A veces el sarcasmo de Elias no tenía límites y exasperaba mucho a Dulce, sin decir nada bajo del auto sin despedirse y se fue, tenía demasiadas cosas que pensar, mejor dicho, comer el helado de chocolate que toda la tarde habia querido y no obtuvo para no darle de que hablar a su asistente que siempre acertaba y al parecer esta vez tambien—¡Esto no puede ser, es imposible doctor!¿podemos repetir el examen?—Podemos repetirlo, pero eso no cambiara el resultado, tiene doce semanas es innegable la existencia de ese nuevo ser que se está gestando en su interior—¿Qué? No es imposible, no puede ser doctor, no tengo pareja y…………En ese momento Dulce recordó algo, cuando estuvo estudiando fuera, una vez se encontró con Caleb en una fiesta, Dulce habia bebido de más y todos sus sentimientos se desbordaron al verlo, fue la noche más salvaje de su vida, pero cuando se levantó y se dio cuenta de lo que habia hecho se fue sin que Caleb pueda decir algo, recordando aquello las fechas coincidían
Las palabras de Marcela revoloteaban en la cabeza de Dulce, esa noche al llegar a casa lo único que [pudo hacer después de tomar una ducha fue comeré helado frente a un televisor apagado que veía la desolación y el conflicto que tenia la persona frente a el, una marea de pensamientos la estaba consumiendo y no podía discernir que era lo mejor para su amado—La están esperando en la sala de juntasEsas palabras fueron las únicas que pudo escuchar Dulce, Elias tenía más de diez minutos hablando pensando que su jefa estaba prestando atención, pobre de él y seguirá así hasta que arregle el dilema que lleva en su corazón— ¿Si escucho lo que le dije cierto?—No te preocupes Elias todo va a salir bien en la reunión, se que el embarazo hace olvidadiza a las mujeres, roguemos que no me pase— ¡Dios mío ayúdame!—Deja el drama Elias todo saldrá bien, además tu estas encargado de todo eso me tranquiliza—Si usted lo dice, pero………..— ¿Pero qué?—El señor Alcalá estará en la reunión—Lo que me
Después de la regañada que su asistente le dio a Caleb, el se centro en su rehabilitación, mientras recibía como todos los días informes de los movimientos de Dulce, ese era el único aliciente que tenia, ver como crecía su pancita y comía helado de chocolate con crema y lo disfrutaba con tanto deleite que hasta el quedaba satisfecho— ¡Usted puede señor Alcalá!—Te quisiera en mi lugar Sofia, esto duele de puta madre—Lo imagino señor Alcalá, pero no quiero ni puedo hacerlo, su dolor debe sentirlo usted no es canjeable—Odio esto Sofia—Pasara cuando menos lo imagine, recuerde porque lo hace—Es lo único bueno que has dicho últimamente, como esta mi VenusEl sudor frio rodaba por la frente de Caleb intentando levantar la pesa que tenía en el pie derecho, la fuerza que ejercía no era poca, pura convicción y perseverancia era lo que tenia, las fuerzas se las daba su Venus y ahora su pequeño engendro como él le decía, de verdad se esforzaba pero eso no le impedía seguir vigilando a la mu
—Al fin libre, cuanto extrañe estar fuera, lo primero que haré es comer lo que me gusta y luego pondré en marcha mis planes, necesito eliminar a Caleb lo antes posible, ya esta de mas en este mundo —Estás contento Leandro pero ¿Cuanto durará tu felicidad? un día, un mes, un par de años, las escorias como tú no escarmientan ni en sus peores momentos, aprovecha este tiempo para hacer realidad tus planes y toma está libertad momentánea como vacaciones —¿Que haces aquí? en si ¿Quien eres y porque me ayudas? no te preocupes en explicar, no sé tu miserable historia, no se dónde vienes o quién es tu familia, te agradezco que me ayudaras a salir de esa prision, pero no trates de darme ordenes o lo lamentaras La sonrisa se borró de ese rostro hermoso, Leandro solo supo que el lo ayudó, en realidad no sabía de quién se trataba, era alguien con quien a legua se nota que no debes meterte con este tipo de personas—No te suba en las nubes Leandro, así como te ayude puedo enviarte de nuevo a cu
Después de todo el escándalo que causó el señor Alcalá la clínica quedo en silencio, uno sepulcral, solo se escuchaba la respiración agitada de un hombre que parecía león enjaulado, así era exactamente cómo se sentía Caleb, en esa silla de ruedas— Debe calmarse señor Caleb, no le hace bien para su salud—No me pidas eso Sofía, quiero matar a alguien en este momento ¡Maldita sea! —Si sigue así, los médicos no dejarán que se vaya, su rehabilitación se retrasa y seguira sintiendose impotente—Es lo único que puede calmarme, necesito salir de esta cárcel llamada silla de ruedas, pronto, no soporto estar un dia más en esta situacion, mis enemigos estan aprovechandose de la situacion y no voy a permitirlo, pocos saben quien es mi debilidad y debo protegerla hasta del engendro que lleva dentro de ella —No le hubiera dado esa información si supiera que iba a terminar asi, por favor no se exprese asi de su hijo, la señora Dulce podria enojarse —Lo de menos es como me enteré, el asunto es..
