Por Rocío.
Vi venir las intenciones de Ramiro desde que se ofreció a alcanzarme, sabía que iba a probar sus besos, por la tarde no había disimulado que yo le gustaba mucho, aunque sigo pensando que es demasiado atractivo y que eso no trae nada bueno.
Fue mucha la sorpresa al encontrarlo en la casa de mi amiga.
De todas las chicas de nuestro grupo de amigas, Karen es con la que cuento para todo y ella lo hace conmigo.
Realmente la siento mucho más cercana que una amiga común.
No tengo mucho tiempo para hacer sociales, pero siempre me hago un tiempito para hablar con ella.
Estamos lejos, porque con auto son seis horas de viaje y cruzar la frontera de nuestro país.
En este momento se solucionó, pero hace algunos años, uno de los puentes que une a los dos países, estaba cerrado, por un conflicto de una fábrica, y en aquél entonces se hacían 9 horas de viaje, por el desvío, ahora es más directo, pero no dejan de ser 6 horas de viaje y no las podemos hacer continuamente, ni ella ni yo.
Durante la velada sentí como la mirada de Ramiro me recorría el cuerpo con deseo y debo admitir que su mirada de verdad me quemaba.
Al subir al dormitorio de Karen, estuve tentada a darme vuelta para descubrir esos ojos café me estaban mirando, pero es una chiquilinada hacer eso y reprimir la tentación.
-Lo tenés muerto a mi cuñado.
Dice Karen.
-Ya me di cuenta.
Le confieso, riendo.
-Aunque ya sabés que pienso de los tipos tan atractivos.
-Olvidate de ese pensamiento, éramos chicas cuando moríamos, como la mayoría, por el capitán del equipo de fútbol.
-Ya me olvidé de él, hace muchos años, sólo que creo que en algún punto los hombres tan atractivos, que tienen a miles de mujeres a sus pies, son los que más fácil vuelan, los que más rápido te cambian por otra.
-Che, que mi marido es tan atractivo como su hermano y…
-Y vos dudaste mucho y cada vez que viajaba a Buenos Aires, pensabas que era el final de la relación.
-Es verdad, pero yo soy celosa y posesiva y vos no, vos sos una mujer muy segura, hermosa, con un cuerpo perfecto.
-Karen, no jodas, vos sos muy bonita y tus curvas son más llamativas que las mías, nunca entendí porqué sos tan celosa.
-No lo sé.
Dice mi amiga, mientras me muestra sus estudios ginecológicos, es que le habían dicho que tenía un quiste importante en un ovario.
Yo reviso los estudios.
-Realmente no me parece importante, sí, tenés que controlarte, pero creo que esto va a desaparecer sólo.
-¿Te parece?
-Sí, fijate en los bordes, y con respecto a la última vez, se achicó bastante.
-4mm.
-¡Eso es mucho!
-¿Estás segura?
-Absolutamente, si venís a Buenos Aires, te revisa una amiga que es especialista en el tema.
-Gracias.
-No me des las gracias, estoy para eso, pasame todos los resultados, que se lo consulto cuando la vea.
Así lo hizo y luego volvimos al comedor.
Cuando bajé la escalera y me tendió su mano, se notó que el que reprimió la tentación, fue él, porque no dejó de mirarme la boca.
Cuando me besó en la camioneta, yo esperaba sus besos, lo que no esperaba es lo que me hizo sentir al recibirlos.
Era muy atractivo, demasiado y aunque no quisiera que suceda, le estaba diciendo mucho a mis sentidos.
No puedo evitar devolverle los besos.
Todo se tornó demasiado apasionado.
De pronto dejó de besarme y me miró.
Estaba buscando las palabras y también las adiviné.
-Ya sé que es pronto… pero… ¿podemos ir a un hotel?
Le sonreí, negando con la cabeza.
-Vos lo dijiste, es pronto.
-Aunque no necesariamente.
Lo que decía no tenía mucho sentido.
-Nos podríamos haber conocido hace mucho, todo es fortuito.
-Es verdad, pero no nos conocimos hace mucho, lo hicimos hoy.
No me respondió, pero volvió a acercarse a mi boca, es apasionado y tierno a la vez, nunca sentí los besos de esa manera.
No sé en qué momento había reclinado el asiento de la camioneta, pero él estaba casi sobre mí.
Sus manos las sentía fogosas, ardientes y me hacían perder el sentido.
También sentía su erección.
-¿Vamos?
Insiste.
-No, de todos modos tengo que levantarme temprano.
-Estás de vacaciones.
