Desperté y estaba encerrado nuevamente, atada de pies y manos a una vieja silla negra gastada ,con ligeras y casi imperceptibles manchas de sangre por todas partes y un trozo de cinta cubriendo mi boca impidiéndome expresar palabra alguna.La habitación estaba escasamente iluminada por un bombillo que colgaba desde el techo en el centro de la misma, llena de telas de araña y escremento de moscas.No había ventanas ,ni siquiera un pequeño agujero en la pared que nos pudiera decir si era de día o continuaba siendo de noche, solo se podría divisar una puerta que dejaba la vista más de cinco cerraduras.Mis ojos siguieron viajando por el lugar no dando unas paredes que parecían haber sido blancas en algún momento pero hace mucho mucho tiempo atrás habían manchas de sangre y humedad de días o quizás meses de diferencia el olor a podrido me invadía desde el primer segundo o quizás desde que nos trajeron aquíNos ,sí ,porque a escasos metros de mí se encontraba Natalia en las mismas circunsta
La masacre, esa violenta manera de acabar con la existencia de otros, la adrenalina de cazarlos sin que nos noten, el terror dibujado interminablemente en su rostro unido al sin fin de dolor que provocan nuestras sádicas torturas, pero nada iguala a la corriente de excitación que invade cada pequeño rincón de nuestro cuerpo cuando entrelazados de manos arrancamos el aun latente corazón de cada una de las victimas regalándonos muy a su pesar —o quizás lo desean tanto o más que nosotros —su último aliento de vida. Y es en ese precioso instante es cuando todo cobra sentido, la sangre pareciera fluir más de prisa por mis venas, cada vello existente en mí se pone de punta, los besos cobran un sabor más exquisito y el sexo solo llega a su máximo punto de placer justo después de observar esa mirada vacía totalmente cristalizada que se le queda a cada presa cuando muere. Ahora el verdadero martirio es colgar nuestra obra de arte para que todos los habitantes de este miserable y moribundo pue
Max:Arroje el periódico con furia sobre la mesa provocándole tal susto que derramo la taza caliente de café sobre su vestido blanco estampado, lanzándome una mirada desaprobatoria para luego dirigir su vista al trozo de papel que aún yacía a su lado buscando alguna explicación a lo sucedido.Lo analizo por unos segundos con el ceño fruncido para luego cambiar su expresión a una divertida que me descoloco.—¿Qué? — pregunte buscando entender su cambio de actitud—Salimos en el periódico —su sonrisa se ensancho rasgando cuidadosamente la columna con el reportaje — ¿y doble? — la señalo nuevamente mientras caminaba en busca de su álbumAnn coleccionaba cada revista, periódico, titular o fotografías de noticieros donde nos mencionaban— bueno; al “asesino de Dayton” — los protegía como si fueran su mayor tesoro. Ese book significaba para ella, lo mismo que los corazones de nuestras victimas para mi ….NUESTRO LEGADO….Hace ya un año Ann —obtuve su atención nuevamente —necesito que lo haga
Julia..... (Lost by a monster)Soy la muy nombrada nerd del aula , el tipo de chica que no miras ni cuando chocas de frente , la de cabello descuidado ,verdes ojos detrás de lentes y ropa escogida al azar Esa con brillantes respuestas y tímida sonrisa .Tan tonta como para amar a cada personaje de Wattpad pero con una única amiga en la vida real .Y...¿cuál es el problema? preguntarásPues el problema comenzó con aquella estúpida apuesta.Qué sin poder explicarme el cómo o el por qué me arrebató mi Wattpad y lo volvió a él realA ese chico que viene de un pueblo raro , lleno de asesinatos ,desapariciones y psicópatas ,al que por alguna extraña razón no puedo temerle .¿ ahora dime tú si serías capaz de enamorarte de un personaje salido directamente de Wattpad?
