— ¡Listo! — dijo el peluquero totalmente encantado, al final resultó que, Nicholas se encargó de todo, me consiguió una maquilladora y un peluquero.Me levanté de la silla y me acerqué a la cama donde estaba mi vestido, el estilista me ayudó a ponérmelo, de repente vi otra bolsa de Chanel junto a la cama, era la misma bolsa que había cargado Nicholas el día que compró el vestido, la maquilladora sacó una caja de la bolsa—¿Qué es eso? — pregunté con el ceño fruncido y abrí la caja que sostenía la mujer—El Señor Taylor dijo que era un accesorio para acompañar el vestido — Abrí la caja y me quedé con la boca abierta al ver los hermosos zapatos de tacón que había, eran unas delicadas sandalias doradas con un tacón alto pero grueso, por lo que no se me iba a dificultar tanto el caminar, las tomé y me las puse con la ayuda de la mujer.Les agradecí por la ayuda y todos salieron de la habitación, terminé de arreglarme y cuando estuve lista, salí y comencé a bajar las escaleras con cuidado.
Tiempo después, terminaron todas las subastas. Comenzaron a servirse varios platos con postres, y luego la sala se llenó de música. La gente con hermosos y lujosos vestidos salió al centro y bailó con la lenta melodía, Nicholas se levantó de la mesa y me miró.— ¿Bailarías conmigo? — preguntó, acercándose a mí, sonreí y tomé su mano y caminamos hacia la pista de baile.¿Honestamente? No he tenido mucha experiencia en el baile. Solo espero no pisarlo. Nos paramos uno contra el otro. Nicholas colocó su enorme mano justo encima de mis nalgas y agarró mi otra mano con la otra. Mi mano aterrizó en su hombro, y así, conectados, empezamos a bailar.La música era extremadamente sensual y delicada. Lo podías sentir perfectamente. Después de un rato la música se detuvo y empezó otra. Esta vez las manos de Nicholas aterrizaron en mis caderas y tuve que poner las mías en su cuello. De repente, puse mi cabeza en el hombro de Nicholas. Bailamos así durante unos minutos, me sentía plena y feliz, por
Punto de vista de Nicholas.Eran casi las tres de la mañana y todavía estaba sentado en mi oficina. De hecho, todo lo que tuve que hacer fue firmar algunos papeles, lo que tomó alrededor de media hora, el resto de tiempo me la pasé pensando, ya tenía una idea bastante clara, solo tenía que complementarla.Pasadas las cuatro, entré en el dormitorio, Patricia estaba extendida en la mitad de la cama, de cara a la ventana, está acostada boca abajo, su espalda desnuda está cubierta con sábanas y una pierna está expuesta. Sentí mi polla contraerse. En mi dormitorio yace la mujer más hermosa del mundo. Su cabeza está vuelta hacia la puerta, sino fuera por sus ojos cerrados, habría asumido que me está mirando. Me acerqué y me metí debajo de las sábanas. Por un momento me acosté boca arriba y miré al techo, hasta que de repente sentí la mano de Patricia en mi torso. Después de un rato, ella me abrazó y automáticamente la abracé.—Te demoraste mucho — Dijo en voz baja, un poco soñolienta.Asent
—En mi opinión, tal arreglo es una muy mala idea, solo mira las estadísticas — escucho atentamente a mi abogado, mi amigo y mi mano derecha al mismo tiempoEstábamos sentados en un restaurante en medio de la ciudad de Londres, el restaurante tenía un aura antiguo, como casi todo en la ciudad, estábamos sentados en una mesa al lado de un gran ventanal, solo debía girar la cabeza para poder ver la belleza de esta gran ciudadMi amigo gruño con fastidio, voltee a verlo con reproche—Nicholas, serán solo 500 mil libras, es todo lo que obtendrás de ese negocio, nada más — continua Troy persuadiéndome para renunciar a ese proyecto—Troy, sabes perfectamente que puedo convertir una libra en Miles de libras, no hace ninguna diferencia para mí que las estadísticas no sean tan altas, porque sé que lo voy a convertir en millones, solo basta
