Capítulo 51
“Es pasado”
Esa tarde llegamos a Kent y estaba feliz de ver la casa de campo tan hermosa que pertenecía a Etiquetas. Me fascinó desde un principio.
Las habitaciones eran espaciosas y llenas de luz y sombras naturales que dan eso toque mágico. Yo estaba como emocionada con todo eso. Salimos a los jardines a tomar la merienda de la tarde y me encantó el chocolate que preparó Aby, mi debilidad. Sentí que necesitaba tanto de eso.
El teléfono de la abuela Cecil sonó con insistencia y entonces le señalé, ella estaba tan absorta en lo que nos contaba que me lo pasó para que yo lo contestara, era Harry.
–Es María Eugenia –le dije.
–¡Ah! ¿Estás ahora mismo con la abuela?
–Sí.
–No vayan a llegar tarde que ella debe estar
Capítulo 52“Hay que sanar heridas”Aquella tarde hice el chocolate para acompañar los burritos y los tacos que la abuela Cecil quiso comer. Estuvimos charlando y riéndonos de todo. Harry no apartaba sus ojos de mí. Me mantuve distante. Lo de Diana, me tenía intrigada. Las fotos que me mandó Diana eran reales. No eran montajes. Harry estaba allí con ella.–¡Esto esta delicioso! Tienes manos angelicales para la cocina –dijo Herman.–Es cierto María Eugenia esto está demasiado bueno –lo secundó Aby.La abuela Cecil hasta no haber terminado todo no dijo nada.–Chiquilla, perdona que no haya alagado tu cocina antes, es que Harry estaba tan ocupado comiendo de todo que temí no comer yo lo suficiente –rió sonoro–. No quise que me dejara con solo u
Capítulo 53“La vida, a veces, nos da señales”Llegué al majestuoso rascacielos de Oíl Company, muy temprano, como cada mañana desde que llegué a Nueva York. Iba camino a los ascensores cuando mi teléfono sonó. Era un audio de la abuela Cecil.Iba apresurada y fui a poner el audio, pero tropecé con una dura roca, me tambaleé y mi teléfono rodó de las manos yéndose por la rendija de la puerta del ascensor que se abría en ese momento. Unas fuertes y grandes manos me detuvieron en mi caída.Volví mis ojos a la ranura que separaba la puerta del ascensor del piso y vi como el teléfono cayó abajo hecho añicos. Me reincorporé y mis ojos rodaron al rostro del alto y fornido hombre que aún me sostenía.–Disculpe seño
Capítulo 54“El hombre de barbas”Han transcurrido 20 días desde la llamada de la abuela Cecil. La prueba de embarazo que me hice dio, lo que yo misma esperaba que sucediera… Harry y yo estaremos atados para siempre, porque en mi vientre está creciendo un ser que es parte de nosotros. Estoy en estos momentos saliendo del Obstetra. Todo indica que estoy bien. Tengo 8 semanas de embarazo.Hoy, después de oír su corazoncito latir tan aceleradamente y tan fuerte, tengo una necesidad imperativa de llamar a Harry y es lo que haré esta misma noche. No puedo esperar más.Es niña. Estoy tan feliz que no quepo en mí. Aún no puedo decidir sobre Harry y yo, pero si sé que Harry debe saberlo.Al llegar a la oficina, el señor Stanton me llamó, ya el proyecto estaba a terminarse en redes pero faltaba la puesta en marcha y su funcionalidad. –Señorita Smith, su proyecto estará en marcha esta misma semana. Espero que todo siga bien, todas las
Capítulo 55“Dudas”Era Harry aquél hombre de las barbas. Se veía tan diferente, estaba delgado y aunque la barba cerrada le lucía recia y resaltaba más sus hermosos ojos zafiros, sentí ira al verlo así. Corrí a levantarlo, pero él estaba furioso, se levantó por el mismo y tomó a James por el cuello de la camisa pero éste se zafó con rapidez y levantó su mano para volver a golpear, pero Harry le detuvo el puño y le dio otro golpe en la mejilla que sonó seco. Grité:–¡Harry! –él se detuvo y James también. Ambos hombres estaban jadeantes y sus ojos perdidos en la ira, mirándose desafiantes. Harry al verme dejó caer su mano y comenzó a recuperar su respirar acompasado.–Ingeniero James disculpe, él es mi…
Capítulo 56“Chocolate caliente”Ante la pregunta Harry sólo se sonrió y me preguntó:–Si no lo es sólo dímelo, lo sabré entender –se sentó y con su sonrisa socarrona y su cara llena de felicidad se instaló a mirarme.–¡Eres un maldito Inglés engreído! –le dije.–Entonces brujita, dime la respuesta –siguió en su plan irónico.–No hace falta Harry. A veces quisiera ser diferente para quitarte esa sonrisa de los labios, aunque sólo sea por un momento.–¿Me odias tanto? –Su risa era socarrona. Se levantó y llegó hasta mí, y me tomó por la cintura nuevamente.–Me vas a dejar que le dé un beso a tu barriguita.–Es mejor que te vayas. Se está anocheci
Capítulo 57“Llegó su papá”Al llegar a la oficina me llamó Liza para que le lleve los documentos de viaje.–¿A dónde voy?–A Escocia con el papacito de James –me dijo y yo torcí la boca.–¿No te gusta?–Es guapo pero no es mi tipo… –me reí–. Es que no me siento a gusto con él.–Ya veo, después de que vimos de cerca al papacito de Harry Winter Te entiendo. Aquello es con todo. ¡Ni le tienes que poner y mucho menos que quitar! ¡Esta para comérselo crudo!–¡Desvergonzada!–le dije con desdésiguenn. Ella soltó la risotada.–Es la verdad. Ustedes juntos, María Eugenia, se ven lindos juntos, y él te mira de una forma que no deja dudas de que le mueves su mundo.–Sí, creo
Capítulo 58“Palabras”–Harry está muy emocionado al oír a su hija saltando en mi barriga desde el mismo instante en qué él tocó a la puerta.–¿Mi brujita, ¿Por qué estás tan nerviosa? No es por lo de la niña. Ella está bien.–Harry ¿Qué te pasó que no te fuiste a Londres?–Es que me quiero quedar con las dos niñas mas lindas de mi vida.Me pega a él y me envuelve entre sus brazos. Me siento tranquila y segura.–Recoge algo de ropa y nos vamos para el apartamento.Cuando salimos del departamento nos tropezamos a James en las escaleras. Me fulminó con la mirada cuando vio a Harry. Éste le dijo irónicamente:–¡Que tenga buena noche ingeniero! –“Igual para ambos” contestó James
Capítulo 59“Hacerlo”Después de oír a James, marqué a Harry, necesitaba oírlo, sólo su voz me sacaría de estas incertidumbres que me daban vuelta en la cabeza. Desperté muy temprano y desayuné para irme a la filial. Cuando salía James me llamó.–María Eugenia, espere. Yo también me voy ahorita.Me senté a esperarlo. Mientras él se tomaba un café de espaldas a mí. Pude ver su ancha espalda y su cuerpo cuidado. Es un poco más bajo que Harry pero está bien ejercitado y se mantiene muy bien. Él es unos años menos que el inglés y su presencia a mí jamás me ha hecho sentir nada. Sólo que ahora estoy un poco sugestionada y creo que le tengo más bien miedo.–Vamos –dijo y caminó aprisa.Desde que me subí y hasta que llegu&ea