Me vestí bastante sexi, tanto que mis padres me miraron raro.
-Tengo una cita.
Les dije con una sonrisa que no pude evitar.
-¿Con el médico que me presentaste esta mañana?
Pregunta mi querido padre.
-Sí, es el hermano de Facundo.
-Me agradó.
-Falta que yo lo conozca.
Dijo, Teresa, mi madre.
-¡No te asomes! Si todo va bien, ya vas a tener tiempo de conocerlo… no se preocupen si tardo.
Les dije algo incómoda.
No soy una niña y vivo sola en otro país, pero el estar conviviendo con mis padres, aunque sea de vacaciones, tenía cierto pudor al decirles que no volvía a dormir.
En realidad no estaba segura si eso iba a suceder, pero tampoco me quería engañar.
Posiblemente terminaría la noche en un hotel con Ramiro, nunca me sucedió algo así, tampoco esperaba un año para tener relaciones, pero definitivamente nunca hice lo que hice la noche anterior y mucho menos planeé acostarme con alguien en la segunda vez que lo veía…
Aunque técnicamente sería la cuarta vez, si cuento que lo conocí ayer por la tarde, por la noche lo vi en otro ámbito, lo de esta mañana fue distinto… ¡Hasta trabajamos juntos!
Definitivamente estoy loca por ese hombre y quiero poner excusas.
No soy de tener muchas citas, ni siquiera salgo tanto, realmente no me queda tiempo, estudio y trabajo y mi carrera lleva tiempo y dedicación, horas y horas de lectura y de investigación.
Antes de salir de la casa de mis padres, me llamó Gabriel, para saber cómo estaba, le comenté que esa mañana colaboré con la clínica del pueblo porque hubo un accidente muy grande y no daban a basto con los médicos.
-Mientras no te roben, no hay problema.
Dijo a modo de chiste.
-Te extraño.
Susurró.
-Yo también Gaby, pronto voy a estar por allí.
-Estoy contando los días..
Me contestó.
Sé que está enamorado de mí, aunque no quiero que tenga esperanzas.
Yo no estoy enamorada de él, lo quiero mucho, lo admiro como a pocas personas admiré en mi vida, lo considero un Dios de la medicina, pero no lo amo.
Me despedí lo más rápido que pude, tampoco quiero ser grosera, no se lo merece.
Siempre cuento con él, hasta me brindó informes para la facultad.
Cada tanto vamos a cenar, pero siempre con otros colegas.
Quiero evitar intimidad.
Es mi jefe.
Es mi amigo.
Decido enfocarme en mí.
Me miro al espejo y estoy conforme con mi imagen.
Soy una mujer segura, aunque no creo ser la más bella del mundo y creo firmemente que los hombre muchas veces suelen ser infieles sin ninguna razón aparente, lo veo en compañeros de trabajo, que tienen mujeres bellas a su lado y andan detrás de cualquiera y cuanto más atractivos son esa infidelidad se acrecienta.
Yo lo viví en carne propia cuando era adolescente, es verdad que éramos casi niños y Charo, sí, la misma que hoy se le regalaba en bandeja a Ramiro, se metió, envuelta en papel de regalo y con un moño gigante en mi relación, espero que sea distinta la relación al ser adultos, nunca sentí esa atracción tan potente por alguien.
Tuve algunas parejas con las que no duré mucho tiempo, no sé muy bien que busco en un hombre.
Creo que busco todas las cualidades que veo en Gabriel y a la vez sentir la atracción que siento por Ramiro.
Sí, acabo de descubrir qué es exactamente eso.
Una fusión de los dos.
Me suena el celular y es Ramiro, avisando que está en la puerta.
No tocó el timbre, creo que no quiere pasar por la incomodidad de que tal vez lo atienda mi madre o mi padre.
Es la primera cita y no sé si va a haber otra, por lo que considero que su actitud es apropiada.
Saludo a mis padres y les recuerdo que no se preocupen por mí.
Ramiro se había bajado de su camioneta y me esperaba apoyado en su camioneta.
Cuando lo vi, tengo que reconocer que me faltaba el aliento.
No entiendo esa atracción que siento por él, siento que se movió hasta el piso.
Su sonrisa brillaba más que las luces de mercurio que iluminaban la calle.
-Hola, estás hermosa.
Me dijo dándome un beso en los labios, no fue profundo, pero tampoco fue muy casto.
-Contaba los minutos para verte.
Este hombre está esperando que yo caiga a sus pies y creo que falta poco para eso.
Muy galante abrió la puerta de su camioneta para que yo subiera.
No sabía qué decir, soy muy elocuente hablando, realmente tengo facilidad de palabras, pero lo miro y mi mente se queda en blanco.
