— Pero no ahora, no mañana — Al instante, estoy siendo recostada contra el mueble y su cuerpo se presiona contra el mío, sus labios toman los míos de manera apasionada, me dejo besar durante algunos segundos, para luego responderle de la misma forma.
Su mano se desliza por mis piernas, su boca acaricia mi cuello, para volver a la mía y continuar besándome.
— No tienes necesidad de desayunar, puedo esperar por ese momento — Sé que quiere que lo hagamos aquí y ahora y yo muero por hacerlo de igual manera, pero eso solo va a convertirme en una más y lo más probable es que no vuelva a verlo, bueno, no de esta forma.
He comprendido que no quiere estar con nadie, pero si llegamos a tener sexo, quiero que nunca lo olvide, que no me olvide entre tantas mujeres.
— Tengo que irme — Susurro contra sus labios e intento terminar el beso.
TravisTodavía estoy alterado por todo lo que ha sucedido este día, que la chica a la que sin quererlo he empezado a espiar desde hace algunos días chocará mi auto y luego fuera la ejecutiva que me presentaría la nueva campaña publicitaria que mi hermano quiere realizar, ha sido demasiado para mí. ¿Pueden existir tantas coincidencias?Salgo al balcón y espero poder verla esta noche, tomo una copa de whisky y luego, sin darme cuenta, termino tomando otra ¿Dónde diablos está?En la mañana, parecía encantada con el tipo con cara de malo que causo el accidente ¿Por qué a las mujeres les atraen los hombres así? El tipo parecía de todo, menos una persona responsable, aunque se comportó como el hombre perfecto.— Sal de donde estés, Zoa — Suspiro.Conocer por fin su nombre y saber algo más de su vida, es increíblemente extraño y excitante a la vez porque me produce la sensación de conocerla hace mucho tiempo, pero a la vez, soy cons
— Señorita Bellerose, todavía no he aceptado que mi familia trabaje con ustedes, no me convencen como agencia publicitaria — Le digo y el silencio y la tensión en la sala se hacen patentes.— Señor Devereux, no soy una mujer bonita con la cabeza hueca — Me responde para luego mirar a los empleados y hacer un gesto de inocencia — Son sus palabras textuales, se los juro; No estoy segura si quiso decir que no era bonita o que tenía la cabeza hueca o las dos cosas, en realidad — se vuelve hacia mí y me sonríe ampliamente —Ya no tiene excusas para no apoyar la decisión de su hermano, no me haga pensar que los hombres rubios toman las decisiones importantes con órganos inferiores y no con el superior, Qué tenga un buen día — La veo hacerme un guiño.— Ah, lo olvidaba decirle algo fundamental: Cuidado cuando conduzca señor Devereux,
YO EN MODO: ¡CALLADITA ME VEO MÁS BONITA!— ¡Es nuestra! — Mi padre me abraza y me da un beso en cada mejilla — Bien hecho, hija. Hiciste bien en cambiar la propuesta, imagino que trabajaste toda la noche en ella – Miro a mi padre meditando sobre lo que tengo que responderle.Podría decirle que reflexioné muchísimo y trabajé hasta altas horas de la noche en la nueva propuesta, aunque en realidad me la pasé golpeándome contra la pared por ser tan estúpida y casi dejarme seducir por Aramis, el vecino puto, quien no perdió el tiempo en llamar a alguien para que le quitara la calentura.O puedo decirle, que actúe, dejándome llevar por la ira y la impulsividad, mientras insultaba al señor Devereux en medio de una reunión y que para soportar la vergüenza y de paso joderle el día al idiota, se me ocurrió pedirle matrimonio. Aunque, al final y por fortuna, me di cuenta de que era una buena idea y la utilicé para el bien la agencia