Paso un año, del cual no se supo mucho sobre la señorita D`Maria, claro esta que para el mundo exterior, Caleb estaba al tanto de todo lo que le acontecia a su Venus y al engendro como de cariño le dice a su pequeña de tres meses de nacida, conocer a su hija fue la experiencia mas aterradora de la vida, pensar que tenia que ser responsable por la seguridad de esta pequeña criatura y al mismo tiempo pensar que puedes matar a alguien por ella es llevarte a los extremos en un minuto, agradecia al cielo si es que habia un Dios de verdad por este regalo que no merecia, pero su fervor era para ella, para es mujer que removio todo dentro de un ser oscuro que tenia una piedra en vez de corazón, ella era su prioridad, ni su hija esta en primer lugar, el primer lugar en su vida sera siempre y sin cambios para Dulce D`Maria, el dia que la conocio marco un antes y un despues en su vida —Se lo ve mucho mejor señor, cambiar de aires le sento de maravilla, ahora podrá regresar sin complicaciones
—Asi que ese es el plan de ese iluso ¿Con quien piensas que trata? Dulce no va a dejar que la amenacen con su empresa, es capaz de cerrarla o declararse en banca rota, Leandro no aprende lecciones ni con los años —Eso ya lo sabíamos señor Caleb, pero el señor Leandro y el señor Gustavo no son sus preocupaciones más grandes, tiene una que no lo va a dejar en paz —¿Te han dicho que eres aguafiestas? estaba de lo más lindo pensando en que voy a hacerles a esos granujas y traes al honorable señor Alcántara a colacion, gracias, de verdad gracias por dañar mi humor Sofia La cara de Caleb se oscureció al escuchar las palabras de su asistente, pensaba jugar un poco antes de entrar de lleno a la batalla, pero sus planes se vinieron abajo al mencionar a su abuelo, era obvio que iban a encontrarse en algún momento, sin embargo, quería retrasarlo lo más posible, aunque esa misión fuera imposible —No me paga para eso señor Caleb, me paga para mantenerlo informado y eso hago La asistente sonri
"La espera desespera" dicen por ahí, en el caso de Leandro era una realidad, habia esperado tanto por el regreso de Dulce que sin mentir se sentía ansioso y nervioso como nunca antes lo había estado, Gustavo disfrutaba el espectáculo no sin poner el dedo en la llaga, mientras veía la desesperación en Leandro—Vas a hacer un hueco en el suelo de tanto caminar, quédate quieto un momento, vas a desgastar el piso Leandro Nobis—Déjame en paz Gustavo, solo yo se como me siento en este momento y creeme que no es bonito —Calma león enjaulado, tú pequeña presa no huirá esta vez, tú plan no fallara —No lo permitiré, está vez Dulce va a quedarse conmigo quiera o no, mi paciencia se acabó, su jueguito acabó, ella va a ser mia quiera o no —Si tú lo dices, a mí solo me importa que Caleb sufra, con quien se quede Dulce o lo que le pase me tiene sin cuidado —Ya te lo advertí Gustavo, puedes matar a Caleb que no me meteré, no es lo mismo si te metes con Dulce, puedes tener mucho dinero y poder, m