—¡PATY! ¡BAJA A DESAYUNAR! — Escuché el grito de mi hermana, y automáticamente abrí los ojos suspirando fuertemente —¡Paty! ¡No me digas que todavía estás dormida!
Su voz se hacia cada vez más fuerte, como si estuviera caminando hacia mí habitación, refunfuñando, me tape con las cobijas
De repente escuché que la puerta se abrió de golpe y mi hermana suspiro con fuerza
—¡MARIA PATRICIA MENDOZA! ¿POR QUÉ SIGUES EN LA CAMA? ¿¡ACASO SABES QUE HORA ES!? — Me gruñó ella con rabia mientras intentaba quitarme las cobijas
—Ay Fer, no molestes, ¿Por qué quieres gritar a esta hora?, Tengo el despertador a las 7:15 y aún no ha sonado, lo que significa que aún puedo estar aquí tirada
Saco mi cabeza de las cobijas y le enseño mi lengua, luego bajo rápidamente y me vuelvo a tapar con las cobijas
—¿Ah sí?, Entonces ahora eres sonámbula y la apagaste mientras dormía o se rompió y no lo habías notado — dijo un poco más calmada — Paty, son las 8 am
Salgo de las cobijas tan rápido como puedo y me siento en la cama
—¿¡Qué!? — pregunté con los ojos abiertos, temiendo lo peor
—Sal de esa cama ahora mismo María Patricia, solo tienes media hora para llegar a tu trabajo, de lo contrario Ramón te sacará a patadas
A velocidad de la luz comencé a quitarme la pijama y corrí al baño para meterme bajo la ducha, después de salir de la ducha, me puse mi crema corporal con olor a coco, me puse una camisa de rayas y un overol, casi no me gusta usar maquillaje, mi cara esta llena de pecas y me encanta mostrarlas al mundo, pero nunca me puede faltar mi delineador negro, siento que hace realzar un poco más mis ojos azules, pongo un poco de tinta en mis labios y listo,
Una vez que termine todo seguí con mi cabello, creo que mi cabello es lo que más resalta de todo mi cuerpo, es color cobrizo natural, o como todos dirían, soy una pelirroja, mi cabello es largo y está lleno de crespos, los cuales debo definir si no quiero que se vean como un nido de pájaros
Terminó de desenredar mi húmedo cabello y pongo crema para peinar para que mis crespos queden definidos
Me miré al espejo y quedé satisfecha con lo que veía, busqué mi mochila en mi habitación y salí
—Tu desayuno está en la mesa — me dijo mi hermana, de no ser por ella, yo no sería nadie en la vida, le debo todo a ella
—Gracias — le di una sonrisa y prácticamente me embutí todo el desayuno
Llegué a mi trabajo exactamente a las 8 y media en punto, pero siempre me demoraba 8 minutos desde la puerta hasta mi oficina, claramente llegaría tarde y Ramón no me pasaría nada
Corrí tan rápido como pude, pero apenas pude reducir la mitad de tiempo, ya que llegué justo 4 minutos después
A las 9 en punto apareció Ramón, es un hombre alto de complexión normal, lo miré y vi que caminaba directamente hacia mí, tenía puesto un traje negro con una camisa blanca, no puedo negar que mi jefe no es guapo, porque en efecto sí lo es, pero es guapo solo por fuera, porque por dentro, ese hombre es un ogro completo, un patán en todo su esplendor
Volví mi vista hacia mí boceto y seguí pintando
—¿Cómo está la mujer más bella de la compañía? — me preguntó con una sonrisa lascivia
Voltee a verlo, intente devolverle la sonrisa, sólo porque a nuestro alrededor habían más empleados, de lo contrario no lo hubiera saludado
—Estaba mejor antes de que llegarás — respondí, dándole una falsa sonrisa y seguí con mi boceto
—Tan divertida como siempre… — dijo con sarcasmo, solo rodé los ojos, sabía lo que seguía, y su ira no tardó en llegar — después del trabajo quiero que hablemos, así que apenas termines ve a verme — dijo y entro a su oficina
Respiré suavemente y mire a mi alrededor, estaba rodeada de un gran taller de pinturas, todo era bastante colorido, esta es una empresa de diseño, por lo que todos los diseñadores que trabajamos aquí tenemos nuestro propio estilo, y es lo que más me gusta, pero había solo una cosa muy mala en este lugar.
