Al anochecer, cuando Ian llegó a la mansión Xavier, se quedó parado frente a la puerta hasta que Elaine vino a abrirle. Acababa de lavarse el cabello, y emanaba un ligero olor a champú, también tenía su pelo medio mojado suelto.

Su rostro sin maquillaje la hacía verse un poco más inocente.

No muchas mujeres podían mantener su tez clara y su piel suave sin maquillaje.

"Viniste, pasa". Elaine lo arrastró adentro y cerró la puerta.

Para entretenerlo, Jenna cocinó una gran cantidad de cosas en la cocina y había preparado una deliciosa cena. Solo quedaba esperar a que viniera a cenar.

"Un placer verlos, Señor Xavier, Señora Xavier". Asintió levemente y sonaba muy humilde y educado.

"Muy bien, ve a lavarte las manos y acompáñanos a la mesa. Todos te estaban esperando". Jenna le dio la bienvenida con una sonrisa y luego dijo: "Elaine no sabe lo que te gusta comer, así que solo cociné algunos de nuestros platos habituales".

Ian miró a Elaine y esbozó una sonrisa leve. "No hay problema,