Cuando Damián me vió acercarme a la piscina hizo una mueca de desagrado en mi dirección y me contuve de hacerle una peor porqué justo entonces Mía puso sus ojos sobre los míos y pidió a su padre que la dejara fuera de la piscina para luego venir a mí. Corrió hasta verse rodeada entre mis brazos y entre risas felices empezó a besar mi rostro mientras me decía entre palabras rápidas y casi indescifrables lo divertido que era su padre.Sólo con ella era divertido...Mi niña estaba feliz, encantada de estar con él, de saberlo cerca y no perdido, tenía tanto miedo a que su papá volviera a desaparecer que cuando Damián tuvo que salir de la casa se puso a llorar desconsoladamente, se aferro al cuello de su padre mientras lloraba y le pedía que no se marchara, que se quedara con ella porqué no quería que volviera a perderse.Damián se vió obligado a consentir los deseos de su hija, por lo qué retraso su salida hasta que la niña estuvo completamente dormida y él pudo marcharse tranquilamente j
Damián Webster.Tan pronto como me mira entrar se estira sobre los brazos de su mamá y yo la recibo gustoso en los míos, se abraza con fuerzas a mí mientras su cuerpecito se estremece en mis brazos por los pequeños sollozos que abandonan su garganta. La abrazo, acaricio su cabecita y la consuelo, no me gusta que llore, detesto verla llorar.Ámbar me mira mal, con el ceño fruncido y profundas ganas de envolver sus manitas en mi cuello y ahorcarme. Está celosa, la presencia de Violet en casa no le ha agradado ni un poco, pero que se joda, no me interasa lo que le agrade, la traidora es ella.—Ya, amor— susurro a la niña para que deje de llorar, ella se separa un poco para mirarme— todo está bien, ya estoy aquí — le sonrío y limpio con el pulgar una de sus sonrojadas y húmedas mejillas.— Vamos a jugar— propongo sonriente y hago ademán de irme con ella a otro lugar dónde no haya traidoras cerca.Pero su voz llorosa me detiene.—¡No!— dice y la miro con confusión.Miro a Ámbar con enojo, l
Abril, 09Abro los ojos aún adormilada, las ganas de ir al baño y mi estómago vacío me han despertado. Me muevo un poco en mi lugar hasta quedar boca arriba, a mi derecha puedo ver a Damián y Mía, ambos están dormidos, ella está sobre él y él la rodea con uno de sus brazos.Sonrío y mi corazón se llena de nostalgia.Sin más me bajo de la cama sin ser muy brusca, tomo el celular en mi mesita y miro que la hora está sobre la media noche. Bajo de la cama y empiezo a caminar hacia el baño. Hace un rato creí que me daría un infarto ¡Dios mío que quería tomar a esa niña y meterle un millón de trapos en la boca para que dejara de hablar! Y él muy maldito aprovechándose de su inocencia para sacarle información.Abro la puerta del baño, entro y cierro.Por un momento pensé que perdería la calma, que me saltaría encima e iba a matarme ahí mismo sin importarle en lo absoluto que nuestra hija estuviera allí, y es que él maldito me veía con la cara más intimidante que tenía. ¡Claro! Como si él est
El día había empezado desde hace algunas horas, eran las nueve de la mañana y Hansel estaba por irse a Seattle, Damián lo acompañaría junto a Mía a la pista dónde estaría el Jet esperando por el pelinegro. Mía y Hansel me habían invitado a qué los acompañase, pero casi pude oír el rugido de furia que soltó la bestia en su mente, y la verdad no me apetecía estar junto a él encerrada en un auto por quién sabe cuánto tiempo.Justo ahora estoy caminando rumbo al recibidor para despedirme de Hansel antes de que se marche. Muerdo un trozo de la barra de chocolate justo cuando el celular en mi otra mano indica que ha recibido un mensaje, de antemano sé que es de Tristán, así que aprieto los labios algo disgustada por su presión. Carajo, sé que está en su derecho de querer saber todo pero en ocasiones no puedo evitar querer gritarle que me deje en paz aunque sea un par de días.Su presión, sus preguntas y su insistencia me abruman, sumando todo eso a lo que está pasando con Damián en esté mom