Ramón, él es sin duda un hombre malo, a primera vista parece un tipo bastante amistoso, y claramente guapo, pero la realidad era otra, es un ogro, un patán, nos conocimos en una fiesta hace un par de años, nos acostamos una noche y así empezó todo, se suponía que iba a ser una noche al azar, pero todo terminó mal, terminé trabajando en la empresa que él dirige y siento que a veces me trata como si fuese su esclava
Cuando llegué a esta empresa, por supuesto lo nuestro tuvo que terminar, cuando le dije que no podíamos seguir con lo nuestro, se enojó tanto que resulté con varios moretones en sus brazos debido a sus fuertes agarres, y así siguieron habiendo más situaciones, intenté renunciar, pero no me lo permitió, dijo que no me dejaría ir, he intentado de todo, incluso fui con un abogado, pero cuando Ramón se enteró de eso, lo sobornó y el caso quedó a favor de Ramón y lo usó en mi contra, no veo forma de liberarme de él.
Sentí una lágrima rodar por mi mejilla, con rabia la limpié rápidamente, no puedo llorar aquí, no le puedo demostrar debilidad, tengo que ser fuerte, he pasado por mucho y he aprendido a no reaccionar ante el comportamiento de ese idiota
Las horas pasaron y mi hora de trabajo terminó, con un suspiro, caminé hacia la oficina de Ramón
—Pasa — Dijo Ramón y dejé la puerta entreabierta
Suspiré, esto no iba a salir nada bien
—Reservé una mesa en un restaurante, iremos allí y lo hablaremos — me dijo—No quiero ir a ninguna parte contigo — le dije con descaro y Vi como su cuerpo se tensiono—Siéntate — me ordenó, pero no me moví — ¡Que te sientes coño! — salté asustada por su grito, caminé hacia el escritorio y me senté frente a él, mi jefe rodeo el escritorio y se paró frente a mí con su cuerpo apoyado en el escritorio—¿Por qué siempre te opines a mi? — preguntó con calma, solo lo miré fijamente a los ojos, después de un rato agarró mis mejillas con una mano y apretó mi cara — sabes que te tengo bajo mi control, sabes que un dinero desapareció y ti estás implicada—Sabes perfectamente que eso es falso, tu tomaste ese dinero y te lo gastaste en putas &mdas
—Cálmate — me gruñó el imbécil de mi jefe, Dios, no sé qué mierda tiene en la cabeza, siempre he sabido que está loco, pero con esto está llegando al límite, es demasiadoAún así no lo pensé tanto, respiré profundo y nos sentamos juntos en la mesa, Ramón comenzó a decirme sobre que debía hacer y decir, pero con cada frase que decía mis ojos se abrían más y más—¿¡Estás loco!? — Dije y me levanté de la mesa — no me voy a casar contigo pendejo — caminé hacia el ascensor cuando de repente, Ramón me tomo con fuerza, y a decir verdad, ya ni siquiera sentía el dolor que provocaba su mano alrededor de mi muñeca, llevándome de nuevo a la mesa, me hizo sentar, y resignada, así lo hice, respiré profundo, otra vez, y mis ojos comenz
Rápidamente me di la vuelta y me metí en el coche, miré por la ventana y todo lo que pude ver fue al hombre golpeando la cara de Ramón, grité horrorizada al tiempo que veía como Ramón tropezaba y caía de espaldas sobre la acera, “Mi salvador” solo se inclinó sobre Ramón, le dijo algo y se dirigió al autoAún estaba sorprendida por todo lo sucedido cuando mi héroe entro al auto, se detuvo un momento, mirándome y luego cerró la puerta—¿Estás bien? — preguntó, suspiré y asentí con la cabeza mientras observaba fuera del auto—Todo está bien, muchas gracias por haberme defendido — dije honestamente y él me dio una sonrisaDe nuevo me estaba perdiendo en sus ojos, una parte de mi quería que este momento durara para siempre, pero como todo en mi vida sale mal, claramente no fue así, y todo por el conductor, quién al parecer se sentía incómodo con nuestras miradas—Te llevaré a casa — me dijo, le di la dirección y comenzó a conducir hasta allíApenas en ese momento me doy por mirar el interi
—Buenos días — le dije a Fer, ella estaba sentada en la mesa tomando café, todavía estaba en pijama, pero su cabello y rostro estaban bien arregladosPasé junto a ella y me acerqué al refrigerador, saque leche y luego saque el cereal de la alacena y me senté en la mesa frente a ella—¿Sabías que es soltero? — Preguntó Fer y no entendí a qué se refería, así que la miré con el ceño fruncido — No, no Nicholas ¡Es soltero!, ve con él hoy y devuélvele esa chaqueta — puse los ojos en blanco, ya había pasado una semana desde que conocí a Nicholas, y Fer seguía con el tema de que debía ir a verlo—Fer… no seas tonta, puede que sea soltero, pero también es multimillonario—Corrección, antier salió un artículo en la revista, fue declarado como billonario—Como sea Fer, el problema aquí es que él no está interesado en mí, deja de creer eso, iré a devolverle su chaqueta y ya — dije comiendo mis cereales—Y esa es la excusa perfecta para volver a verlo, seducirlo, enamorarlo y luego casarte con él
