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Cuarenta y Cuatro
POV. EvelineSabía que no era buena idea venir con ellos, pero Nora insistió en que sería de gran ayuda para olvidarme del imbécil de Luke. Sí, es un idiota que se aprovechó de mis sentimientos para usarme a su favor. Lo he estado evitando en la universidad, quizá se pregunte por qué lo ignoro pero la verdad no me importa lo que piense. Salgo del baño envuelta en una pijama cómoda, Nora se ha tumbado en la cama mientras acaricia su abdomen aún plano.—¿Qué te parece Nick? —pregunta revisando la lista que ha hecho de los nombres que quiere para su bebé.—Todavía es muy pronto para saber si será niño o niña, creo que podrías esperar un poco —me siento en el colchón mientras peino mi cabello.—Sí, es lo que dice Álex. Pero tengo el presentimiento que será un pequeño niño —emite.—Cómo también puede ser un niña —agrego no muy convencida de su presentimiento.Algo me dice que es niña, pero no quiero llevarle la contraria. Últimamente las hormonas la han convertido en una mujer sensible, y
Cuarenta y Cinco
Los rayos de sol se filtran por la ventana, despierto desorientada pero recuerdo rápidamente dónde estoy. Me incorporo de la cama con pereza, es como si no hubiera descansado nada. Bostezo mientras camino descalza en la alfombra blanca, entro al baño a ducharme, quizá el agua fría me sirva de ayuda. Me despojo de la pijama quedando solo en ropa interior, cepillo mis dientes y lavo mi cara adormilada. Minutos después, salgo envuelta en una toalla enrollada a mi cuerpo desnudo. Reviso dentro de la valija eligiendo una ropa cómoda, shorts blancos y una camisa de tirantes que deja al descubierto mi espalda.Luego de eso, me dirijo al espejo de cuerpo completo y admiro lo que me he colocado por un momento, me quedo dudando de la elección, pero después de algunos segundos yo misma me apruebo lo elegido. No soy el gurú de la moda o algo parecido, pero al menos elegir lo que me queda bien de lo que no. Pensando un poco más en eso, recuerdo que no he ido a comprar más ropa. Puede que sea porqu
Cuarenta y Seis
Tiene razón, sería una buena idea hacer que el espacio sea invadido por la música. Aunque pongo una estación de la radio y ya la canción empieza a llenar el vacío, sinceramente no se va la incomodidad que con más ahínco se hace presente.Suspiro hondo. En serio ya solo quiero llegar al mercado y poder bajar del auto para tomar distancia. No sé cuánto falta para llegar.Suspiro profundamente otra vez.Sin embargo la espera por fin se ha terminado y cuando menos me lo espero ya estamos recorriendo los pasillos y agarrando los productos que se necesitan. Reviso la lista que me ha enviado Nora y veo que falta las hortalizas, así que me dirijo al pasillo de frutas. Pero me detengo al ver una mujer algo mayor conversar con mi jefe que parece querer despedirse rápido de la señora.Realmente no tengo idea de quién es esa señora y nunca antes lo había visto pero al parecer ellos se conocen. Aunque puedo ser capaz de adivinar que no parece ser una charla amena, no para mi jefe.Sonrío un poco.
