—No… no trabajo aquí solo venia de paso —supe responder y él sonríe e iba a decir algo cuando…
—Franco… te necesito inmediatamente —oigo su voz malhumorada y apenas si se asoma a la puerta.
—Adiós —es lo único que me dice y me regala otra de sus perfectas sonrisas y le correspondo con una, salgo de allí y al estar fuera donde estaba el auto estacionado siento como si hubiera salido de prisión. Llego a la mansión y al entrar esta mi pequeño Antonio quien al verme deja sus crayones a un lado para abrazarme.
— ¿Dónde estabas mami? —dice con sus bracitos rodeando mi cuello.
—Salí un momento a… —y me besa con ternura, adoro ese gesto de mi pequeño.
***aca quede sigue este
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DORIAN: —perdiendo el tiempo como siempre —supe que decirle a mi amigo quien ib
Por la mañana veo a mama sentada desayunando y me saluda con amor como siempre, claro si no está el intruso…—Alexa iba muy mal ayer… ¿acaso pelearon? —comienza hablando mamá para terminar nuestro silencio.—no quiero hablar de eso mucho menos de ella.—Dorian… no es bueno que pelees con tus pocos amigos… a pesar de que ya no están juntos me pone feliz que mantengan una amistad…—Yo no necesito amigos mamá —recrimino embarrando un pan con jalea.—no seas asi de duro Dorian…—me voy, tengo que irme a la oficina —me pongo en pie y beso sus cabellos, sé que no tengo porque ser asi con ella… pero si le digo las intenciones de Alexa no sé si me crea… ella la ve como a una hija y la ha llegado a apreciar mucho.HELENA: Veo en el periódico que buscan a una asistente para
— ¡estas invadiendo mi espacio atente a las consecuencias! —le recrimina el, no sé qué hace la novia aquí… si no llego a la cena, decide aparecerse en el último momento es lo pienso. Ambos se ven con miradas frías y él se marcha dejándola con la palabra en la boca mientras ella aprieta sus puños y me voltea verme rápidamente.—Ya entiendo la servidumbre con el señor de la casa —habla y me mira con desprecio cosa que no soporte más.—Mire señorita nada le da el derecho de tratarme asi, a usted que le importa si soy de la “servidumbre” como usted dice pero a mucha honra… al menos no soy una tipa arrogante y castrosa como usted… con permiso —y paso empujándola mientras ella me ve con maldad sentía que iba a hacer erupción la mujerzuela esa.Llego al cuarto de juegos y tomo a mi niñ
HELENA: Llegue a casa con mi niño en brazos casi adormitado por todo el día que tuvo… se la paso jugando con unos niños, nietos de las amigas de la Sra. Paty.—Mami… ¿Por qué el “señor de la habitación no quiere jugar conmigo”? —pregunta con tal inocencia y como decirle que deje de molestarlo, tal parece que no soporta a nadie más que a el mismo, creo.—No… —suspiro y no sé cómo continuar para no lastimar a mi pequeño —es una persona que trabaja demasiado mi amor… está cansado y solo busca… dormir un poco —es lo único que se me ocurre.—mami… —dice bostezando y se queda dormido, acaricio su pequeño rostro y lo beso con fervor. Lo recuesto justo a mi lado, ha sido un día pesado para él, aunque mañana se quedara con la vecina y mi amiga quien tend
