Samantha
Una cosa cosa te diré.
Tengo hambre.
¿Qué? La tengo, ya van pasado veinticuatro horas casi dos días y él no parece apiadarse de mí.
¿Qué? Pensaste que empezaría como el cliché más común. El que dice así : Me desperté desorientada, perdida. No sé dónde estoy, ni quién me trajo aquí.
No. No. Y no.
Yo estoy muy conciente de dónde estoy. Y que hago aquí. Es Theo lo sé, so
Olvidar las cosas nunca había sido fácil para mí. Y esta vez, no era la excepción. Acabaría por volverme loca, lo sé. ¿Pero que más da? Si ya lo estoy. Pero aún no puedo olvidar todo lo sucedido hacía unas semanas ya. A pesar del interrogatorio, las preguntas, los acosos, los cuidados. Proviniente de mi familia. Había podido vivir unas semanas más. Vivir en el sentido de, ¿tú entiendes no?Había podido olvidar cosas, si, pero esta vez no. Quería saber más, había pensado en olvidar. No obstante, curiosa, es el nombre que me queda mejor.Había ignorado a toda costa las preguntas sobre, si Theo me hizo algo, o si dijo algo. Todo lo había respondido con monosílabos, o poniendo cara de horror. Cuando decían algo inapropiado.Porque, después de todo, decirle a mi familia: Oh, si me dijo que me veía espectacular, peleó con Louis por mí. Y un dato importante, que
Si la montaña no venía a mí, yo iría a la montaña.Necesitaba respuestas, necesitaba explicaciones. Quería saber mucha cosas y casi nadie ayudaba. Y cuando decía que casi nadie ayudaba era NADIE. Huían de mí.Entonces, decidí que un pecezuelo mordiera mi anzuelo.Decirle a mi abuelo que necesitaba una seción con mi psicólogo.O sea, él. Usaría la excusa perfecta para hacer que me dijera cosas. Y él pareció muy entusiasmado con eso. Porque, bueno, ya casi era un mes de que descubrí que tengo TLP. Nada lindo la verdad, pero el tiempo pasa rápido, y mis locuras no acaban. Locuras por no decirle otra cosa.¿Te conté que había entrado al cuarto de mi madre y cambiado su medicamento y que resultó ser morfina y conseguí que empeorará?
— Es insoportable. —chilló Nicole con frustración.Y con eso, creo yo, finalizó su descripción de Ethan. —según ella —. Teníamos alrededor de unos 15 minutos hablando del mismo tema.No, corrijo. Tenía 15 minutos parloteando sobre Ethan.Que si era esto o lo otro.Había dicho que, era insoportable como una tres veces. Un ridículo, que decía que no podía hacer las cosas cuando si las podía a hacer. Y que solo se comportaba con un niño bueno frente a mí abuelo.Para mí, me pareció y estoy segura, que, lo hace para acercarse a ella. Era lo más lógico.— No, de hecho, es un Insoportable completamente. — se corrigió, y asintió con la cabeza.—No lo creo. —sonreí con diversión. Esa visión de Nicole sobre Ethan era absurda—Claro que sí. —me reprochó. —¿Cómo lo ves tú? —se giró y quedamos frente a frente. En el pasillo de una tienda. La
Esa confesión me tomó por sorpresa. No lo esperaba. ¿Ahora sí estaba siendo sincero conmigo?Me separé un poco de él, en estado de shock.— ¿Qué? — pregunté, al cabo de unos segundos.— Si te oculte algo. —suspiró. — El día del secuestro, ellos no escaparon. Uno murió, le disparé.¿Qué? Esto no podía ser cierto.Mi papá, un asesino.Hasta decir la frase no quedaba bien. No puedo creerlo y tampoco lo haré. Él es una gran persona, no la haría daño a nadie.Si, pero intento pegarte.
No dormí en toda la noche, nerviosa de que, en algún momento entrara por la puerta a repetir lo mismo otra vez, solo porque yo supiese la verdad. No dormí, pensando en que no podía seguir viviendo aquí. Si antes había algo que me decía que no podía estar cerca de él. Ahora lo comprobaba, no iba a permanecer más tiempo con él. No más. Y me dolía tener que expresarme así de él. Pero no podía seguir viviendo y fingiendo que nada pasaba.Porque pasaba y mucho.En cuanto pude, le avisé a Cam que no podría verla. Que me disculpará, pero no podría estar allí más tiempo.En cuanto salió una apise de que iba a amanecer. Me levanté y me coloqué la ropa que había denominado: Ropa de Huída. Mis leggins de ejercicios y mi camisón de seda. Me hice una coleta de cabello desaliñada. Y estaba dispuesta a irme de aquí. Pero, había un problema, no sabía a donde.Le marqué a James. Nerviosa y apenada. Tras el tercer llamado conte
Entré a casa un poco cansada y frustada por el día de hoy. Estaba trabajando de cajera en una floristería del centro. Mi jefe era alguien pasivo y tranquilo. Era fácil y tranquilo. Pero, días como hoy no lo eran.— ¿Tienen polen? — pregunto por quinta vez la señora.— No lo sé. — respondí amablemente, estaba llegando a mi límite.Me estaba hartando.— ¡Cómo no vas a saber si trabajas aquí! — grito. — Le dije que no sé, señora. Soy nueva — respondí. — ¿Va a llevar o no los girasoles? — ¿Tienen polen? — pregunto de nuevo. Suspiré— No, no sé si tienen o no polen señora. ¿Las va a llevar o no? — dije, en tono de exasperación.— Si, ni modo. Las necesito. — me entrego el dinero, lo coloqué en la caja. Saqué la factura, forre las flores y se les entregu
Ese mismo día, en la mañana. Tras descansar unas pocas horas de sueño. Salí a correr para comenzar mi día con energía — o eso decía la chica del comercial de ejercicio —. La verdad, lo hacía para liberar estrés. Mi cuerpo estaba demasiado tenso y yo no me estaba tranquila en un lugar sin empezar a divagar.Salí a eso de las cinco de la madrugada, para regresar a las seis, comer, bañarme e irme a trabajar.Corrí como unas cinco cuadras, y para ser mi primera vez en esto, mis piernas me dolían y picaban como si millones de hormigas caminarán sobre mí. Era realmente cómodo, y en algún momento, me caería.En cuanto supe que no podría más, me detuve y comencé a caminar lento, mientras recuperaba mi respiración. Observaba todo a mi alrededor. Esta parte de la ciudad es casi parecida a dónde vivía, casas grandes, jardines extravagantes. Pero, sobre todo, personas normales.Estaban los que salían con sus perros, a cam
Hoy tendríamos una cena con mi madre y Nicole. Estaríamos todos excepto, Thomas y Jeff, que salieron desde temprano y aún no regresaban. Quedamos en algo normal. Pero, aún así todos insistieron en que fuese formal.Había preparado la cena junto a los chicos. Bueno, ayude a Ethan y a Ray a cocinar. Luego de dejar todo listo. La mesa, la comida, la sala. Subí a arreglarme.Ya estaba duchada, solo faltaba vestirme. Me coloqué mi falda de cuerina negra y mis botas negras, y por supuesto, camisa negra. Dejé mi cabello suelto, y me enfoque en mi rostro. Dirigí mi vista a la puerta que se abría dejándome ver a un Ray bien vestido.Al parecer, nos habíamos combinado mentalmente. Iba con una camisa negra y pantalón del mismo color, y sus rulos sueltos.— Algún día tendrás que tocar. — dije viéndolo desde el espejo.— ¿Para qué si igual sabes que soy yo? — soltó de forma automát