sobre las obras que hemos visto, la opera me encanta al igual que la música clásica y no sabía que es algo que tenemos en común. Nunca pensé llegar a conocer esa otra parte de la moneda, es alguien platicador y nunca lo había visto así de interesado, se ve que le encanta todo ese tipo de cosas al menos ahora pienso que no soy la única “extraña” que le llama la atención todo eso. Agradecí me trajera de regreso aunque espero no haber importunado su reunión de urgencia con ese señor, era un hombre quizás de algunos cuarenta y pico de años pero de complexión robusta, es tedioso esto de que los hombres me vean no se ni como decirlo, la secretaria del Sr. Wesley es una mujer poco “bondadosa” mientras me daba las indicaciones de cómo llegar a la cafetería podía observar que me veía de una manera poco agradable y sentía como que no le agradara aunque claro se le nota como babea por su jefe… como toda
DORIAN: Después de que se marchara de mi habitación sonreí como nunca lo había hecho, ni siquiera Alexa había provocado tantas emociones en mí.—Señor su té —llego tocando la puerta Casimira, salí a recibirlo y agradecí por ello, una vez que quede solo me senté en la orilla de la cama pensando en ese beso, Helena es dulce, hermosa y una mujer excepcional, ese beso solo hizo que al fin yo reconociera que en verdad me he enamorado de ella, solo espero que esto no se mal entienda con ella, mi trato ha sido distante y frío y sé que si algo más llegara a pasar entre nosotros no habrá problema mamá la adora y para Antonio yo soy un amigo y eso está más que bien.Durante la cena noto el asiento de Helena, no está presente y creo que lo sé muy bien por ahora quiero pasar lo más natural delante de mamá.—¿Y Helena no viene? —cuestione con “desinterés”.—Se siente mal amor.—¿Cómo? llama al médico si es necesario.—No te preocupes no es nada del otro mundo… cosas de chicas —responde mamá mientr
FRANCO: Nuestro plan con Paty al fin está dando resultado, desde el primer día que vi a Helena se me hizo una mujer sumamente hermosa, su sonrisa, su cabello todo en ella hacia que cualquier hombre se deslumbrara al verla y claro no pasaría desapercibida por mi amigo… es lo que pensé al verla, por ello era tanto mi interés al principio quería saber si a Dorian le parecía linda al menos; lo negaba y era evidente conociendo a mi casi hermano sabría que su respuesta seria siempre ¡No!.La Señora Paty ha sido como una segunda madre para mí, me conoce tan bien y la quiero tanto, ella solo desea lo mejor para su hijo y yo lo mismo, Dorian es mi mejor amigo, confidente y socio y sé que su pasado con Alexa no ha sido del todo buena, ya que esa mujercita está obsesionada totalmente con él, para Dorian nada es más importante que el trabajo y las cosas del amor le era algo absurdo, a Paty le ha encantado la idea de que si Helena y Dorian pudieran tener algo sería lo mejor del mundo, ella la quie
—Puede retirarse —asintió con la cabeza y la mujer casi tan asustada y como no… si con ese rostro.— ¡Ya escuchaste lo que dije… No! —camina con una sonrisa juguetona de lado que hace verlo más atractivo.— ¡No estás jugando!—Como jugaría con los sentimientos de una lindura como tú.—Y…—Mamá está encantada con la noticia —me toma de la cintura y con suavidad me acerca de nuevo hasta estrecharme a su cuerpo.—Ella te ama… aunque no tanto como yo. —escucho decirle que me “ama” y mi corazón se sobre exalta. — ¿En tus planes estaba enamorarte de alguien como yo? —suspire con desaliento.— ¿A qué te refieres? —frunció el ceño viéndome a los ojos con intriga.—Bueno… tengo un…—Si te refieres a Antonio… lo adoro —apenas si le escuche decirle esto mi corazón revoloteo como nunca.— ¿¡Enserio!?—No confías en mi… —rodeo con mis brazos su cuello tuve que ponerme de puntillas para alcanzarlo me abraza y me estrecha mientras escucho su respirar entre mi cuello. — ¡Te adoro tanto hermosa! —
Los siguientes días fueron los mejores de mi vida, entre Helena y yo todo anda de maravilla, la admiro tanto es dulce, atenta y simplemente lo mejor que me pudo pasar. Despierto temprano ese domingo, son casi las cinco de la mañana creo que me dio algo de jaqueca, me pongo en pie para ir con ella… sé que no debería pero… ¡solo contente Dorian! piensa la voz en mi cabeza. Toco la puerta de su habitación y no sé si hice bien además estará dormida, me quedo parado un rato esperando una respuesta de su parte.— ¡Dorian! —se sobre exalta y noto su tierno sonrojo y es obvio… esta vez lo hice con ese propósito estaba parado frente a ella sin playera.— ¡Sucede algo amor! —susurro con juego y picardía.—Es que… —dice volteándose a verme a los ojos.— ¿Puedo quedarme contigo? —pregunto de lo más normal y ella me ve con sorpresa.—Bueno… si pero…—Srita Helena… ¿Necesito una respuesta concreta? —tomo su barbilla y me pierdo en sus hermosos ojos.—Está bien —camino tras ella y nos recostamos uno
HELENA: Mi corazón palpito como nunca aunque la verdad me sorprendió mucho la actitud que mostro mi Dorian… se disculpó y lo notaba distraído después de ello, sé que él deseaba tanto como yo poder estar juntos pero no sé si él quiera…o quizás sea muy presuroso apenas llevamos muy poco tiempo juntos. Veo a mi Antonio y sé que él lo sabe… conoce mi felicidad ya que me la paso sonriendo al recordar su sonrisa radiante y esos ojos grises que derriten.— ¿Mami… tú quieres mucho a Dorian? —dice esto y me sorprende por la forma en que lo llama, jamás lo había hecho.— ¿Qué… amor? —cuestione mientras lo vestía, acababa de darle un baño.—Es que él me dijo que te quiere mucho…— ¿Cuándo te lo dijo cariño?—Mmm… solo me lo dijo —y veía esa complicidad en su expresión.— ¡A ver Antonio… que cosas dices! —coloque ambas manos en la cintura y lo miro con intriga.—Él dijo que era un secreto —y sonríe mientras lo dice y solo quiero saber que le habrá dicho.—Anto… —de pronto sale corriendo hacia afu
DORIAN: Abro los ojos y lo primero que admiro es la belleza superior de su blanca y delicada piel, sus cabellos están sobre su rostro, retiro cuidadosamente cada uno de ellos esperando no despertarla, sonrió mientras noto que en su rostro hay una también. —Dorian, Dorian —me digo a mi mismo pensando y recordando cuando mis manos y mis labios recorrían cada parte de ella, lo único que quiero es hacerla feliz. No sé cuánto tiempo transcurrió quede embobado observándola mientras no dejaba de acariciar su rostro.—Hola —susurro al verla abrir sus hermosos ojos verdes.—Amor —habla en susurro también recostándose sobre sus brazos y sonriéndome, cosa que me hipnotiza aún más.— ¿Lograste descansar? —me intriga saber que piensa. Mueve la cabeza en señal de decir si, y eso me da entera satisfacción. —Yo creí que no —contesto con voz juguetona y guiñándole el ojo.—Se lo que estás pensando —ahora habla ella con voz de juego y sé que está jugando conmigo. A lo que termino asintiendo con una son