Varios días han transcurrido desde que vi a Alexa asomarse a mi oficina, es asi, creo que es su maldito juego. He estado tan sumido en el trabajo que había olvidado que hoy era el cumpleaños de mamá ¡diablos! digo cuando mi secretaria me indica los asuntos del día. Mamá deberá estar odiándome es lo que pienso. Salgo temprano de la oficina y cancelo todo lo demás, le ordeno al chofer de la familia la lleve a su restaurante favorito, reserve una mesa para ambos lejos de las demás personas y mientras esperaba por ella volteo a ver si aparecía al fin cuando… viene con ese niño, parece que no lo suelta ni por un instante. — ¡perdona la tardanza mi amor! —llega hacia mi mamá y al mismo tiempo me pongo en pie para abrazarla. —No te preocupes, todo bien —respondo viendo de reojo al niño ese. —espero no te molestes, traje a Antonio para que compartan —“compartir” dice la voz en mi cabeza, lo que menos quiero es tenerlo cerca, mamá sabe que no me gustan los niños. Apen
De regreso a casa y ya muy tarde, estaciono el auto en la cochera y mamá lleva en brazos al pequeño, durante el camino se había quedado dormido, me alegra que haya disfrutado el viaje.— ¡es muy tarde! —habla mamá con preocupación, casi serían las ocho de la noche, el tráfico habría hecho que nos atrasáramos tanto.— ¡es tarde! —sigo oyendo a mamá decir mientras caminamos hacia la sala.— ¿Qué tanto te preocupa?—es por Antonio, le prometí a su madre volver pronto.—Que se quede esta noche y mañana que lo recoja —digo colocando el bolso sobre la mesa de la sala. ¡dios! ni yo sé porque dije esto.— ¡En verdad! —noto a mamá tan feliz por la idea, sin pensarlo lo lleva a su habitación y yo me dirijo a la mía.HELENA: Recibo la llamada de l
Camino a paso rápido para salir de la empresa y poder ir por mi pequeño para llevarlo a casa de uno de sus amiguitos, justo como lo prometí.— ¡espera! —oigo su voz, volteo y esta su amigo frente a mí.—señ…—Dime Franco… —sonríe al mismo tiempo mientras noto como me observa con intensidad.— ¿le puedo ayudar en algo?—bueno… ¿Qué tienes que hacer este fin de semana? — ¡rayos! esto me puso roja.—no entiendo… perdón…—Franco… la señorita ya se iba —llega tras nosotros el “Sr. Arrogante” con su porte rígido. —nos vamos —dice mirándome y esto no lo entiendo. Me despido de su amigo y lo que no quería… tuvo que pasar. Ir sola con el dentro del auto, su presencia es fría y pesada. Vamos e
Dorian: Decido ponerme algo cómodo para salir a la orilla del mar, opte por unas bermudas ligeras. Ya había visto a Helena pasar con un vestido color aquí, admito que tiene una figura envidiable. Sus enormes ojos verdes resaltaban aún más con ese color de vestido. No sé qué estoy pensando pero… solo digo que es una mujer guapa.Veo a mamá jugando en la orilla con Antonio, ese niño enserio logro ganarse el cariño de mi madre. Lo adora hasta podría decir más que a mí, camino hacia donde ellos se encuentran y saludo a mamá.—Te unes amor —dice ella con voz juguetona y solo sonrió, veo a Antonio y sus mejillas están totalmente rosas.—Deberías llevarlo lejos del sol mamá —recrimino con juego y ella se voltea a ver a Antonio.—Tienes razón, ven cariño vamos por helado —dice tomand
—Sí que están muy retirados —empiezo para acabar con el silencio, no lo sé pero me encanta oírla, su tono de voz me da serenidad.—Eso creo —balbucea y al mismo tiempo levantando los hombros.—No has pensado mudarte más cerca.—Bueno… es que los lugares son… algo caros —responde y no puedo dejar de voltear a verla y hacer que me vea por un instante, me evita y eso me enoja a veces, ninguna mujer me ha hecho eso.—hablare con mamá, la casa es exageradamente enorme y hay tantas habitaciones puedes ocupar una de ellas y otra para Antonio — ¡rayos! se me salió decirle esto y no entiendo porque soy tan “generoso” con alguien.—Es muy amable de su parte Sr. Wesley pero no quiero… —la interrumpo ya que sé que dirá que no quiere molestarnos.—No es problema Helena, tomate el d&i