Abril, 09Abro los ojos aún adormilada, las ganas de ir al baño y mi estómago vacío me han despertado. Me muevo un poco en mi lugar hasta quedar boca arriba, a mi derecha puedo ver a Damián y Mía, ambos están dormidos, ella está sobre él y él la rodea con uno de sus brazos.Sonrío y mi corazón se llena de nostalgia.Sin más me bajo de la cama sin ser muy brusca, tomo el celular en mi mesita y miro que la hora está sobre la media noche. Bajo de la cama y empiezo a caminar hacia el baño. Hace un rato creí que me daría un infarto ¡Dios mío que quería tomar a esa niña y meterle un millón de trapos en la boca para que dejara de hablar! Y él muy maldito aprovechándose de su inocencia para sacarle información.Abro la puerta del baño, entro y cierro.Por un momento pensé que perdería la calma, que me saltaría encima e iba a matarme ahí mismo sin importarle en lo absoluto que nuestra hija estuviera allí, y es que él maldito me veía con la cara más intimidante que tenía. ¡Claro! Como si él est
El día había empezado desde hace algunas horas, eran las nueve de la mañana y Hansel estaba por irse a Seattle, Damián lo acompañaría junto a Mía a la pista dónde estaría el Jet esperando por el pelinegro. Mía y Hansel me habían invitado a qué los acompañase, pero casi pude oír el rugido de furia que soltó la bestia en su mente, y la verdad no me apetecía estar junto a él encerrada en un auto por quién sabe cuánto tiempo.Justo ahora estoy caminando rumbo al recibidor para despedirme de Hansel antes de que se marche. Muerdo un trozo de la barra de chocolate justo cuando el celular en mi otra mano indica que ha recibido un mensaje, de antemano sé que es de Tristán, así que aprieto los labios algo disgustada por su presión. Carajo, sé que está en su derecho de querer saber todo pero en ocasiones no puedo evitar querer gritarle que me deje en paz aunque sea un par de días.Su presión, sus preguntas y su insistencia me abruman, sumando todo eso a lo que está pasando con Damián en esté mom
Y aquí estaba yo; sentada sobre tapa del retrete con tres test de embarazo caseros en las manos y esperando a que se tomaran su tiempo para darme un resultado, mientras qué bajo el umbral de la puerta, estaba la bestia mirándome con todo el odio que alguien pudiese reflejar con sólo mirar.Me sentía como una adolescente haciéndose la prueba de embarazo frente a su enojado padre, quién pareciera estar esperando los resultados del test para decidir sí matar a su hija o dejarla vivir. No me había vuelto a dirigir la palabra, y no se había ido desde que lo descubrí escuchando mi conversación con Amelie.Después de nuestra pequeña pelea, caminó a la puerta, pensé que se iría pero lo que hizo fué abrir y pararse bajo el umbral para llamar a gritos el nombre de una de las tres únicas empleadas. El hijo de puta gritó a todo pulmón por el pasillo, y ordenó a la chica que ni siquiera llegué a ver, qué fuera por pruebas de embarazo y llamara a no sé quién.Después de eso estuvimos una hora encer
Abril, 13—¿Y por qué tú no vienes con nosotros?— vuelve a preguntar. Le sonrío y luego pongo mi vista en los cordones de sus zapatitos.—Es que estoy un poco cansada, amor— repito la misma mentira que le he dicho desde que empecé a vestirla.La semana se había pasado volando, entre peleas, burlas, insultos, uno que otro golpe y millones de muecas de desagrado dirigidas mutuamente, Damián y yo habíamos logrado convivir y sobrevivir el uno del otro está semana. Tenía planeado irme mañana por la noche pero Damián aún no sabía eso, y estaba esperando el último momento para decirle.Ni siquiera habíamos tenido una conversación que no fuera entre burlas, doble sentido, o unas bien directas invitaciones a su habitación. ¿Quién lo entendía? Ya no sabía sí me odiaba, le desagradaba, o me deseaba, o bueno, a fin de cuentas era él, de seguro sentía todo eso por mí al mismo tiempo.—Bueno, le diré a papá que también tomé una fotografía de los gorilas para tí.— río levemente y asiento.—Esta bien
