Por Ramiro
Al fin pude tomarme unos días de vacaciones.
Realmente tengo mucho trabajo, soy médico y dueño de 3 clínicas, me encanta ejercer la medicina, razón por la cual, si bien soy el director general de las tres clínicas, de la parte administrativa y reuniones gerenciales se hace cargo mi amigo y socio, David, él también es médico, pero al contrario de lo que me sucede a mí, no le gusta nuestra profesión, es la razón por la que, a fin de no quedar afuera de algunas cuestiones comerciales, estudió administración de empresas.
David es socio minoritario, pero socio al fin y confío plenamente en su labor.
Estoy pernoctando en la casa de mi hermano, hace ya unos cuántos años, él vino de vacaciones con unos amigos y conoció a Karen, su esposa, se enamoró perdidamente de ella, al principio iba y venía, de nuestro país, luego ella quedó embarazada y Facundo decidió instalarse acá, se dedica a la importación y exportación de artículos farmacéuticos y máquinas de alta compljidad, es decir que también está en el rubro de la medicina, aunque la carrera de médico la dejó y se dedicó a la parte más comercial de la medicina.
Le va muy bien económicamente, pero yo no me puedo quejar, mis clínicas tienen convenios con las empresas top de medicina privada y eso significa muchos millones en mi cuenta bancaria.
Decido ir hasta la playa, mis sobrinos duermen la siesta, aún son pequeños y sus horarios son poco flexibles, sobre todo con Tomy, que apenas tiene un año, Matías tiene tres años, estaba a punto de llevarlo conmigo a la playa, no estamos lejos, apenas tres cuadras, pero al no estar muy presente en su vida, pensé que a lo mejor se pondría a llorar o pediría por su madre apenas pongamos un pie en la arena, por lo que decidí ir sólo.
En algo tiene razón Facundo, estas playas son maravillosas, el agua es más cálida y la arena es mucho más clara y limpia.
Me estoy por acomodar cerca de los acantilados, pero veo a una mujer espectacular, tomando sol, estaba sola, aunque por unos minutos me quedé observándola, por si tenía compañía y se había alejado por un momento.
La miraba y me sentía perdido por su cuerpo, es raro que alguien me impacte tanto.
Al ser médico veo muchos cuerpos desnudos y no me llaman la atención, pero esta mujer me atrajo de una manera distinta.
Era delgada, pero tenía unas curvas perfectas.
Decidí acercarme.
Me acomodé a su lado y descuidadamente entablé una conversación con ella.
Era joven, tendría 24 o 25 años, después me dijo que tenía 25.
Por supuesto que no me equivoqué de cerca, era mucho más llamativa y su cara era un poema.
Al incorporarse, me miró y me sonrió, su sonrisa me llevó al cielo.
Su conversación me encantó y al parecer trabaja y estudia, le quería preguntar que estudiaba, pero no quería ser pesado o que parezca que la estoy interrogando.
Ella no me dio ningún indicio para que pueda deducir a qué se dedicaba.
Luego de un rato, la invité a cenar, me pareció que dudó, pero finalmente me dijo que tenía un compromiso.
Salí sin celular y realmente lo lamenté, porque me hubiera gustado agendar su número, claro que lo podría haber memorizado, pero decidí preguntarle si iba siempre a esa playa y verla al día siguiente.
Pasé una tarde muy entretenido, aunque trataba de no recorrer su cuerpo con mi mirada, porque lo que ella me transmitía era demasiado potente, algo emanaba de su cuerpo o de su alma, no sé, que me estaba volviendo loco, sentía que esa mujer me había hechizado.
Moría de ganas por probar su boca, sentía que era una chispa a punto de encenderme y quemarme vivo.
Realmente estaba fascinado.
Finalmente la tarde llegó a su fin y le insistí para verla al día siguiente en ese lugar y la comprometí para que cene conmigo la noche siguiente.
No quería parecer un perro faldero, apenas la conocía desde hacía unas horas, pero así me sentía.
Sin dudas es una mujer distinta.
Rocío se paró y no pude evitar mirarla con ganas, estoy controlándome desde que la vi, no entiendo que me está sucediendo.
Salimos juntos de la playa y cuando una cuadra después llegamos a una avenida, ella se despidió presurosa.
