Tanner se quedó atónito.

"Sé muy bien cuánto me detestas y me odias. Solo eras amable conmigo porque tenías que serlo. Es como una tarea para ti hacer esto para complacer a nuestras familias. No es que tenga que estar agradecida con cada hombre que quiera casarse conmigo. Sé lo mala que es mi reputación. Aunque nadie quiera casarse conmigo, no me amarraré a ti descaradamente, así que puedes estar tranquilo”.

"Después de todo, una vez fui amada por todos los Santiago. Aunque una tormenta haya destrozado una delicada rosa, no puedes negar que una vez fue una hermosa flor”.

"Cosechas lo que siembras. Mi situación actual es mi culpa, y no pienso olvidarlo. El precio que tengo que pagar nunca me permitirá ser feliz o sentirme segura comprometiéndome con un hombre".

Cuando terminó de hablar, apartó a Tanner de un empujón. Cogió su maleta y se fue sin mirar atrás ni una sola vez.

Tanner se quedó congelado y rígido en el lugar mientras apretaba los puños.

Cuando Pearl entró en el coche,