Y aquí estaba yo; sentada sobre tapa del retrete con tres test de embarazo caseros en las manos y esperando a que se tomaran su tiempo para darme un resultado, mientras qué bajo el umbral de la puerta, estaba la bestia mirándome con todo el odio que alguien pudiese reflejar con sólo mirar.Me sentía como una adolescente haciéndose la prueba de embarazo frente a su enojado padre, quién pareciera estar esperando los resultados del test para decidir sí matar a su hija o dejarla vivir. No me había vuelto a dirigir la palabra, y no se había ido desde que lo descubrí escuchando mi conversación con Amelie.Después de nuestra pequeña pelea, caminó a la puerta, pensé que se iría pero lo que hizo fué abrir y pararse bajo el umbral para llamar a gritos el nombre de una de las tres únicas empleadas. El hijo de puta gritó a todo pulmón por el pasillo, y ordenó a la chica que ni siquiera llegué a ver, qué fuera por pruebas de embarazo y llamara a no sé quién.Después de eso estuvimos una hora encer
Abril, 13—¿Y por qué tú no vienes con nosotros?— vuelve a preguntar. Le sonrío y luego pongo mi vista en los cordones de sus zapatitos.—Es que estoy un poco cansada, amor— repito la misma mentira que le he dicho desde que empecé a vestirla.La semana se había pasado volando, entre peleas, burlas, insultos, uno que otro golpe y millones de muecas de desagrado dirigidas mutuamente, Damián y yo habíamos logrado convivir y sobrevivir el uno del otro está semana. Tenía planeado irme mañana por la noche pero Damián aún no sabía eso, y estaba esperando el último momento para decirle.Ni siquiera habíamos tenido una conversación que no fuera entre burlas, doble sentido, o unas bien directas invitaciones a su habitación. ¿Quién lo entendía? Ya no sabía sí me odiaba, le desagradaba, o me deseaba, o bueno, a fin de cuentas era él, de seguro sentía todo eso por mí al mismo tiempo.—Bueno, le diré a papá que también tomé una fotografía de los gorilas para tí.— río levemente y asiento.—Esta bien
Después de mi encuentro con los guardias los nervios me atacaron con más fuerzas, sabía perfectamente que ellos le dirían a Damián apenas llegara qué yo había liberado a sus prisioneros. Me puse en estado de alerta, apenas entré a la casa no mi moví del recibidor, y quizás transcurrieron dos o tres horas cuándo finalmente escuché la verja abrirse y posteriormente el sonido del motor de un auto.De la nada me quedé parada en medio del recibidor, abrir los ojos de par en par antes de reaccionar y salir corriendo a una de las ventanas, muy apenas corrí la cortina hasta que por una muy pequeña ranura pude ver a Damián salir del vehículo, abrir la puerta trasera y posteriormente sacar en sus brazos a una adormilada y aparentemente muy cansada Mía.Cuando volvió a cerrar la puerta del auto y se encaminó al interior de la casa con la niña en los brazos, los mismos dos guardias se le acercaron y entre susurros empezaron a hablarle. No espere a que se acercara más, tan pronto como esos hijos d
Abril, 14No había vuelto a dirigirle la palabra, después de lo sucedido con Violet, me fuí a mi habitación y ni idea de lo que hizo él después. Hoy en la mañana desayunamos los tres juntos, pero en la mesa la única que habló fué Mía, quién ni si quiera se dió cuenta del ambiente pesado que había entre su padre y yo.Casi no lo ví después de eso, y la verdad era que no quería hacerlo, sentía una enorme ira hacia él.Suelto un suspiro y salgo de la casa, son quizás las nueve o diez de la noche, hace un par de horas que él y nuestra hija se fueron a dormir. Yo también intenté descansar pero estuve alrededor de dos horas moviendome de un lado a otro sin poder concebir el sueño, es por ello que decidí salir por aire fresco y ahora estoy llegando a la piscina.Me acerco a una de las tumbona y tomo una toalla perfectamente doblada sobre ella, extiendo la toalla en el piso, muy cerca de la orilla de la piscina y ahí me siento, con las piernas cruzadas y la vista fija en el agua quieta.Los s