—¿Qué te ha pasado? —la voz aterrorizada de mi mejor amiga me hizo abrir los ojosPude observarla mientras se arrodillaba a mi lado y sus manos comenzaban a acurrucarme con suavidad pero con mucha delicadeza; siendo interrumpida por una tos involuntaria que me retorcía del dolor por los golpes o las múltiples heridas que tengo en todo el cuerpo y dejando escapar algo de sangre entre mis labios.— No Julia, por favor, no cierres los ojos — su voz se sentía cada vez más lejana y mis parpados comenzaban a pesarme demasiado —¿Quién fue? Dímelo —su tono ronco salió en apenas un susurro y sus ojos amenazaban con inundar su rostro—El —apenas podía mencionar palabra alguna sin ahogarme con mi propia sangre por la incesante e insufrible tos—¿Quién? — indago besando mi muñeca y dejando escapar una lagrima por sus pálidas mejillas —la ayuda ya viene aguanta por favor baby — suplicó—Lissette ya se el final de mi libro …—Está bien, pero eso no es lo importante ahora. Por favor Julia dime quién
Éramos solo los dos por unos segundos ella pareció desaparecer desaparecer dejándome perdida en mi transe. La nota me revoluciono a tal punto que las palabras se repetían una y otra vez en mi mente, una chispa comenzó a florecer dentro de mi sin saber exactamente que pensar o que decirle.Logre desbloquear con dificultad mi móvil debido a la sudoración y los pequeños temblores que no parecían querer abandonar mis ma…—Julia —la voz de Lissette, mi mejor y única amiga, me hizo apartar la mirada del móvil — ¿Si me estas escuchando? — indago conociendo mejor que nadie la respuesta y más aún por la mirada de duda que decía no a kilómetros — ¿Vas o no? —hizo un pequeño puchero ganándose una negación de mi parte.Tengo 21 años, estudio becada en la universidad, soy hija de cubanos que emigraron antes de mi nacimiento y se ubicaron en la preciosa ciudad de Los Ángeles, tengo cabello castaño oscuro y piel ligeramente bronceada aunque nunca tome sol como mi papá y ojos color esmeralda que requi
Eran cerca de las 9 de la noche y a pesar de que las horas me parecieron eternas en el “mundo real”, he logrado cumplirle mi promesa a Lissette, aunque creo que también influyó mucho el hecho de que ella no se separó de mí en todo el día. Entre las clases en la universidad, luego su tarde de shopping porque supuestamente ahora que socializaría más necesitaba un cambio radical de look por lo que se convirtió en mi hada madrina financiando las más de 20 bolsas que me compró.Asique aquí estoy parada frente al espejo admirando mi transformación que debo admitir que hasta a mí me sorprende; mi cabello estaba suelto ligeramente ondeado en las puntas, un maquillaje discreto que resaltaba el verde de mis ojos, como es lógico me quitó mis anteojos y me obligó a usar esas molestas lentillas. Usaba un top blanco estampado con pequeños girasoles, una falda de cuero negras ajustada al cuerpo más corta de lo que me gustaría; con una abertura en el lado derecho y unas botas a juego con la falda que
—Hola— lo toqué con la punta del pie mientras sostenía una lamparita de mi mesita de noche con ambas manos a manera de arma — hola— repetir pero como la vez anterior no obtuve respuesta.Estaba hecho un ovillo en el suelo apenas se podía distinguir a pesar de tener la luz prendida; tenía una sudadera negra, un mono deportivo y lo que parecían ser unos tenis de marca.— Me escuchas — lo volví a intentar arrojándole una de mis almohadas en el rostro pero teniendo esta vez un gruñido como respuesta y dando un pequeño salto por el susto que me ocasionó el mismo— ¿ Quién eres? Y... ¿ Qué haces en mi habitación a estas horas? — pregunté rápidamente aferrándome a mi "arma letal" mientras observaba cómo se sentaba en el suelo y se frotaba ambos ojosSu rostro por alguna extraña razón me era muy familiar aunque no sabría recordar de dónde exactamente, tenía cabello negro algo rizado y tan despeinado como si hubiese pasado sus dedos por él varias veces, su mirada desprendía una asfixiante triste