Punto de vista de NicholasEstaba sentado sobre mi escritorio con una pila de documentos frente a mí cuando escuché el sonido del teléfono, era la recepcionista de mi empresa informándome que una chica me estaba buscandoDesde hace días le había dado la orden de que sí en algún momento alguna chica, claramente con las descripciones que le di de Patricia, venía, rápidamente me lo hiciese saberY había llegado ese día, Patricia estaba aquí…Durante los últimos días, no pude dejar de pensar en ella desde el día en que la conocí, hacía muchísimos años no pensaba tanto en una mujer como pensaba en ella.Siempre fui de aquellos hombres que no necesitaban de mucha labia, con solo presentarme, ellas solitas se entregaban a mí, y estuve bien con eso, solo me conformaba con sexo casual, esas mujeres estaban en mi vida solo una noche y no volvía a verlas, como dije, eso estaba bien para míPero, con Patricia ahora todo era diferente, desde que la vi no pude sacarla de mi mente y tampoco quería h
—Háblame de ti — dijo Nicholas después de un momento—Pues, como sabes, mi nombre es Patricia Mendez, pero prefiero que me digan Paty, tengo 25 años, vivo con mi hermana Fernanda en un pequeño departamento en el centro de la ciudad, me gusta todo lo que tenga que ver con el arte, soy diseñadora grafica — Digo y paro sin saber que más debo decir —¿Te gusta tu trabajo? — Preguntó Nicholas—Me gustaba, la empresa para que la trabajo se dedica a la creación de diseños de todo tipo, yo podía tener libertad de creación, nadie estaba encima de mi diciéndome que estaba mal lo que hacía, tampoco intentaban corregirme, el problema empezó cuando Razón quedó como jefe, se puede decir que allí todo se arruinó—¿Por qué? — preguntó Nicholas con curiosidad—Bueno, creo que ya viste como resulto todo—Algo así, la verdad no entiendo mucho como terminaron de ese modo — comentó, y sabía que él quería saberlo todo, y por alguna razón yo sentía que podía confiar en él, pero no quería exponerlo ante Ramó
Punto de vista de Nicholas¡Oh! ¿Por qué, cuando las cosas van bien, algo tiene que estropearlo? Ya había construido una relación con Patricia, pero Carlota tenía que venir, ahora Patricia cree que solo quería usarla, cuando salió corriendo del ascensor, quise seguirla, pero Troy me detuvo, quién sabe de dónde diablos salió.—Hombre, déjalo ir, no sé qué pasó, pero dale tiempo — dijo Troy, sosteniendo su mano en mi hombro.—Simplemente sucedió que mi ex—aspirante a ex apareció en el momento más inoportuno, y ahora Patricia cree que la usé — dije.—¿Qué la usaste?, vale, tienes que decirme todo en orden, hoy después del trabajo te llevo al bar y ¡No quiero escuchar un no como respuesta! — dijo cuando quise protestar.A lo lejos noté que Carlota salía del edificio y eso es bueno porque no sé cómo podría aguantar su compañía, mas vale que ahora, no haga un espectáculo más grande, la gente hablará de todos modos, pero me importa una mierda.Me despedí de Troy y volví a mi oficina.El día
Punto de vista de Nicholas— ¿Te has divertido con esa morena? —Abrí los ojos y vi a mi amigo de pie junto a mí con un traje azul oscuro.—Primero, ¿qué haces en mi departamento—¿Sabes qué hora es? — preguntó Troy.—No lo sé, pero definitivamente no es lo suficientemente bueno como para ponerse de pie.— ¿Qué dices? — preguntó divertido Troy. ¿Qué diablos estaba disfrutando?—Después tengo puesto el despertador a las siete, y como aún no ha sonado, quiere decir que me puedo ir a dormir, y ahora a la mierda, tal vez no estuve muy agradable en la mañana, pero en casa en mi defensa regresé de alguna manera a las tres de la mañana.— Egh… Nicholas, que bueno que seas tu propio jefe, de lo contrario estarías despedido, son las nueve menos veinte —dijo Troy, y luego escuché la puerta principal cerrarse.Miré mi reloj rápidamente. ¡Puta! ¡Son las ocho cuarenta! Se suponía que debía estar en el trabajo a las ocho.— ¿Y por qué tomaste tanto ayer? — me pregunté en silencio y comencé a vestirm