Cuarenta y Siete
POV. AidanPensar en mi pasado era recordar las decisiones que había tomado, los malos momentos que viví por causa de ellas. Y aunque algunas fueron correctas, cómo romper el compromiso con la mujer que creía perfecta para mi, la manera de terminar la relación nos lastimó a ambos. Aún éramos jóvenes, nos conocimos en la universidad, ella estaba del otro lado del campus cuando inesperadamente recibió un golpe con el balón. ¿Cómo olvidarlo?Sonrío acordándome de cada detalle.La acompañé a la enfermería puesto que los demás del equipo temían ser regañados por el director. Decían que si iba en nombre de todos, lo más seguro era que dejaría pasar el incidente. Así que hice lo que me parecía adecuado para el resto, y por ser uno de los mejores estudiantes no recibí un castigo, de hecho salí ileso aunque tampoco merecía ser castigado, no había tenido la culpa de nada. Pero al ser el capitán del equipo, decidí hacerme cargo de la situación.No estaba interesado en tener una relación, mi tiem
Cuarenta y Ocho
POV. EvelineUnos toques en la puerta me despiertan, abro los ojos lentamente dándome cuenta que no estoy soñando. Estiro mis piernas y brazos que se han entumecidos, lo más seguro es que he dormido en una mala posición. Reviso la hora en el reloj que cuelga en la pared, y noto que ya son las seis de tarde, ¿en qué momento pasó el tiempo tan rápido?—Eveline —giro la cabeza hacia la puerta.¿Para qué me estará llamando?Me incorporo y abro la puerta viendo a mi jefe detrás de ella.—¿Sí?—¿Nora se ha comunicado contigo? —pregunta y mi ceño se frunce sin entender de qué habla.—Creo que no —digo cogiendo mi móvil y revisando si tengo una llamada perdida—. No, no lo ha hecho ¿por qué?—Se supone que ya deberían haber regresado, pronto va a oscurecer y todavía no han llegado —informa preocupado.—Quizá ya vienen en camino...—No, lo mejor será ir por ellos. Álex se ha perdido un montón de veces en el bosque —lo miro angustiada por mi amiga.—¿Llevaron linterna? —pregunto se pronto record
Cuarenta y Nueve
POV. AidanAbro los ojos sintiendo calor alrededor de mi cuerpo, veo una cabellera castaña esparcida en la almohada, le aparto el cabello que cubre su rostro y trago con dificultad al darme cuenta de la persona que ha amanecido a mi lado. La observo dormir plácidamente, luce tan tierna y angelical que me es difícil centrar mi mirada en otra cosa que no sea ella. De pronto despierta atrapándome infraganti, carraspeo incómodo puesto que me ha descubierto mirándola.Supongo que ahora tengo que tratar de disimular para que ella no se dé cuenta de que había estado mirándola, pero en efecto, ya ella se ha dado cuenta de eso. Es algo demasiado extraño lo que me está pasando, pero es como si alguna forma, no puedo dejar de mirarla y de pronto todo se siente diferente, esta mañana es como si algo ha cambiado también entre nosotros o solo es lo que yo estoy pensando. Tal vez estoy equivocado al pensar de esa manera.Pero solo estoy expresando lo que siento en ese instante. Ahora que me quedo ob
Cincuenta
P.O.V EvelineAhora que se ha ido me pongo a reflexionar si realmente me la pasé la noche roncando o no, me cubro los labios al pensar que pudo haber sido de esa manera porque siento frecuencia en este preciso momento, de saber que eso no ha pasado. No digo que hacerlo sea no cosa de otro mundo que una persona ronque, pero se siente algo de pena en mi sistema, al saber que pude haber sido una molestia para mi jefe y que por estar roncando no lo dejé dormir; sinceramente no sé si ronco o puede ser que solamente me está gastando una broma para ver cuál es mi reacción y si realmente me avergüenzo... sea lo que sea ya él lo ha logrado, porque ahora mis mejillas están tan calientes cómo el sol.Entonces me miro y parezco un desastre, no sé qué ponerme de ropa ya que la que traía ayer aún está húmeda. Aunque quiera acomodar mi apariencia, sé que eso ahorita mismo es imposible. De manera que le resto importancia, porque ahora lo más importante es mi tobillo y sinceramente ahora que lo recuer
Cincuenta y Uno
—Aidan, sé que no es mucho, pero que tienes la mitad de una barra de chocolate que podría darte un poco de energía. No sabía que todo este tiempo la tenía conmigo, en realidad lo había olvidado —confieso cuando se me queda mirando con rareza y entonces me mira negando con la cabeza, no me la acepta.—No, come tú, apuesto a que debes de morir de hambre, más que yo. Así que puedes comerla toda, anda. ¿Todavía te sigue doliendo el tobillo?Pestañea con lentitud... como si no me hubiera visto caminar hasta él cogeando, claramente todavía me duele el tobillo, eso ni siquiera tiene sentido preguntarse cuando está viendo con sus propios ojos que me muevo con problema. Ahora bien, no me gusta que me rechace la mitad de la barra, porque estoy compartiendo con él, lo poco que tengo.Digo, debería ser un poco más considerado en lugar de rechazarme de plano.—Aidan, se ve un poco mal que me dejes con la mano extendida, solo toma la barra —le pido y se queda un rato largo analizando la situación.