-No tanto, tengo que acompañar a mi padre a un especialista y…
-Perdón.
-No te preocupes, simplemente estoy más tranquila si me ocupo yo.
-Sos maravillosa.
Dijo, y su boca volvió a buscar mis labios.
La excitación no la podíamos dominar, nunca había vivido algo así.
Mi blusa estaba desabrochada y su boca besaba mi pecho, succionaba mis pezones, le pasaba la lengua a todo el seno y volvía a los pezones yo estaba delirando y no lograba comprender ni manejar el fuego de mis entrañas.
-No puedo más.
Dijo temblando como una hoja.
-Te juro que nunca sentí esto.
Se desabrochó los pantalones dejando ver su considerable miembro, que estaba rígido y parecía esperar por mí.
-¿Estás loco?
Le pregunto, ya pasó la época en que me besaba acaloradamente en un auto, y ni siquiera en esa época llegué a tanto.
¡Estábamos estacionados frente a la puerta de la casa de mis padres!
-Nunca hice algo así, te lo juro, y nunca estuve tan excitado… Chupamela, por favor.
Siento que es muy bizarra la situación.
Sin embargo, llevé mis manos a su miembro y luego acerqué mi boca.
Parecía hipnotizada por él.
-Ahhhh.
Gime mientras que con sus manos me acaricia la cola y luego va por mi pecho.
Siento una fuerza poderosa, una atracción sin igual.
Nunca devoré con tantas ganas un miembro masculino, porque era eso, lo estaba devorando.
-Desde que te vi, moría por sentirte así, pero esto es más… ahhh…
Está sumamente encendido, y me contagia o me provoca una pasión que no estaba acostumbrada a sentir.
Es verdad que tiene un atractivo sin igual, y yo tenía un muro delante de los hombres de ese estilo, pero Ramiro lo derribó por completo ¡Y en unas horas!
Jamás había besado así a un hombre a horas de conocerlo y mucho menos disfrutarlo hasta el punto de olvidarme de donde estábamos.
Juro que desapareció el mundo.
No puedo comparar con nada ni lo que estoy haciendo, como si fuera una adolescente traviesa, ni lo que estoy sintiendo porque no hay nada que se le asemeje.
-Sí, sí.
Dice de pronto en medio de unos gemidos que salían de su garganta y creo que no los podía contener.
-Ahhhh.
Dice eyaculando en mi boca.
Soy inconsciente, no lo conozco de nada y estoy tragando su semen, claro que eso lo pensé después.
-Me llevaste a la locura.
Dijo un poco más tranquilo, aunque al instante estaba buscado mi intimidad, sus dedos parecían saber de memoria cada centímetro de mi piel.
-Para…
Le digo, porque no podemos tener sexo ahí y de verdad tenía que madrugar al día siguiente.
-Es una locura, lo sé, pero siento por vos una atracción que nunca sentí en mi vida.
Me estaba sucediendo algo similar.
Vuelve a besarme y de nuevo es un descontrol.
-Tengo que irme.
Le digo casi mareada por el calor de sus besos.
-Mañana…
No termina la frase, pero entiendo que significa que al día siguiente íbamos a terminar en un hotel.
Yo también tenía ganas.
Eso no lo podía ocultar, no a esta altura.
-No entiendo que nos sucede, de verdad, nunca estuve con un hombre a las horas de conocerlo.
-Me encanta hacerte perder la impunidad.
-No sé cómo me dejé llevar así y entiendo que no tiene sentido que ahora esté avergonzada, pero…
-Siento que estuve toda la vida esperando por vos.
Lo miré asombrada y vi que el muro había desaparecido por completo.
Estás perdida.
Me dije.
-Me sucede algo parecido.
Terminé por confesarle.
-Aunque te juro que pretendí resistirme a tus encantos.
-¿Mis encantos?
Pregunta con una sonrisa sumamente sexi.
-¡Sos muy atractivo!
Su sonrisa era enorme.
-Pero no estoy cómoda con hombres muy atractivos.
La sonrisa se borró de su cara.
-¡Eso nunca jugó en mi contra!
Yo me reí.
-Sin embargo yo sí tengo en claro que desde que te vi, vi el sueño de mujer y me acerqué a vos por tu belleza, que es mucha, pero pasa a ser mucho más atrayente tu personalidad.
-¡No me conocés!
-Sí, te juro que te conozco, que sos la mujer que de verdad estaba esperando.
Sus palabras me aturdían.
-Creeme, sos hermosa como pocas y cada cosa, cada detalle que descubro en vos, me atrapa.