Después de mi encuentro con los guardias los nervios me atacaron con más fuerzas, sabía perfectamente que ellos le dirían a Damián apenas llegara qué yo había liberado a sus prisioneros. Me puse en estado de alerta, apenas entré a la casa no mi moví del recibidor, y quizás transcurrieron dos o tres horas cuándo finalmente escuché la verja abrirse y posteriormente el sonido del motor de un auto.De la nada me quedé parada en medio del recibidor, abrir los ojos de par en par antes de reaccionar y salir corriendo a una de las ventanas, muy apenas corrí la cortina hasta que por una muy pequeña ranura pude ver a Damián salir del vehículo, abrir la puerta trasera y posteriormente sacar en sus brazos a una adormilada y aparentemente muy cansada Mía.Cuando volvió a cerrar la puerta del auto y se encaminó al interior de la casa con la niña en los brazos, los mismos dos guardias se le acercaron y entre susurros empezaron a hablarle. No espere a que se acercara más, tan pronto como esos hijos d
Abril, 14No había vuelto a dirigirle la palabra, después de lo sucedido con Violet, me fuí a mi habitación y ni idea de lo que hizo él después. Hoy en la mañana desayunamos los tres juntos, pero en la mesa la única que habló fué Mía, quién ni si quiera se dió cuenta del ambiente pesado que había entre su padre y yo.Casi no lo ví después de eso, y la verdad era que no quería hacerlo, sentía una enorme ira hacia él.Suelto un suspiro y salgo de la casa, son quizás las nueve o diez de la noche, hace un par de horas que él y nuestra hija se fueron a dormir. Yo también intenté descansar pero estuve alrededor de dos horas moviendome de un lado a otro sin poder concebir el sueño, es por ello que decidí salir por aire fresco y ahora estoy llegando a la piscina.Me acerco a una de las tumbona y tomo una toalla perfectamente doblada sobre ella, extiendo la toalla en el piso, muy cerca de la orilla de la piscina y ahí me siento, con las piernas cruzadas y la vista fija en el agua quieta.Los s
Abril, 15Despierto sobresaltada por un pequeño y lejano ruido, Damián está sobre mí y a penas se mueve por el movimiento brusco que hice al despertar. Con el ceño fruncido miro la habitación en la que nos encontramos y luego a él con la cara hundida en mis pechos. Hace mucho que no lo sentía así, ya hasta había olvidado como se sentía dormir con su cuerpo encima del mío.Extrañaba tanto estó, pese a que dormir con él era un verdadero tormento, extrañaba sentirlo subirse y bajarse de mí, extrañaba sus patadas, sus abrazos y su inquietud a la hora de dormir. Por inercia y costumbre una de mis manos va direccto a su cabeza y empieza a acariciar, mientras mis ojos buscan el pequeño reloj digital en la mesita de noche de la habitación de invitados.Las dos de la mañana, sólo una hora he dormido. Suelto un suspiro al mismo tiempo qué otro ruido llega a mis oídos, frunzo el ceño y automáticamente los movimientos de mi mano en la cabeza del rubio cesan, me pongo alerta y por unos segundos de
Abril, 16Damián Webster.Finalmente llegue a Rusia después de dieciocho horas de vuelo. La hora está sobre la media noche, ellas han debido llegar hace tres o cuatro horas quizás. Fijo mi vista en la ventanilla del auto y por ella puedo ver como nos detenemos en uno de mis edificios.—Dimas ha de estar esperándolo en recepción, señor.— me dice en ruso, Josep desde el asiento del piloto.—Muy bien, Josep.— le respondo en su idioma.El hombre de entre cuarenta o cincuenta años quizás, asiente y salgo del auto. Ajusto mi gabardina, hacía bastante que no estaba en un lugar con temperatura tan baja, hacía bastante que no venía a Rusia. Repaso con mi vista el lugar, este es uno de mis edificios favoritos en esta ciudad, está situado en el centro de Moscú, y a pesar de que son casi la una de la mañana, puedo ver establecimientos abiertos y personas habitando las calles y el edificio como sí fuera las tres de la tarde.Sin más, meto las manos en los bolsillos de mi gabardina negra y empiezo