Al parecer iba a cenar a la casa de una amiga suya, por lo que me dijo, a pesar de tenerse mucho cariño, se veían poco.
Es lógico, Rocío vive en otro país.
Cuando ella se alejó algunos pasos, finalmente giré y la miré alejarse, con su simple solero, bastante transparente, debajo tenía una bikini color negra, que le quedaba espectacular, su andar era tranquilo y me volví más que loco cuando mis ojos se fueron perdiendo en su cola.
Soy un hombre grande y sin embargo no pude contener del todo a mi miembro, que se movió solito dentro de mi short de baño.
Al llegar a la casa de mi hermano, mis sobrinos se acercaron corriendo para saludarme.
Sentí un placer inmenso y eso me hizo pensar que tal vez estaba demasiado sólo en mi país.
Es verdad que no tenía horarios y que pasaba lejos de mi casa muchísimo tiempo, más del necesario, es que no tenía mucho que hacer en casa.
Al ver el hogar de mi hermano me di cuenta de que ansiaba una familia, pero entiendo que eso también es difícil de lograr.
No soy un hombre fácil y no me desespera ninguna mujer en especial, aunque la rubia de hoy me haya vuelto loco.
Tal vez no vuelva a verla, porque si al día siguiente ella no iba, no tenía como ubicarla, por lo que me la tenía que sacar de la cabeza.
No soy un hombre impulsivo, no me tiraría a la pileta por nadie, porque aunque vuelva a ver a esa mujer, es posible que en dos o tres citas, ya no me parezca interesante.
Tal vez por eso siga soltero, soy muy quisquilloso y no me termina de convencer ninguna mujer.
Estoy hablando de algo serio, de una pareja o un matrimonio.
Porque en realidad tengo compañía muchas noches, pero al irme a trabajar, les pido amablemente que se vayan.
Eso se los aclaro desde un principio, no quiero mujeres que pretendan adueñarse de mi vida, soy un excelente partido, muchas son interesadas.
Supongo que el día que llegue la adecuada, me voy a dar cuenta.
Alguna hecha a mi medida debe haber.
-Hola, cuñado, tardaste bastante.
-Es verdad, me entretuve hablando con una chica.
-¡Ese es mi hermano!
Festeja Facundo.
-¡No festejes tanto que pretendo que hoy charle con mi amiga!
Dice Karen, mi cuñada.
-¿Tu amiga?
Le pregunto porque no sé de qué está hablando.
-Invite a cenar a mi amiga del alma, desde hace años que quiero que se conozcan y nunca coinciden.
Me veo venir una cena aburrida, pero es su casa y está en su derecho de invitar a quien guste.
-¿Todavía está en el pueblo?
Le pregunta mi hermano y supongo que está hablando de la amiga de su esposa.
-Sí, creo que se va a quedar un par de semanas más, su padre no está muy bien de salud y ella está bastante preocupada.
-Tenés razón, la otra vez lo vi y estaba bastante desmejorado.
-Pobre, me da mucha pena.
Le contesta Karen.
Estoy esperando que me hagan alguna consulta, cómo médico, pero no la hacen.
Al parecer es un hombre que tanto mi cuñada como mi hermano aprecian bastante.
La mucama prepara la mesa para cuatro, los niños, a esta altura, ya cenaron y el más pequeño se queda dormido en cualquier momento.
Matías está bastante despabilado y le preguntó a su madre si faltaba mucho para ver a su tía.
Se refería a la amiga de Karen.
Es raro que no la conozca, porque si vive en el pueblo, en algún momento tendríamos que haber coincidido.
Karen tiene varias amigas, pero las que vi hasta ahora están casadas y las que no lo están, nunca llamaron mi atención.
Me di una ducha y cuando lo estaba haciendo, al recordar a la rubia de la playa, mi miembro creció solito.
Nunca me había pasado eso de excitarme tanto por recordar a una mujer, prácticamente una desconocida.
Hasta era probable que no la volviera a ver.
Trato de pasar el momento y no pensar más en ese cuerpo que desató mi delirio.
Me vestí presuroso, porque al final era bastante tarde y la invitada de mi cuñada estaría por llegar.
Me parece una falta de respeto que yo me esté duchando cuando llegan las visitas.