Estoy alucinando por este hombre y hasta a mí me parece exagerado.
Le pregunté por el horario del restaurante.
-No tenemos horario, la mesa es nuestra.
Dice muy ufano.
Recordé que el dueño es amigo de Facu.
Terminé por reír.
Luego le pregunté por su sobrino.
-Ya sabés como es un broncoespasmo, cede con el antihistamínico.
-Sí, es verdad, pero me apena mucho escucharlo toser.
-¿Te gusta la pediatría?
Muchos médicos suponen que la primera opción de una médica mujer, es la pediatría, a veces eso suena un poco machista tal vez se lo considere porque se piensa que las mujeres son más sensibles que los hombres, no sé cuál era el caso de Ramiro.
-Me gusta, sí, pero no consideré ser pediatra, aunque mis dos opciones son amplias y no tiene que ver con las edades de los pacientes.
Me mira alzando una ceja, para que siga hablando.
-Me siento más útil en el sector de terapia intensiva y me fascina estudiar las distintas infecciones, es muy complejo y siempre están apareciendo o al menos se descubren infecciones nuevas, pero muchas se relacionan con las que ya existen.
-Sí, es verdad, soy cardiólogo y cirujano.
-Sí, escuché cuando hablaste con Bautista.
-Es raro, que llevándote tan bien con él no trabajes acá.
-No soportaría estar mucho tiempo en un pueblo, no sé, creo que aprendo más en una ciudad grande.
-Eso es verdad.
-Por otro lado, me falta un año y medio para terminar con mi especialidad.
-No es tanto, te recibiste muy joven.
-Sí, mis padres me pagaron la carrera y todos mis gastos, aunque trabajo, porque considero que es necesario hacerlo.
-Sí y es una manera de tener más experiencia.
La conversación derivó a temas relacionados con la medicina.
Creo que estábamos los dos fascinados al descubrir que podemos hablar de ciertos temas, sin aburrir al otro.
Estábamos entrando al restaurante, por la puerta que daba al estacionamiento, cuándo se acercó una criatura vendiendo rosas, inmediatamente le compró todas las que ese chiquillo tenía y le preguntó con quién estaba, al decirle que estaba con su hermanita, le dijo que no se fuera, que le iban a llevar comida para los dos.
Me emocionó mucho ese gesto.
Llamó al maitre y le indicó que le cargue a su cuenta una cena para esas dos criaturas y le recalcó que no las hiciera esperar.
Luego me obsequió las flores, con esa sonrisa tan sexi, que me derrite y baja todas mis defensas.
No creo que haya convidado una cena a esos pequeños para impresionarme, aunque cuando lo vi en la playa no me pareció el tipo de hombre que fuera a tener empatía por criaturas así, tampoco pude adivinar que era médico, no tuve indicios de nada, sólo trataba de no sentirme impactada por la sensualidad de Ramiro y no pude observar nada más allá de mis narices.
Me equivoqué bastante con él, es que su atractivo despierta en mí, sensaciones que nunca sentí y que me da miedo sentirlas.
Cenamos con tranquilidad, en un momento Ramiro le preguntó al camarero si esos chiquillos habían comido.
-Realmente quisiera tener una fundación o algo así, para ayudar a las criaturas que están en situación de calle.
Dijo acongojado y dejando de lado la sonrisa sexi.
-Creo que por un lado me siento egoísta, porque no elegí pediatría para no involucrarme sentimentalmente con criaturas que no tienen respaldo familiar o cercano de ningún tipo.
Le confieso.
-Pero vos misma dijiste que en terapia no importan las edades.
-Es verdad, pero los menores o los más pequeños suelen estar en otras salas.
-Cierto…
Luego el tema siguió con las edades de sus sobrinos.
-Karen fue madre muy joven.
Dijo Ramiro.
-Sí, fue un descuido, puede pasar.
-Es verdad, mi hermano se enamoró profundamente de ella y creo que no razonaba bien.
Terminamos riendo.
Luego tomamos un café y comimos un postre exquisito, que era la especialidad de la casa.
-¿Damos una vuelta?
Dijo Ramiro como al descuido.
No pude evitar sonreír y él me guiñó un ojo.
Terminamos tomando una copa en un bar cerca de la playa, era bastante íntimo y tenía una iluminación tenue.
Ramiro parecía estar creando el clima para lo que venía después y a mí me encantó cómo creaba ese clima.
En el bar nos sentamos en un sillón que tenía una mesita ratona por delante, era una especie de reservado, aunque íntimo y poco iluminado, estábamos rodeados de parejas, claro que nadie se fijaba en lo que hacían los demás.
