La mañana se vio iluminando la sala en donde dos personas se vieron totalmente dormidas. Una que era dirigida por los latidos lentos y rítmicos de la otra que tenía la cara más apacible que se le pudo haber visto jamás. Los pasos de un niño anduvieron por el lugar, quien como si supiera que no debía hacer ruido regresó por donde llegó, con pasos suaves yendo a su habitación. Mientras su madre abrió los ojos, esa vez no había miedo en su mirada, sino una capa muy notable que cubrió dicho miedo, con algo que también sintió en su pecho, estómago y cada parte de su cuerpo. Elevó la cabeza un segundo y descubrió que la Bestia, como se definía el hombre bajo su cuerpo, tenía impregnada la belleza de una calma bien instalada en su rostro. Dormido, mientras uno de sus brazos la tenían rodeada evitando una caída en sofá y la otra sostenía su cabeza, estaba con la mera camisa, el abrigo lo tenía sobre ella. Por supuesto que no recordaba cómo era que habían llegado a esa posición, pero era la
Marcelo percibió el olor a neumáticos quemados, a combustible y todo aquello que una vez fue todo lo que lo movió. Aarón siempre estaba mirando desde la tribuna y él siempre atrás del volante con su novia en ese entonces instándole a seguir. __ Podemos regresar a eso. - dijo Charlotte llegando a su lado. Este ni se inmutó. - Recuerda lo bien que se sentía ganar. El sabor de la derrota de otros y la victoria que podíamos obtener los dos. __ Regreso a lo que quiero y esto solo fue una tontería. - tomó la bebida que ella le llevó. - Cambié la cerveza por algo más fuerte. __ Podemos amoldarnos. - sonrió contenta de poder cumplir cada uno de los pedidos que esté pudiera tener. - Solo dímelo y Atlas hará todo. __ Charlotte, ni siquiera yo me quedé en el pasado. - le devolvió la botella. - Fui a quien obligaron a irse y cuando regresé ya no quería ver un pasado, pero al parecer tú quieres eso. __ Porque nos lo robaron. - dijo atrás suyo. - Tu me querías cerca tuyo todo el tiempo. Te gust
Con el pasar de los días, las pruebas de vestido para Gálata se convirtieron en algo más de su rutina, había comenzado a disfrutarlo, como también ver a Johan más integrado a su salón, mientras Marcelo entre la campaña que comenzó a finalizar para comenzar con su gira, apenas tuvo tiempo para verlos. Pero de alguna manera siempre conseguía ir por el niño, dejarlo con su madre en su laboratorio y seguir. Una semana pasó de un momento a otro y la información de qué Renzo Bassett no estaba en Canadá era algo que estos supieron, siendo más trabajo para él.Ya habi comenzado a estresarse, Aarón comenzó a integrarse a ese trabajo, poniendo de su parte, al igual que Braulio para que los seguidores de Marcelo tuviera un número grande aún sin iniciar oficialmente su gira. Ya sé hablaba de su candidatura, poniéndolo a la par de los otros dos, quienes contentos no estaban porque este ya subiera a ese ritmo. Y aún ni se estaba esforzando. Muchos querían entrevistarlo, pero este siempre se ne
En la mansión Crown, caminaron de un lugar a otro, mientras dejaron que el sistema triangulara la ubicación del celular de Marcelo. La niñera de Gálata dijo cuando fue encontrada en su casa que jamás se había tardado tantas horas, por lo que también se dedicaron a buscarla, mientras llevaron al niño con ellos. Solo que el móvil de ella parecía estar inactivo. __ La última vez que estuvo en actividad fue aquí. - dijo Ben mostrando en el ordenador la ubicación que se registró. __ Entonces iremos ahí. - dijo Aarón tomando la delantera. Se negaba a creer que algo le hubiera pasado a su hermano de nuevo, por lo que en su helicóptero se movilizó, asegurando que darían con él a como diera lugar. Marcelo ya tenía ideado caminar porque al parecer no habían arreglado nada. Además que con la claridad del día no había nada de lo que Gálata pudiera temer. La única opción era hacerlo de regreso, así que comenzaron el recorrido, mientras solo sus pasos se escucharon en el asfalto por donde pasa