—¡PATY! ¡BAJA A DESAYUNAR! — Escuché el grito de mi hermana, y automáticamente abrí los ojos suspirando fuertemente —¡Paty! ¡No me digas que todavía estás dormida!Su voz se hacia cada vez más fuerte, como si estuviera caminando hacia mí habitación, refunfuñando, me tape con las cobijasDe repente escuché que la puerta se abrió de golpe y mi hermana suspiro con fuerza—¡MARIA PATRICIA MENDOZA! ¿POR QUÉ SIGUES EN LA CAMA? ¿¡ACASO SABES QUE HORA ES!? — Me gruñó ella con rabia mientras intentaba quitarme las cobijas—Ay Fer, no molestes, ¿Por qué quieres gritar a esta hora?, Tengo el despertador a las 7:15 y aún no ha sonado, lo que significa que aún puedo estar aquí tiradaSaco mi cabeza de las cobijas y le enseño mi lengua, lue
—Reservé una mesa en un restaurante, iremos allí y lo hablaremos — me dijo—No quiero ir a ninguna parte contigo — le dije con descaro y Vi como su cuerpo se tensiono—Siéntate — me ordenó, pero no me moví — ¡Que te sientes coño! — salté asustada por su grito, caminé hacia el escritorio y me senté frente a él, mi jefe rodeo el escritorio y se paró frente a mí con su cuerpo apoyado en el escritorio—¿Por qué siempre te opines a mi? — preguntó con calma, solo lo miré fijamente a los ojos, después de un rato agarró mis mejillas con una mano y apretó mi cara — sabes que te tengo bajo mi control, sabes que un dinero desapareció y ti estás implicada—Sabes perfectamente que eso es falso, tu tomaste ese dinero y te lo gastaste en putas &mdas
—Cálmate — me gruñó el imbécil de mi jefe, Dios, no sé qué mierda tiene en la cabeza, siempre he sabido que está loco, pero con esto está llegando al límite, es demasiadoAún así no lo pensé tanto, respiré profundo y nos sentamos juntos en la mesa, Ramón comenzó a decirme sobre que debía hacer y decir, pero con cada frase que decía mis ojos se abrían más y más—¿¡Estás loco!? — Dije y me levanté de la mesa — no me voy a casar contigo pendejo — caminé hacia el ascensor cuando de repente, Ramón me tomo con fuerza, y a decir verdad, ya ni siquiera sentía el dolor que provocaba su mano alrededor de mi muñeca, llevándome de nuevo a la mesa, me hizo sentar, y resignada, así lo hice, respiré profundo, otra vez, y mis ojos comenz
Rápidamente me di la vuelta y me metí en el coche, miré por la ventana y todo lo que pude ver fue al hombre golpeando la cara de Ramón, grité horrorizada al tiempo que veía como Ramón tropezaba y caía de espaldas sobre la acera, “Mi salvador” solo se inclinó sobre Ramón, le dijo algo y se dirigió al autoAún estaba sorprendida por todo lo sucedido cuando mi héroe entro al auto, se detuvo un momento, mirándome y luego cerró la puerta—¿Estás bien? — preguntó, suspiré y asentí con la cabeza mientras observaba fuera del auto—Todo está bien, muchas gracias por haberme defendido — dije honestamente y él me dio una sonrisaDe nuevo me estaba perdiendo en sus ojos, una parte de mi quería que este momento durara para siempre, pero como todo en mi vida sale mal, claramente no fue así, y todo por el conductor, quién al parecer se sentía incómodo con nuestras miradas—Te llevaré a casa — me dijo, le di la dirección y comenzó a conducir hasta allíApenas en ese momento me doy por mirar el interi