Por Ramiro Estaba bajando los dos últimos escalones cuando escuchamos el timbre.Una mucama se apresura a atender, pero mis sobrinos se acercan corriendo a la puerta gritando y aplaudiendo.-¡Tía!Grita Matías muy feliz y Tomy repite esa palabra, creo que estoy segura que no sabe de quién se trata, sólo sigue al hermano.Al abrirse la puerta entra una mujer rubia, que no llegué a ver bien, porque inmediatamente se agacha para tomar en sus brazos a mis dos sobrinos.Lo hace con los dos a la vez.Los llena de besos y de palabras dulces.A los pocos minutos se incorpora y mi cuñada se acerca para saludarla.Estoy pensando que la demostración de cariño me parece exagerada, cuando mi hermano aparece por detrás de su esposa y también la abraza con cariño.Aún no le vi la cara.-¡Perdida!, Te extrañamos.Dice Facundo.Al parecer estuvo de viaje a algo así.-Te presento a mi hermano, él es Ramiro, ella es Karen.Me quedé mudo al descubrir que esa mujer es la bella rubia con la que pasé la t
Por Rocío.Vi venir las intenciones de Ramiro desde que se ofreció a alcanzarme, sabía que iba a probar sus besos, por la tarde no había disimulado que yo le gustaba mucho, aunque sigo pensando que es demasiado atractivo y que eso no trae nada bueno.Fue mucha la sorpresa al encontrarlo en la casa de mi amiga.De todas las chicas de nuestro grupo de amigas, Karen es con la que cuento para todo y ella lo hace conmigo. Realmente la siento mucho más cercana que una amiga común.No tengo mucho tiempo para hacer sociales, pero siempre me hago un tiempito para hablar con ella.Estamos lejos, porque con auto son seis horas de viaje y cruzar la frontera de nuestro país.En este momento se solucionó, pero hace algunos años, uno de los puentes que une a los dos países, estaba cerrado, por un conflicto de una fábrica, y en aquél entonces se hacían 9 horas de viaje, por el desvío, ahora es más directo, pero no dejan de ser 6 horas de viaje y no las podemos hacer continuamente, ni ella ni yo.Dur
Por RocíoEntré a la casa de mis padres y ellos ya estaban durmiendo, por lo que luego de tomar un vaso de agua y cepillarme los dientes, me acosté, tapándome con una manta liviana, pero aún sentía que mi piel ardía.¿Será que de verdad llegaremos a algo con Ramiro?Tengo que dejar de lado ese pensamiento casi absurdo, de creer que porque es sumamente atractivo, sólo quiere diversión, hay hombres normales que no se toman nada en serio.Ramiro no es un niño y supongo que jamás se burlaría de una mujer sólo para divertirse.Al final no me enteré cuál es su profesión, habla correctamente y es culto.Esa es una pieza clave para mí.No podría estar con un hombre que a cierta edad sigue hablando con las palabras que usan los adolescentes y de verdad que hay muchos así.No estoy diciendo que pretendo un licenciado, sólo quiero un hombre que sepa que si tiene 30 años, aunque es muy joven, se maneje como la edad que tiene.Por fin me dormí, lo hice soñando con unos besos maravillosos.Acompañé
Me vestí bastante sexi, tanto que mis padres me miraron raro.-Tengo una cita.Les dije con una sonrisa que no pude evitar.-¿Con el médico que me presentaste esta mañana?Pregunta mi querido padre.-Sí, es el hermano de Facundo.-Me agradó.-Falta que yo lo conozca.Dijo, Teresa, mi madre.-¡No te asomes! Si todo va bien, ya vas a tener tiempo de conocerlo… no se preocupen si tardo.Les dije algo incómoda.No soy una niña y vivo sola en otro país, pero el estar conviviendo con mis padres, aunque sea de vacaciones, tenía cierto pudor al decirles que no volvía a dormir.En realidad no estaba segura si eso iba a suceder, pero tampoco me quería engañar.Posiblemente terminaría la noche en un hotel con Ramiro, nunca me sucedió algo así, tampoco esperaba un año para tener relaciones, pero definitivamente nunca hice lo que hice la noche anterior y mucho menos planeé acostarme con alguien en la segunda vez que lo veía…Aunque técnicamente sería la cuarta vez, si cuento que lo conocí ayer p
