Capítulo 54
“El hombre de barbas”Han transcurrido 20 días desde la llamada de la abuela Cecil. La prueba de embarazo que me hice dio, lo que yo misma esperaba que sucediera… Harry y yo estaremos atados para siempre, porque en mi vientre está creciendo un ser que es parte de nosotros. Estoy en estos momentos saliendo del Obstetra. Todo indica que estoy bien. Tengo 8 semanas de embarazo.
Hoy, después de oír su corazoncito latir tan aceleradamente y tan fuerte, tengo una necesidad imperativa de llamar a Harry y es lo que haré esta misma noche. No puedo esperar más. Es niña. Estoy tan feliz que no quepo en mí. Aún no puedo decidir sobre Harry y yo, pero si sé que Harry debe saberlo.Al llegar a la oficina, el señor Stanton me llamó, ya el proyecto estaba a terminarse en redes pero faltaba la puesta en marcha y su funcionalidad. –Señorita Smith, su proyecto estará en marcha esta misma semana. Espero que todo siga bien, todas lasCapítulo 55“Dudas”Era Harry aquél hombre de las barbas. Se veía tan diferente, estaba delgado y aunque la barba cerrada le lucía recia y resaltaba más sus hermosos ojos zafiros, sentí ira al verlo así. Corrí a levantarlo, pero él estaba furioso, se levantó por el mismo y tomó a James por el cuello de la camisa pero éste se zafó con rapidez y levantó su mano para volver a golpear, pero Harry le detuvo el puño y le dio otro golpe en la mejilla que sonó seco. Grité:–¡Harry! –él se detuvo y James también. Ambos hombres estaban jadeantes y sus ojos perdidos en la ira, mirándose desafiantes. Harry al verme dejó caer su mano y comenzó a recuperar su respirar acompasado.–Ingeniero James disculpe, él es mi…
Capítulo 56“Chocolate caliente”Ante la pregunta Harry sólo se sonrió y me preguntó:–Si no lo es sólo dímelo, lo sabré entender –se sentó y con su sonrisa socarrona y su cara llena de felicidad se instaló a mirarme.–¡Eres un maldito Inglés engreído! –le dije.–Entonces brujita, dime la respuesta –siguió en su plan irónico.–No hace falta Harry. A veces quisiera ser diferente para quitarte esa sonrisa de los labios, aunque sólo sea por un momento.–¿Me odias tanto? –Su risa era socarrona. Se levantó y llegó hasta mí, y me tomó por la cintura nuevamente.–Me vas a dejar que le dé un beso a tu barriguita.–Es mejor que te vayas. Se está anocheci
Capítulo 57“Llegó su papá”Al llegar a la oficina me llamó Liza para que le lleve los documentos de viaje.–¿A dónde voy?–A Escocia con el papacito de James –me dijo y yo torcí la boca.–¿No te gusta?–Es guapo pero no es mi tipo… –me reí–. Es que no me siento a gusto con él.–Ya veo, después de que vimos de cerca al papacito de Harry Winter Te entiendo. Aquello es con todo. ¡Ni le tienes que poner y mucho menos que quitar! ¡Esta para comérselo crudo!–¡Desvergonzada!–le dije con desdésiguenn. Ella soltó la risotada.–Es la verdad. Ustedes juntos, María Eugenia, se ven lindos juntos, y él te mira de una forma que no deja dudas de que le mueves su mundo.–Sí, creo
Capítulo 58“Palabras”–Harry está muy emocionado al oír a su hija saltando en mi barriga desde el mismo instante en qué él tocó a la puerta.–¿Mi brujita, ¿Por qué estás tan nerviosa? No es por lo de la niña. Ella está bien.–Harry ¿Qué te pasó que no te fuiste a Londres?–Es que me quiero quedar con las dos niñas mas lindas de mi vida.Me pega a él y me envuelve entre sus brazos. Me siento tranquila y segura.–Recoge algo de ropa y nos vamos para el apartamento.Cuando salimos del departamento nos tropezamos a James en las escaleras. Me fulminó con la mirada cuando vio a Harry. Éste le dijo irónicamente:–¡Que tenga buena noche ingeniero! –“Igual para ambos” contestó James
Capítulo 59“Hacerlo”Después de oír a James, marqué a Harry, necesitaba oírlo, sólo su voz me sacaría de estas incertidumbres que me daban vuelta en la cabeza. Desperté muy temprano y desayuné para irme a la filial. Cuando salía James me llamó.–María Eugenia, espere. Yo también me voy ahorita.Me senté a esperarlo. Mientras él se tomaba un café de espaldas a mí. Pude ver su ancha espalda y su cuerpo cuidado. Es un poco más bajo que Harry pero está bien ejercitado y se mantiene muy bien. Él es unos años menos que el inglés y su presencia a mí jamás me ha hecho sentir nada. Sólo que ahora estoy un poco sugestionada y creo que le tengo más bien miedo.–Vamos –dijo y caminó aprisa.Desde que me subí y hasta que llegu&ea
Capítulo 60“Deseos”Harry envió a Aiora a Nueva York de todas formas, han pasado 15 días y aun no ha venido a verme. Cada día me siento más deprimida. Pero debo seguir adelante.El escocés de mierda, ya no me ve a la cara. Se dejó su fastidio y trata, en todo momento, de no acercarse a mí. Hasta Liza me preguntó que hice para conseguirlo, sólo le contesté.–Le dije que tuviéramos sexo y se le durmió el pajarito –las dos nos reímos a carcajadas. Muy a mi pesar era cierto, pero parecía una broma –. Un mal chiste –mascullé. Andaba molesta.Esa tarde llegué al PH, Aiora me iba a llevar y a buscar, era mi dama de compañía y mi chaperona, también mi chofer y por supuesto mi pañito de lágrimas.La señora me dijo que había una sorpres
Capítulo 61“Consecuencias”Estoy frente a James Stanton, mi rostro se transforma, mis manos se cierran y sus nudillos se tornan blancos por la fuerza con la que lo hago.Las palabras de aquél hombre, me han dado un golpe fuerte. Me tambaleo y siento un calor sofocante.Me sobrepongo, respiro profundo. James se me acerca para sostenerme. Me alejo de sus manos. Respiro profundo.–María Eugenia, ¿está usted bien? –me dijo James.–No se atreva a tocarme –le digo poniendo mis manos como barrera entre los dos.–Siéntese –me dice, visiblemente nervioso.Ya he dejado mi estado de impresión y sobrepuesta levantó mi mentón y lo miró directo a los ojos.–Harry esta ahora aquí, en Nueva York, usted lo sabe. Entonces dígame ¿Que quiere de mí?
Capítulo 62“Emociones”Llegué al departamento de Oíl Company y recogí mis cosas. Un taxi me llevó al PH. Harry estaba feliz al verme con el equipaje. Él acababa de llegar, me dio un beso que me dejó sin aliento.–Me voy a quedar hasta mañana –me dijo al oído –. ¿Te gusta la idea?Me sonreí y asentí.–¿No parece gustarte mucho? ¿Si quieres me voy ya? –me dijo sobre los labios y volvió a besarme con deseo?–Sí, me gusta mucho que te quedes hoy –me abracé a su cuerpo. Vestía casual, una camisa verde agua que le quedaba ajustada en el dorso y los brazos y un pantalón ajustado en negro, su altura y ese porte le daban ese atractivo y esa sensualidad que ninguna mujer deja pasar por alto. Metí