A los asistentes del festejo sin igual que estaban viendo, se sumaron aquellos que no siquiera se acordaron de invitar, porque simplemente les pareció irrelevante hacerlo, pero que al no estar contentos con eso decidieron que aún así irían a ver de primera mano. Gálata bailando con Braulio rió de los comentarios que este hizo sobre haber casi faltado a una boda donde era la primera persona necesaria para que se llevara a cabo, Marcelo por su parte, veía todo con total desagrado, ya que al parecer a todos les nació el deseo por bailar con su esposa, a quien no dejaban de elogiar en una clara competencia de quién la hacía sonreír más.Sin embargo esta lo hacía por mera amabilidad, no porque dichas palabras le gustara, ya que la única mirada que quería tener encima y de quién quería escuchar esas cosas, la tenía el hombre vestido de novio, a quien muchas miraban murmurando por lo bajo sobre la forma única en que veía a su esposa.En tanto este era rodeado por varios empresarios que quer
Su respiración desaforada, sus límites siendo destrozados y el sabor de los besos desmedidos de Gálata hicieron que Marcelo arrancara su piel de pacífico para volver a ese instinto de adueñarse de cada centímetro de su cuerpo. Sus dientes rastrillaron la piel de su hombro, mientras desgarró la tela que quedó en sus manos para abrir mucho más las piernas que la bioquímica sintió a punto de derretirse. Dos dedos se deslizaron en su interior y su gemido tensó cada músculo de Marcelo, quien estaba con el dolor en la erección que estaba por acabar con él. Sus labios bajaron de su boca a su cuello en donde saboreó la piel que marcó, llegando a los senos que liberó del sostén que por poco rompió también. Gálata perdió la razón cuando este no pudo detener sus rodillas cuando se doblaron, besando la parte interna de sus muslos, calentando con su aliento su centro, arrastrándola hasta el borde de la mesa del escritorio. __ No hagas...La oración de la bioquímica quedó sin terminar cuando M
Gálata percibió un cuerpo bajo el suyo en cuanto despertó. Sintió los músculos definidos y aquellas líneas que resaltaron en la piel cuando deslizó sus manos solo le instaron a abrir los ojos. Lo primero que vio fue la piel entintada en varias zonas, con figuras que ella detalló y palpó. Escuchó el corazón apacible de Marcelo y sonrió al verlo tan tranquilo con un brazo bajo su cuello y la otra en su cintura. La barba ligera, imperceptible de lejos decoró su barbilla, las pestañas gruesas y cada una de las facciones que lo hacían ver como un sujeto totalmente ajeno a la paz. Pero en ese preciso instante, denotó toda la calma que él jamás conoció. La especialista acarició su barbilla y descendió lentamente por su cuello donde habían marcas que ahora tenía una tonalidad blanca, pero se notaba que eran de cortes hechos con precisión. Tres en total, como garras afiladas que pudieron haberlo matado. Bajó un poco más y en sus hombros pudo ver más cicatrices disparejas, de tamaños disti
Las puertas del avión fueron abiertas, de este descendiendo la mujer vestida de blanco, con la elegancia que la caracterizaba siempre, portando una gabardina oscura sobre sus hombros, la cual fue recibida por Cray quien le sonrió al volver a verla. Esta devolvió el gesto, caminando a la par de su guardian quien cuidó de que no se mojara por la lluvia, yendo al auto que esperaba por ella y el hombre que salió minutos después, el cual ni reparó a quien lo recibió con el paraguas. Su semana de vacaciones se había terminado, ella no pudo haberla pasado mejor y él no tenía humor para regresar al trabajo cuando veía a su mujer frente a él. Pero tenía una campaña que iniciar y de eso dependían muchas cosas. Ambos tenían claro eso, por lo que cuando sus responsabilidades los recibieron no pudieron salvarse de ello. Gálata apenas pudo despedirse de Marcelo y abrazar a su hijo, cuando una persona destinada para dejarle claro sus obligaciones la abordó. __ Hay una lista enorme de medios que