-Yo también sentí algo distinto, pero…
-Soy un hombre serio, ya pasé hace rato las ganas de perder tiempo, es verdad que quiero acostarme con vos y te deseo, te deseo y estoy hambriento por devorar tu cuerpo, pero me atraés mucho y de verdad siento que vamos a llegar muy lejos.
Entre sus palabras, sus caricias, sus besos y todo lo que me hacía sentir, yo estaba en el cielo.
Por RocíoEntré a la casa de mis padres y ellos ya estaban durmiendo, por lo que luego de tomar un vaso de agua y cepillarme los dientes, me acosté, tapándome con una manta liviana, pero aún sentía que mi piel ardía.¿Será que de verdad llegaremos a algo con Ramiro?Tengo que dejar de lado ese pensamiento casi absurdo, de creer que porque es sumamente atractivo, sólo quiere diversión, hay hombres normales que no se toman nada en serio.Ramiro no es un niño y supongo que jamás se burlaría de una mujer sólo para divertirse.Al final no me enteré cuál es su profesión, habla correctamente y es culto.Esa es una pieza clave para mí.No podría estar con un hombre que a cierta edad sigue hablando con las palabras que usan los adolescentes y de verdad que hay muchos así.No estoy diciendo que pretendo un licenciado, sólo quiero un hombre que sepa que si tiene 30 años, aunque es muy joven, se maneje como la edad que tiene.Por fin me dormí, lo hice soñando con unos besos maravillosos.Acompañé
Me vestí bastante sexi, tanto que mis padres me miraron raro.-Tengo una cita.Les dije con una sonrisa que no pude evitar.-¿Con el médico que me presentaste esta mañana?Pregunta mi querido padre.-Sí, es el hermano de Facundo.-Me agradó.-Falta que yo lo conozca.Dijo, Teresa, mi madre.-¡No te asomes! Si todo va bien, ya vas a tener tiempo de conocerlo… no se preocupen si tardo.Les dije algo incómoda.No soy una niña y vivo sola en otro país, pero el estar conviviendo con mis padres, aunque sea de vacaciones, tenía cierto pudor al decirles que no volvía a dormir.En realidad no estaba segura si eso iba a suceder, pero tampoco me quería engañar.Posiblemente terminaría la noche en un hotel con Ramiro, nunca me sucedió algo así, tampoco esperaba un año para tener relaciones, pero definitivamente nunca hice lo que hice la noche anterior y mucho menos planeé acostarme con alguien en la segunda vez que lo veía…Aunque técnicamente sería la cuarta vez, si cuento que lo conocí ayer p
Por RamiroMe estoy volviendo loco de tanto desearla, sin embargo, sabiendo o intuyendo que lo que tengamos con Rocío no va a ser algo de paso, soy más paciente, más caballero, estoy disfrutando de su compañía y muriendo de ganas por besarla, pero me conozco y sé que si la beso como tengo ganas, no podría dejar de hacerlo aunque quisiera, es que mi excitación está creciendo y casi no la rocé.Cuando la vi en la puerta de su casa, tenía ganas de mandar al diablo la cena e ir directamente a un hotel, pero no era lógico, aunque tampoco es lógico lo que estoy sintiendo por ella.Es un huracán que envuelve mis sentidos.En el bar, tampoco me animé a besarla profundamente, porque tenía miedo de correrme con un beso.Ni siendo adolescente perdía el control de mi cuerpo como en este momento.Soy médico, se supone que tengo que controlar mis emociones y con sólo mirarla, mis sentidos están a flor de piel.Llegó el momento en que le pregunté si nos íbamos, no le dije adónde, pero era sabido.Ha
Por RocíoEncontré al hombre de mi vida.A pesar del miedo que me lleva a pensar que por su tremendo atractivo puede volar más rápido de lo esperado, siento que él está derribando todos mis prejuicios.No me siento una mujer fea, al contrario, sé que soy bella y tengo un cuerpo que muchos llamarían perfecto, al menos para lo que se considera hoy en día la perfección de un cuerpo..Tampoco soy de las que sólo se fijan en ese aspecto.No sé si es por ser médica o simplemente por haber pasado hace rato la adolescencia y haber madurado, pero el aspecto físico es sólo una parte a tener en cuenta para estar con alguien.Lo que me tomó por sorpresa es que aparte de ese atractivo casi salvaje que tiene Ramiro, es un tipo súper inteligente, culto, con los pies sobre la tierra, empático con los temas solidarios, divertido y… el mejor amante con el que me crucé en toda mi vida.No es que vaya por la vida enredándome con cada hombre con el me cruzo o con los que me parecen atractivos.Nada de eso