-Me gustás mucho.
Dice acercándose a mi boca, se frenó a unos pocos centímetros y me miró a los ojos, si miraba despedía fuego, calor, deseo…
-No voy a poder parar si te beso.
Con un dedo me delinea la boca y luego sí, me besó, suavemente, como controlando la situación o controlándose él.
-Decime que sí…
Dijo mientras sus manos recorrían mis piernas, pero siempre apropiadamente.
-Te quiero hacer el amor hasta que amanezca.
Dijo muy bajito y con voz muy ronca.
Le digo que sí con la cabeza y él gimió en mi oído.
-Vamos… no aguanto más.
Confesó y yo estaba más o menos en la misma sintonía.
Por RamiroMe estoy volviendo loco de tanto desearla, sin embargo, sabiendo o intuyendo que lo que tengamos con Rocío no va a ser algo de paso, soy más paciente, más caballero, estoy disfrutando de su compañía y muriendo de ganas por besarla, pero me conozco y sé que si la beso como tengo ganas, no podría dejar de hacerlo aunque quisiera, es que mi excitación está creciendo y casi no la rocé.Cuando la vi en la puerta de su casa, tenía ganas de mandar al diablo la cena e ir directamente a un hotel, pero no era lógico, aunque tampoco es lógico lo que estoy sintiendo por ella.Es un huracán que envuelve mis sentidos.En el bar, tampoco me animé a besarla profundamente, porque tenía miedo de correrme con un beso.Ni siendo adolescente perdía el control de mi cuerpo como en este momento.Soy médico, se supone que tengo que controlar mis emociones y con sólo mirarla, mis sentidos están a flor de piel.Llegó el momento en que le pregunté si nos íbamos, no le dije adónde, pero era sabido.Ha
Por RocíoEncontré al hombre de mi vida.A pesar del miedo que me lleva a pensar que por su tremendo atractivo puede volar más rápido de lo esperado, siento que él está derribando todos mis prejuicios.No me siento una mujer fea, al contrario, sé que soy bella y tengo un cuerpo que muchos llamarían perfecto, al menos para lo que se considera hoy en día la perfección de un cuerpo..Tampoco soy de las que sólo se fijan en ese aspecto.No sé si es por ser médica o simplemente por haber pasado hace rato la adolescencia y haber madurado, pero el aspecto físico es sólo una parte a tener en cuenta para estar con alguien.Lo que me tomó por sorpresa es que aparte de ese atractivo casi salvaje que tiene Ramiro, es un tipo súper inteligente, culto, con los pies sobre la tierra, empático con los temas solidarios, divertido y… el mejor amante con el que me crucé en toda mi vida.No es que vaya por la vida enredándome con cada hombre con el me cruzo o con los que me parecen atractivos.Nada de eso
Por Rocío -Hola cielo.Dice mi madre cuando entré a su casa.-Hola mamá, ¿Cómo está papá?Salió a caminar un poco, en cuanto llegue, almorzamos.-Te ayudo.-Gracias… ¿Todo bien con Karen?Mi cara ardió en ese momento y mi madre se largó a reír.-¿Cómo te fue?Preguntó sin dejar de sonreír.-Bien…-Rocío, sos adulta, sos médica, vivís en otro país, no pongas excusas, por favor.-Tenés razón.Comencé por decir.-No pienses que aunque vivo sola, me voy por ahí con desconocidos.-¿No es el cuñado de Karen?Me pregunta confundida, mientras pone los platos y cubiertos en la mesa y yo me apresuro poner los vasos.-Sí, es el cuñado de Karen, pero no lo conocía… lo conocí en la playa y luego lo vi en la casa de Karen y ayer por la mañana en la clínica.-Es médico.Lo afirma, ya lo sabía.-Sí, cardiólogo y cirujano.-Por lo que vi anoche, es muy buen mozo.-Demasiado.-Lo decís como si eso fuera un defecto.-Es que muchas veces eso juega en contra, ya sabés como pienso.-Nena, esas son tonterí
Por Ramiro Le terminé confesando que me había enamorado de ella, así lo siento, sé que no hace ni 72 horas que la conozco, pero no se precisa mucho más para darme cuenta que nací para amarla, qué es la mujer de mi vida.Ella me confiesa que siento lo mismo que yo.Era el querer que estaba buscando, lo que anhelaba, eso que creía que faltaba en mi vida.A ese sentimiento profundo se le suma que cuando la cerca y hasta cuando pienso en ella, me hace volar a un mundo infinito, quiero tener miles de sueños con ella y hacerlos realidad.Con ella no preciso otra cosa, porque al mirarla desaparece el mundo y el placer que siento al observar, es tanto, que estoy envuelto en llamas.Luego de hacer el amor, vi la luz en la puerta, que significaba que ya estaba nuestro pedido.Pedí dos cafés y dos copas, con un exquisito licor de café con crema.Al tomar la bandeja, Rocío vio el pomo que contenía la crema- gel con efecto calor o estimulante.Siempre la encontré muy húmeda, pero ese gel era para