Ya en casa, me como las uñas pensando en salir o no a la terraza, creo que mi pobre corazón se moriría si vuelvo a ver a Aramis tirándose a alguien frente a mí ¡Ay, no! Parezco la novia ofendida y solo me invitó a una cena y me dio un beso.Mi teléfono suena y reviso que no sea mi padre o Travis, porque por supuesto que tengo su número de teléfono, después de que amablemente mi padre me lo enviara.“¿Zoa?”— La voz al otro lado de la línea me deja estática, mis manos empiezan a temblar de inmediato.— Lo siento, si me llamas por algo relacionado con el accidente… — Digo de inmediato, intentando respirar con normalidad.“Pensé que desayunaríamos juntos”— Tiene una voz ronca, extremadamente embriagante. Miro por mi ventana hasta su balcón, pero no hay n
TravisNo pude dejar de pensar en Zoa, no tengo la menor idea de por qué me siento atraído por ella; es despistada, irresponsable e impulsiva, pero también es hermosa, sonriente y natural. ¡Maldición! ¡Me está volviendo loco!Sabía que había intentado dejarme en ridículo delante de mi socio y de mis empleados, pero al ver cómo logró crear una propuesta publicitaria desde la locura que estaba cometiendo, me hizo reflexionar en lo imaginativa y creativa que es.Y luego, besarla en el ascensor fue como llegar al paraíso después de desearla cada noche, sin poder acercarme.Su olor a cítrico, el recuerdo de la forma apasionada como me respondió y de su sabor único y especial no me permitieron concentrarme después de que se marchara.Acepté la propuesta porque sabía que con la agencia Bellerose tendr&i
Su mirada cargada de deseo y la furia que siento me empujan a tirar de su cabello mientras ella apoya su mano contra el espejo.Empujo mi centro contra sus gluteos y paseo mis manos por sus senos; escucho el sonido de la puerta al abrirse y la giro, levanto su cuerpo cargándola y pegándolo contra el mío.Camino hasta mi puerta y paso la llave de contacto, sin dejar de besar sus senos cierro la puerta con su cuerpo, tomo un preservativo y me deshago de mis pantalones.— Oh Dios Travis, me encanta cuando estás tan cachondo — deslizo mi mano en su centro y la siento lista para mí.La ignoro, no tengo ganas de responder a sus estúpidos comentarios.— Sin ropa interior. Perfecto — La poseo con fuerza mirándola a los ojos, me inclino y me pierdo en ella, una y otra vez sin detenerme, deslizo mi mano hacia su mentón y empujo su cara contra la pared cu
YO EN MODO: ¿Y ESTE QUÉ?¿Qué está haciendo el idiota de Devereux por aquí? ¿Vivirá cerca?Me pregunto si me he equivocado, tal vez solo era un chico cualquiera, de ojos azules, conduciendo un Porsche.Vale, que aunque esté como una cabrá, podría reconocerlo donde sea y ese era Travis. ¿Qué hacía por acá?Recuerdo el beso que me dio esta mañana y me enfurezco con él, pero especialmente conmigo misma, por lo que sentí en ese momento y por dejar que hiciera conmigo lo que se le dio la gana.— ¡Señorita!— Aramis me pega a su cuerpo y vuelve a besarme mientras subimos en el ascensor de su edificio y mi cuerpo vuelve a perderse en sensaciones maravillosas y excitantes. — He preparado la cena para ti— su voz ronca y baja, me erizan la piel.No sé
El calor me recorre, siento como si la lava descendiera y arrasara con todo en mi interior, su boca y su lengua se mueven deprisa, levanta mi rodilla izquierda y acomoda mi pierna sobre su hombro, quedando a su disposición.La inseguridad hace presa de mí, siento un vacío en mi vientre y la presión de la boca de Aramis degustando hasta la última gota de mi ser, me hacen olvidarlo todo.Su mano continúa acariciando cada resquicio de mi cuerpo que tiene a su alcance; mi piel se estremece ante cada sensación y mis manos se enredan en su húmedo cabello, que tiro con fuerza mientras de mi garganta se escapan pequeños y roncos gemidos; como si el oxígeno se me escapara y mi respiración se expandiera entre cada gemido.Reaccionando ante sus estímulos, entierro mi tacón en la espalda de Aramis y este gime, apretándome con mucha más fuerza.—