Por Rocío -Hola cielo.Dice mi madre cuando entré a su casa.-Hola mamá, ¿Cómo está papá?Salió a caminar un poco, en cuanto llegue, almorzamos.-Te ayudo.-Gracias… ¿Todo bien con Karen?Mi cara ardió en ese momento y mi madre se largó a reír.-¿Cómo te fue?Preguntó sin dejar de sonreír.-Bien…-Rocío, sos adulta, sos médica, vivís en otro país, no pongas excusas, por favor.-Tenés razón.Comencé por decir.-No pienses que aunque vivo sola, me voy por ahí con desconocidos.-¿No es el cuñado de Karen?Me pregunta confundida, mientras pone los platos y cubiertos en la mesa y yo me apresuro poner los vasos.-Sí, es el cuñado de Karen, pero no lo conocía… lo conocí en la playa y luego lo vi en la casa de Karen y ayer por la mañana en la clínica.-Es médico.Lo afirma, ya lo sabía.-Sí, cardiólogo y cirujano.-Por lo que vi anoche, es muy buen mozo.-Demasiado.-Lo decís como si eso fuera un defecto.-Es que muchas veces eso juega en contra, ya sabés como pienso.-Nena, esas son tonterí
Por Ramiro Le terminé confesando que me había enamorado de ella, así lo siento, sé que no hace ni 72 horas que la conozco, pero no se precisa mucho más para darme cuenta que nací para amarla, qué es la mujer de mi vida.Ella me confiesa que siento lo mismo que yo.Era el querer que estaba buscando, lo que anhelaba, eso que creía que faltaba en mi vida.A ese sentimiento profundo se le suma que cuando la cerca y hasta cuando pienso en ella, me hace volar a un mundo infinito, quiero tener miles de sueños con ella y hacerlos realidad.Con ella no preciso otra cosa, porque al mirarla desaparece el mundo y el placer que siento al observar, es tanto, que estoy envuelto en llamas.Luego de hacer el amor, vi la luz en la puerta, que significaba que ya estaba nuestro pedido.Pedí dos cafés y dos copas, con un exquisito licor de café con crema.Al tomar la bandeja, Rocío vio el pomo que contenía la crema- gel con efecto calor o estimulante.Siempre la encontré muy húmeda, pero ese gel era para
Por Rocío Quedé atrapada en los brazos de Ramiro, me encanta sentirlo cerca, estoy atada a su cuerpo y él está en mi corazón, en mi cuerpo, en cada poro de mi piel.Va creciendo un sentimiento tan profundo que me parece increíble que hace sólo unos pocos días que lo conozco.Luego de amarnos hasta la locura y con una plenitud total y aunque nos cueste despedirnos, me dejó en la puerta de mi casa.Almorcé con mis padres, que ya no me preguntaban por mi amiga Karen, ellos son inteligentes, por otro lado mi madre le debe haber contado a mi padre que estoy comenzando una relación con Ramiro.Me estaba por acostar para dormir la siesta, no lo solía hacer, en general me iba a la playa, pero estaba agotada, cuando suena mi celular, era Karen, para que nos encontremos en la playa.Supongo que quería saber que estaba sucediendo entre su cuñado y yo, apenas hablamos en estos días.Desistí de mi siesta y les dije a mis padres que me encontraba con mi amiga en la playa.Estoy llegando a nuestro
Por Ramiro.Sé que Charo me buscaba, pero no se me ocurre jugar a dos puntas.Tengo a mi lado la imagen perfecta del amor, no arruinaría lo que estoy comenzando con Rocío.Ni por Charo ni por nadie.Claro que me pareció descarada, nunca disimuló ese coqueteo extremo, pero era una mujer que no me importaba.Sé que mi cuñada es muy celosa y en un momento creí que las iba a agarrar de los pelos.Rocío es celosa, pero se controla mucho más que su amiga.Creo que tiene que ver con nuestra profesión, aunque yo a su lado soy un hombre mucho más temperamental.Hasta soy celoso y no pude evitar preguntarle por ese amor de adolescente, aunque me sentí incómodo al hacerlo.Entiendo que a Rocío le haya molestado el comportamiento de la que en algún momento fue su amiga, pero eran todos adolescentes.La que no parece haber superado esa situación es Charo, y por supuesto que tiene palabras y actitudes que no me gustan.Pero al instante me olvidé que esa mujer existía.Al volver a la carpa, ella ya