Por Rocío Quedé atrapada en los brazos de Ramiro, me encanta sentirlo cerca, estoy atada a su cuerpo y él está en mi corazón, en mi cuerpo, en cada poro de mi piel.Va creciendo un sentimiento tan profundo que me parece increíble que hace sólo unos pocos días que lo conozco.Luego de amarnos hasta la locura y con una plenitud total y aunque nos cueste despedirnos, me dejó en la puerta de mi casa.Almorcé con mis padres, que ya no me preguntaban por mi amiga Karen, ellos son inteligentes, por otro lado mi madre le debe haber contado a mi padre que estoy comenzando una relación con Ramiro.Me estaba por acostar para dormir la siesta, no lo solía hacer, en general me iba a la playa, pero estaba agotada, cuando suena mi celular, era Karen, para que nos encontremos en la playa.Supongo que quería saber que estaba sucediendo entre su cuñado y yo, apenas hablamos en estos días.Desistí de mi siesta y les dije a mis padres que me encontraba con mi amiga en la playa.Estoy llegando a nuestro
Por Ramiro.Sé que Charo me buscaba, pero no se me ocurre jugar a dos puntas.Tengo a mi lado la imagen perfecta del amor, no arruinaría lo que estoy comenzando con Rocío.Ni por Charo ni por nadie.Claro que me pareció descarada, nunca disimuló ese coqueteo extremo, pero era una mujer que no me importaba.Sé que mi cuñada es muy celosa y en un momento creí que las iba a agarrar de los pelos.Rocío es celosa, pero se controla mucho más que su amiga.Creo que tiene que ver con nuestra profesión, aunque yo a su lado soy un hombre mucho más temperamental.Hasta soy celoso y no pude evitar preguntarle por ese amor de adolescente, aunque me sentí incómodo al hacerlo.Entiendo que a Rocío le haya molestado el comportamiento de la que en algún momento fue su amiga, pero eran todos adolescentes.La que no parece haber superado esa situación es Charo, y por supuesto que tiene palabras y actitudes que no me gustan.Pero al instante me olvidé que esa mujer existía.Al volver a la carpa, ella ya
Por Ramiro No me considero un hombre egoísta, y por supuesto que la salud de mi sobrino era prioritaria, y estaba realmente preocupado, pero confiaba en que realmente fuera otro broncoespasmo, sin consecuencias graves.En cuanto al CORONAVIRUS, esperaba que fueran algunos pocos casos, aislados.Luego me quedé pensando en que ella le dijo a la Directora del jardín de infantes que era especialista en infecciones generales.-¿Sos especialista en infecciones generales?Le pregunté mientras cenábamos.-Bueno… No tanto, pero en la clínica en donde trabajo, siempre que puedo, estoy investigando en el laboratorio, que es uno de los más avanzados de América.Me dice sonriendo.-Aparte, aunque voy más lento en esa especialidad, sí estoy cursando materias de infectología.Lo dice muy orgullosa.-Es que Matías siempre hace picos de Broncoespasmo, y estaba terminando medicina general, cuando siendo muy pequeño, se estaba ahogando, ¿Te acordás Karen?Le pregunta a mi cuñada, quien asiente con la
Por RocíoNo puedo creer que estando de vacaciones, conocí al hombre perfecto, su piel quedó tatuada en la mía y su corazón está dentro de mi alma.entiendo que recién nos conocemos, pero siento que lo hacemos desde siempre.Sin embargo, eso de que sea tan atractivo, sigue haciendo cierto ruido dentro mío.Es una intuición, o algo que no podría definir.Aunque supongo que al ser los dos adultos, no todo pasa por el físico, me refiero que si alguna mujer descarada lo busca, no tendría por qué tener una aventura con ella.Por otro lado, me demuestra estar a mis pies, nunca nadie me trató tan maravillosamente bien…Salvo Gabriel, pero él sólo es mi jefe y no lo amo.Lo que tenemos es amor, se nota, se siente y se vé como amor, lo lógico es que deje de pensar tonterías.Por otro lado los dos somos médicos, tenemos una sensibilidad para cubrir necesidades del prójimo, que otras personas no la tienen, no digo que somos superiores, digo que muchas veces los médicos dejamos hasta el alma por