Por RamiroMe estoy volviendo loco de tanto desearla, sin embargo, sabiendo o intuyendo que lo que tengamos con Rocío no va a ser algo de paso, soy más paciente, más caballero, estoy disfrutando de su compañía y muriendo de ganas por besarla, pero me conozco y sé que si la beso como tengo ganas, no podría dejar de hacerlo aunque quisiera, es que mi excitación está creciendo y casi no la rocé.Cuando la vi en la puerta de su casa, tenía ganas de mandar al diablo la cena e ir directamente a un hotel, pero no era lógico, aunque tampoco es lógico lo que estoy sintiendo por ella.Es un huracán que envuelve mis sentidos.En el bar, tampoco me animé a besarla profundamente, porque tenía miedo de correrme con un beso.Ni siendo adolescente perdía el control de mi cuerpo como en este momento.Soy médico, se supone que tengo que controlar mis emociones y con sólo mirarla, mis sentidos están a flor de piel.Llegó el momento en que le pregunté si nos íbamos, no le dije adónde, pero era sabido.Ha
Por RocíoEncontré al hombre de mi vida.A pesar del miedo que me lleva a pensar que por su tremendo atractivo puede volar más rápido de lo esperado, siento que él está derribando todos mis prejuicios.No me siento una mujer fea, al contrario, sé que soy bella y tengo un cuerpo que muchos llamarían perfecto, al menos para lo que se considera hoy en día la perfección de un cuerpo..Tampoco soy de las que sólo se fijan en ese aspecto.No sé si es por ser médica o simplemente por haber pasado hace rato la adolescencia y haber madurado, pero el aspecto físico es sólo una parte a tener en cuenta para estar con alguien.Lo que me tomó por sorpresa es que aparte de ese atractivo casi salvaje que tiene Ramiro, es un tipo súper inteligente, culto, con los pies sobre la tierra, empático con los temas solidarios, divertido y… el mejor amante con el que me crucé en toda mi vida.No es que vaya por la vida enredándome con cada hombre con el me cruzo o con los que me parecen atractivos.Nada de eso
Por Rocío -Hola cielo.Dice mi madre cuando entré a su casa.-Hola mamá, ¿Cómo está papá?Salió a caminar un poco, en cuanto llegue, almorzamos.-Te ayudo.-Gracias… ¿Todo bien con Karen?Mi cara ardió en ese momento y mi madre se largó a reír.-¿Cómo te fue?Preguntó sin dejar de sonreír.-Bien…-Rocío, sos adulta, sos médica, vivís en otro país, no pongas excusas, por favor.-Tenés razón.Comencé por decir.-No pienses que aunque vivo sola, me voy por ahí con desconocidos.-¿No es el cuñado de Karen?Me pregunta confundida, mientras pone los platos y cubiertos en la mesa y yo me apresuro poner los vasos.-Sí, es el cuñado de Karen, pero no lo conocía… lo conocí en la playa y luego lo vi en la casa de Karen y ayer por la mañana en la clínica.-Es médico.Lo afirma, ya lo sabía.-Sí, cardiólogo y cirujano.-Por lo que vi anoche, es muy buen mozo.-Demasiado.-Lo decís como si eso fuera un defecto.-Es que muchas veces eso juega en contra, ya sabés como pienso.-Nena, esas son tonterí
Por Ramiro Le terminé confesando que me había enamorado de ella, así lo siento, sé que no hace ni 72 horas que la conozco, pero no se precisa mucho más para darme cuenta que nací para amarla, qué es la mujer de mi vida.Ella me confiesa que siento lo mismo que yo.Era el querer que estaba buscando, lo que anhelaba, eso que creía que faltaba en mi vida.A ese sentimiento profundo se le suma que cuando la cerca y hasta cuando pienso en ella, me hace volar a un mundo infinito, quiero tener miles de sueños con ella y hacerlos realidad.Con ella no preciso otra cosa, porque al mirarla desaparece el mundo y el placer que siento al observar, es tanto, que estoy envuelto en llamas.Luego de hacer el amor, vi la luz en la puerta, que significaba que ya estaba nuestro pedido.Pedí dos cafés y dos copas, con un exquisito licor de café con crema.Al tomar la bandeja, Rocío vio el pomo que contenía la crema- gel con efecto calor o estimulante.Siempre la encontré muy húmeda, pero ese gel era para