Yorick no había vivido la vida de un humano después de esconderse durante tantos años. Antes había sido un hombre excepcional, pero ahora vivía en la pobreza.

Extrañaba aquellos días en los que era un hombre exitoso y prestigioso, y se arrepentía de aquello en innumerables noches.

Pero era inútil arrepentirse de algo ahora.

Pensó que todo lo que le había sucedido era el resultado de la codicia insaciable de su madre.

“Papá, ¿por qué regañas a la abuela? Es evidente que esto no es culpa de la abuela. Nada de esto habría pasado si el Tío Stephen me hubiera entregado Vaenna en lugar de a Maisie en primer lugar”.

Al escuchar que Hector seguía defendiendo a la Señora Vanderbilt, Yorick lo fulminó con la mirada y resopló.

‘Si hubiera sabido en ese entonces que este b*stardo se convertiría en alguien tan inútil y patético, lo habría estrangulado hasta la muerte cuando nació’.

La Señora Vanderbilt calmó las emociones de su nieto y le dijo a Yorick: “Hijo, lo que pasó, pasó. Tú y Hecky s